N/A—Este es el final alternativo del One-shot anterior, es por así decirlo, el final bueno.
Un toque en la puerta me hizo salir completamente de mis pensamientos. En ese momento no sabía quién era, simplemente fui a abrir. Me sorprendió verlo ahí parado. Steve.
Tenía una cara muy demacrada. Los ojos rojos y con ojeras, los labios cortados. Yo, seguramente no estaba mejor. Me repasó de arriba a abajo con la mirada, deteniéndose en el vientre. Abrió los ojos al comprender, su mandíbula casi se cae al suelo.
—Yo... Tú...—balbuceó, estaba en shock.
—Pasa—también era su hijo, tarde o temprano se lo diría.
Estábamos mirándonos las caras, sentados uno enfrente del otro en los sofás.
—¿Qué haces aquí?
—Quería arreglar las cosas.
—Ya no me amas, no como antes, no hay nada que arreglar.
—Claro que te amo y por eso estoy aquí, para arreglar la mierda en la que nos he metido. No quiero perder a mi mujer por culpa de una mala racha.
—Un poco tarde.
—Mejor tarde que nunca—susurró—, me lo puedes explicar—señaló mi vientre.
—Es tuyo—susurré mirando el suelo.
Escuché como se levantaba, se acercó a mí y se agachó, posicionándose frente a mi. Cogió mi cara con sus manos e hizo que lo mirará.
—¿Podemos—dudó—podemos intentarlo una millonésima vez más?
—Por el bebé.
—Por el bebé—susurró antes de besarme.
Estábamos de pie, él se agachó a la altura de mi vientre, lo acarició y besó por encima de la tela de mi camiseta. La levantó un poco y me miró pidiendo permiso, simplemente asentí. Hizo lo mismo pero esta vez tocando mi piel. Fue lo más hermoso que podía haber visto en ese momento.
No sabía si me había equivocado al perdonarlo, pero asumiría el riesgo, yo sola y con un bebé no podía.
Solo espero y rezo para que todo vaya bien de ahora en adelante, o si no, no sabría qué hacer.
