Capítulo 9: Grandes sorpresas

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Los gritos de júbilo resonaban por todo el estadio, dándole la bienvenida a la justiciera que ponía orden en toda la ciudad Satan. Se dirigió con tranquilidad al ring junto a su rival, subieron las escaleras de la plataforma, y se colocaron cada una en una esquina.

La imagen que representaba cada chica era quizá la más diferente de todos los combates. La peleadora con más fama y gloria de la ciudad contra una joven completamente desconocida.

Las dos caras de la moneda se hacían presentes. Aun así, para ambas eso no importaba en lo absoluto, quien fuese mejor ganaría, el reconocimiento y fama no valían nada en esos momentos.

Desde los vestidores, la persona más interesada en ese combate no perdía detalle de lo que ocurría. Gohan sabía con exactitud el resultado, sin embargo, eso no le quitaba la emoción al duelo.

—Comiencen.

Al resonar las palabras por las bocinas del estadio, ambas chicas iniciaron con su ofensiva.

La rival de Videl no tardó en atacar, lanzando una patada contra ella. Pero había algo diferente para la justiciera, algo que nunca antes le había sucedido en ningún otro duelo.

Sorprendida, apreció como Tsuki atacaba con un golpe al pecho que parecía venir a cámara lenta. Cubriéndose con ambos antebrazos, Videl retuvo el impacto, atacando posteriormente con una patada a las costillas.

La joven salió volando por la fuerza de dicho ataque, quedando muy cerca de los límites de la plataforma.

Titubeando tenuemente en sus movimientos, la chica de coletas no se creía la fuerza con la que había salido disparada su rival, ni tampoco terminaba de entender por qué parecía que su contrincante atacaba con tanta lentitud.

Por otra parte ese asombro que experimentaba Videl, no fue compartido por los espectadores, quienes acostumbrados a ver a la chica hacer proezas, les parecía de lo más normal como se estaba desarrollando la pelea, dedicándose todos los presentes a disfrutar del excelente duelo de artes marciales que se estaba llevando a cabo.

En los vestidores, Gohan sonreía mientras atentamente veía la gran velocidad de la chica. Ella no lo sabía, pero su rapidez y fuerza ya no eran las de antes.

Lamentablemente para el joven su entusiasmo se terminó cuando dos presencia se colocaron junto a él.

—Han tardado en aparecer —dijo el semisaiyajin sin darse la vuelta—. Incluso al ver que no entraron en el torneo, llegue a pensar que se habían ido —comentó divertido.

—Concéntrate Gohan, recuerda por qué estamos aquí —susurró con cierta molestia uno de ellos.

»Por cierto me parece irresponsable lo que hiciste.

—¿De qué hablas?

—Tú sabes a lo que me refiero. —Centró su mirada en el cuadrilátero—. Los movimientos de aquella chica no son para nada ordinarios.

—¿Y eso a mí cómo me involucra, Shin? —le cuestionó pese a saber que no conseguiría nada.

—No te hagas el tonto, esa forma de pelear tiene unos cuantos rasgos tuyos —dijo—. Tú le enseñaste.

—Y si fuese así, no veo el problema —contestó mostrando una sonrisilla—. Esto no alterará nada, Goku no se irá antes de tiempo, te lo puedo asegurar.

En el cuadrilátero, Videl seguía sorprendida. Nunca en su vida había tenido tal ventaja, podía predecir con una facilidad excelsa cada ataque de su rival, además de poder contratacar con tal precisión, que sólo podía ser comparada con la letalidad de una viuda negra.

Dragón Ball: Otra Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora