9. La granja Styles.-Larry Stylinson. TERMINADA.

Cinco.

Luego de salir de su casa y caminar a toda prisa hasta la leñera, con su mano derecha en el corazón, pasados unos minutos, Harry aún intentaba recuperar el aliento y apaciguar sus latidos, cuando vio otro coche entrando a su propiedad.

...-Buenas tardes, señor Styles... soy Peter Jackson y vengo buscando al maestro Tomlinson -dijo un joven moreno bien parecido basándose y acercándose-... Smith ha sufrido un imprevisto y no ha podido, ni puede venir a buscarlo, he venido yo en su lugar, ¿podría avisarle, por favor?.

El granjero ojiverde lo miró furioso pues si esos idiotas hubiesen venido antes a por Louis, nada hubiese sucedido y no se habría puesto así de enfermo.

-¡No puede irse!- le gruñó-...Ha sufrido un desmayo por estar al sol y está muy débil, debe descansar, el médico lo vio pero aún tiene fiebre...Tendrá que volver mañana a por él.

El chico suspiró con resignación.

-Vaya lo lamento... bueno está bien, tome mi tarjeta y dígale que me llame cuando esté mejor y entonces vendré por él rápidamente.

Harry asintió y a continuación se guardó la tarjeta en el bolsillo, mientras vio como el hombre volvía a subirse al coche y se iba.

-¿Quién era ese, Harry?-escuchó a Niall tras suya Niall.

-No es nadie importante, no te preocupes-respondió este echando a andar hacia la casa de nuevo.

-Hey...Harry, quería decirte que no somos tus enemigos, al contrario, te queremos, por eso te decimos las cosas cuando no estás actuando correctamente-el rubio habló temeroso-.... La bebida no es la solución amigo, lo mismo que aferrarse al pasado.

Harry se giró y sorprendentemente asintió.

-Lo sé amigo, lo sé...En verdad siento mucho el haberos gritado-dijo extendiendo su mano, la cual Niall estrechó sonriendo-....tenéis razón es hora de cambiar.

En la casa, Liam tomaba la temperatura a Louis, esta había bajado un poco pero aún lo tenía delirando y gimiendo entre sueños.

Al ojimiel le pareció escuchar que el maestro llamaba a Harry y sonrió pero creyó que quizás había escuchado mal pero entonces este volvió a nombrarle y también a la escuela.

Liam no le dio importancia pero la verdad era que el ojiazul deliraba, recordando el momento íntimo vivido anteriormente con el granjero ojiverde.

Cuando el ojimiel salió de la habitación, el granjero ojiverde ya estaba nuevamente en la cocina sentado en la silla y una cerveza en la mano, entonces este resopló y negó.

-¿Aún no has tenido suficiente, amigo?.

Harry lo miró y sonrió cínicamente.

-Déjame Liam, de verdad no quiero discutir... ¿Qué tal está Lou...ese maestro?- preguntó disimulando interés.

-Le ha bajado un poco la fiebre pero está muy inquieto, delira y habla en sueños, creo que es contigo.

-¿Co-conmigo?, ¿p-por qué? -balbuceó nervioso.

-No sé, Harry...supongo que como no quisiste hablar con él, el subconsciente del pobre chico lo revive... Lo cierto es que ha dicho varias veces tu nombre- Liam abrió entonces la puerta principal y salió fuera para ir con Zayn y Niall.

El ojiverde dejó la cerveza la cual había abierto pero no probado y apretó los puños con fuerza, ya que las imágenes de lo ocurrido con Louis en su habitación, azotaron nuevamente su mente como ráfagas iluminadoras.

-¿Qué demonios me pasa?, ¿Qué quiere de mí?, ¿Acaso vino a atormentarme?- se preguntó golpeando la mesa.

Tras unos minutos de silencio, de repente lo escuchó gritar, así que rápidamente se levantó y corrió a la habitación, encontrándolo tirado en el suelo.

-Joder, pero ¿Qué crees que haces?

-Y-Yo tenía ca-calor

El granjero reparó en que este se había quitado el pantalón del pijama y tenía la camisa abierta, dejando a la vista su pequeño y hermoso torso.

-Eso es la fiebre, anda vuelve a la cama.

El maestro asintió mirándolo con pesar y cuando intentó levantarse no pudo, entonces Harry chasqueó la lengua con fastidio pero se agachó, lo levantó en brazos y lo posó sobre la cama de nuevo.

-Gra-Gracias, Harry

-Anda, descansa, debes coger fuerzas.

-Lamento causarte problemas-se disculpó el ojiazul muy afligido-...soy un desastre.

El granjero negó.

-No digas eso, lo cierto es que yo tuve mucho de culpa, no debí dejarte al sol, lo siento.

Louis esbozó una tímida sonrisa.

-Harry, podría preguntarte algo?

-¿El qué?

-¿Los besos fueron de verdad?, No lo soñé, ¿cierto?

El ojiverde asintió soltando un leve suspiro.

-Hacía mucho que nadie me besaba, se sintió increíble, ¿Podrías bésame de nuevo por favor?

El rizado lo miró atónito e iba a negarse pero entonces el maestro lo miró con sus húmedos y azules ojos, mientras se mordió el labio y a continuación soltaba un erótico y febril jadeo, el cual este no pudo resistir, por lo que se acercó y lo besó.

Sus labios estaban atrapados en un beso intenso, hambriento al que luego siguieron otros más, por lo que el calor volvió a subir, entonces ambos se acomodaron y mientras Louis se retorcía debajo de Harry, éste se volvió loco de deseo.

El rizado sentía que su sangre hervía y que su corazón iba a colapsar en cualquier momento, se moría por follarse al ojiazul, mientras sus duras pollas se frotaran entre sí, dándoles descargas eléctricas.

-Hazme tuyo, quiero sentirte dentro de mi-suplicó el maestro jadeante.

El ojiverde lo miró deteniéndose.

-Pero si no me conoces.

-Me da igual, te deseo...No necesito conocerte, jamás había sentido estas terribles ganas nada más ver a alguien... Quiero hacerlo...-susurró el maestro acariciando el fornido pecho de este-...por favor, ¿Acaso tú no....

-Si pero...besarnos y acariciarnos es una cosa, hacer «eso», es otra...no quiero que luego nos arrepintamos, tú estás febril.

Louis negó jadeante, acariciándole la entrepierna.

-Tengo mis cinco sentidos perfectos y sé muy bien lo que hago.

-Ok, espera.

Ese acto fue como fuego en la piel de Harry, quién se levantó de la cama, salió y segundos después regresó con un condón que había cogido en la mesilla de Liam y tras cerrar la puerta con llave, volvió a la cama.

-Yo tampoco había sentido esto jamás, Louis.

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