Gohan sobrevolaba el cielo molesto, pero no con otra persona, sino consiguió mismo «Como diablos no había logrado esquivar eso » pensaba mientras aumentaba la velocidad.
La impresión lo había dejado inmóvil, sin poder hacer ni un solo movimiento cuando la pelirroja actuó, dándole un beso. Logrando únicamente observar la tristeza reflejada en los ojos de la justiciera.
Le rompía el corazón saber que de alguna forma le había hecho daño a Videl. Es cierto que era un despistado, a pesar de ello no era un idiota para no darse cuenta que la tristeza de su amiga empezó cuando Ángela lo besó.
El chico cada momento estaba más cerca de ella, su persecución lo había llevado hacia las islas del sur, posiblemente ella estaría a mitad del océano. Cuando sin previo aviso, el ki de la joven desapareció.
Gohan se alarmó tremendamente. No había razón para que su energía vital desapareciera. Asustado frenó un momento, pensando con rapidez en alguna solución viable. Buscarla a siegas no era una opción, tardaría mucho tiempo. Periodo que podía ser vital, en cambio, tenía otra forma de encontrarla con más eficacia.
Transformándose en supersaiyajin para incrementar su velocidad, puso rumbo al templo sagrado, existía una persona capaz de localizar a quien sea.
Pasaron unos minutos para que llegara a dicho lugar, no obstante para Gohan ese poco tiempo le pareció eterno. Al llegar se encontró con una escena extremadamente peculiar.
Piccolo reposaba en uno de los pilares con todas las ropas destrozadas, Dende el dios de la tierra estaba junto a él curándolo. El chico impresionado, corrió hacia ellos, deteniéndose a unos cuantos pasos de ambos.
—Dende, Piccolo, lamento mi intromisión, pero necesito su ayuda —dijo notándose de inmediato su preocupación.
Ambos Namek lo miraron atentamente durante unos cuantos instantes. Parecía que Babidi no solo se había hecho con la ayuda de Paikuhan. El chico ni siquiera se había dado cuenta que su atuendo estaba igual de lastimado que el de Piccolo.
—¿Qué sucede Gohan? —preguntó Dende.
—Es Videl, no puedo localizar su ki y me preocupa que algo malo le haya podido suceder —suspiró —. ¿Podrías localizarla?
—Lo intentare, dame un minuto.
—Si.
El joven dios de la tierra caminó hacia el borde del templo, donde cerró los ojos concentrándose. Gohan únicamente lo miraba esperanzado, si él no podía encontrarla, sus posibilidades de hallarla con rapidez se extinguirían. Apretó los puños, ilusionado de que ocurriese lo mejor.
Pasaron minutos de nerviosísimo para el chico, el lugar había quedado en un silencio sofocante, solamente el sonido del viento rompía tan perfecto mutismo. Dende no se movía ni un centímetro y eso alteraba a un más al hibrido.
—¡La encontré! —musitó de repente abriendo los ojos, dando media vuelta sobre sí mismo.
—¡En serio Dende! —exclamó Gohan, corriendo hacia el dios de la tierra —. ¿Dónde se encuentra?
—Está aproximadamente a diez kilómetros de la capital de sur, a mitad del océano —Bajó la mirada pensativo —. Es muy extraño que se encuentre en medio de la nada.
Gohan no dijo nada, solo quedó de la misma forma «¿Quizá solamente quiera estar sola?» Fue su primer pensamiento, pero algo sinceramente le daba mala espina.
—Es cierto —intervino Piccolo —. No sé qué ocurra entre ustedes dos, y tampoco me interesa. Sin embargo, si algo tiene que ver con Babidi no es muy recomendable que vayas solo. Te acompañare.
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Dragón Ball: Otra Vida.
Fanfiction¿Qué hubiese pasado si Raditz derrotaba a Goku? Después de la llegada de Raditz a la tierra y de su victoria sobre su hermano, este decidiría dejarlo vivir. Sin embargo, opta por llevarse al hijo de su familiar con la intención de convertirlo en un...