9. La granja Styles.-Larry Stylinson. TERMINADA.

Treinta y cuatro.

En la granja Styles, todos siguieron adaptándose a la nueva situación, por lo que tanto Zayn, como Liam y Niall, volvieron a tener todo el peso de la granja sobre sus hombros pues Harry seguía de aquí para allá en la carretera.

Por sorpresa, un día un abogado apareció en el hospital y este le dijo que toda la fortuna de Cowell estaba rentabilizando desde el momento en el que este se había muerto y contra todo pronóstico, en su testamento había puesto todo en manos de Louis.

Harry quiso negarse a que pasase a manos de su novio pues estaba seguro de que este lo rechazaría si estuviese consciente pero el abogado insistió y arregló todo para que la cuenta del hospital fuese pagada con esa herencia.

Shawn se adaptó muy bien con los niños y también con los Styles pues a parte de que su relación era de empleado y jefe, poco a poco, Niall se convirtió en algo más.

Sonrisa tras sonrisa y mirada tras mirada, de repente un día el rubio ojiazul se armó de valor y tras recoger a los niños a la salida de la escuela y subirlos a la camioneta, le pidió una cita al maestro.

Tuvieron esa primera cita aunque les resultó rara pues los dos estaban muy nerviosos, ya que se gustaban mucho y eran muy tímidos.

De regreso a casa, todo fue mejor pues tras el primer beso, lo demás les vino rodado y en poco tiempo se dieron cuenta que estaban totalmente enamorados el uno del otro.

Tras varias noches de salidas, al fin lo confirmaron y empezaron una relación formal, por lo que el maestro muchas veces se quedaba a comer o incluso a dormir en la granja, ya que le encantaba ese lugar y la familia.

Sus amigos se alegraron mucho por Niall y aunque no todos tenían a sus parejas con ellos, la felicidad estaba en el ambiente.

Todo lo que fue sucediendo, el granjero se lo contaba al día siguiente a Louis y hablaba y hablaba, mientras le cogía la mano, también le besaba y lo acariciaba, siempre con la esperanza de que éste en algún momento abriese los ojos y le sonriera.

Por el contrario, los médicos cada vez le dieron menos esperanzas de que no hubiese secuelas pues con el pasar del tiempo había más riesgo de que el ojiazul no se recuperarse o se quedase en ese estado para siempre.

El otoño pasó y entonces llegó el invierno, que dio paso a una nueva primavera pero Harry no perdió las esperanzas de que un día su novio volviera a ser lo que era.

Un año se cumplió finalmente y su esperanza ya no fue tanta y mucho menos lo fue cuando pasaron dos, en los que apenas podía visitarlo pues meses atrás, la granja empezó a dar problemas.

Tras esos dos años en coma, esperando que Louis despertase, los especialistas ya apenas sabían que decirle al ojiverde, ya que era muy probable que tanto el cuerpo, como la mente de Louis no quedasen igual que antes del accidente pues en multitud de ocasiones lo habían visto en otros pacientes.

Finalmente, por fin un día, de repente el maestro ojiazul abrió los ojos, por lo que Harry recibió la tan esperada llamada del hospital y aunque se alegró muchísimo al igual que el resto de la familia, notó que el médico no era muy alentador.

El granjero acudió rápidamente al hospital, junto con Zayn y Liam, ya que Niall y Shawn se habían quedado a cargo de los niños y de la granja.

Muy angustiados llegaron ante la habitación de Louis pero el granjero decidió entrar solo pues no sabía la reacción de este al verlos.

Al parecer las piernas de Louis estaban paralizadas, aunque no había lesión en la columna y todo indicaba que era producto del coma y ya tenían programadas varias pruebas y seguro sería reversible, aunque esa no era la única secuela.

El ojiazul estaba sentado con la cama incorporada, mirando a la ventana y al escuchar la puerta sonrió pero al ver a Harry frunció el ceño y su sonrisa desapareció.

...—Perdona, ¿Buscas a alguien?...creo que se ha equivocado señor—habló este—... aquí estoy yo solo, bueno de momento, pronto vendrá mi marido, el médico me dijo que no tardaría.

Harry se detuvo al escucharlo.

—¿Marido?.

—Si, mi marido, quizás lo conozcas... Él es un gran abogado, se llama Simon Cowell.

...…………………………………

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