Veinticinco.

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Zayn, Niall y Liam se miraban sin decir nada pero todos estaban pensando lo mismo mientras movían las maderas quemadas para sacar los cadáveres de lo animales calcinados.

Finalmente Niall no aguantó más y lo soltó.

...—Esto va ha ser una ruina para la granja y para todos... Harry no va a poder afrontar el pago del abogado para Louis, los gastos de la granja y los gastos de la reconstrucción de todo esto.... Se avecinan tiempos muy difíciles.

—Si lo sé...Tendremos que apretarnos todos el cinto pero saldremos adelante— dijo Liam esperanzado.

Zayn asintió mientras apartaba el último animal y bebía un trago de agua fresca, en ese momento vieron regresar la camioneta del ojiverde y tras él, el coche del veterinario.

Una vez revisados todos los animales y curar a los heridos, Josh Travis dio las instrucciones necesaria para poder salvar a los animales heridos de posibles infecciones.

Harry le pagó una buena cantidad de dinero por sus honorarios y los medicamentos que les había dejado, era mucho pero fue necesario pues no podía ignorarlos, ya que no debía permitir quedarse sin más animales en su granja.

Día a día todo fue recobrando su apariencia y la normalidad, hasta que pasada una semana, un nuevo problema asoló de nuevo su tranquilidad.

Harry había llevado a los niños y a Louis esa mañana a la escuela pero al llegar se encontraron con que la puerta estaba entreabierta.

El ojiverde ordenó no salir a sus hijos del coche y corrió con el corazón en la boca hasta el anterior de ésta y allí descubrió el peor de los desastres.

El granjero casi sin respiración comprobó todo el interior destruido, los pupitres, las sillas, el encerado y los armarios estaban hechos trizas.

Las paredes tenían escritos obscenos graffitis y las macetas con las plantas que habían plantado los niños, estaban esparcidas por todo el suelo.

Louis también corrió y se quedó con la boca abierta al encontrarse con lo mismo que Harry, entonces en ese momento llegó el jefe de policía con su ayudante y levantó constancia de todo.

La pareja intentó recoger un poco, mientras el policía hacía el informe, los dos se quedaron muy sorprendidos cuando este les dijo que la puerta no estaba forzada y todo indicaba que se habían dejado la puerta sin pasar la llave.

...—No Harry, te lo prometo—dijo Louis nervioso—...yo no fui, siempre paso la llave... Alguien la habrá abierto de otra forma, créeme.

—La escuela de Madeleine—dijo Harry casi sin fuerzas, abrazado a un cuadro con su rostro, el cual estaba roto también—.. éste era su sueño, su vida...Tenía toda la ilusión del mundo en este lugar y ya no queda nada.

—La remodelaremos de nuevo... Yo te ayudaré y los chicos también, Harry no....

El granjero lo miró seriamente y este enseguida entendió que era mejor mantenerse en silencio.

Finalmente el ojiverde llamó a Zayn y a Niall y estes llegaron lo más rápido que pudieron al pueblo y al igual que su jefe y amigo, éstos también miraron a Louis con dureza.

El ojiazul ya no estaba seguro de nada, él pensaba de verdad que había cerrado con llave como siempre y que  no se la había prestado a nadie pero no había señales de forzado en la cerradura y no sabía como explicarlo.

Harry volvió a desembolsar mucho dinero para pagar al cerrajero y tras seleccionar lo que servía y lo que no, cerró bien la escuela, puso la nota en la puerta y regresaron de nuevo a casa.

Niall y Zayn llegaron a la granja y se llevaron corriendo a los niños pues  los gritos de Harry los asustaron y no paraban de llorar al igual que un afligido Louis, el cual no sabía donde meterse ni que hacer.

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9. La granja Styles.-Larry Stylinson. TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora