Seis.

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Louis estaba más que lubricado y Harry ya tenía el condón puesto pero de repente se sintió rastrero lo pensó mejor pues no quería aprovecharse así del maestro, éste estaba enfermo, débil, aún tenía fiebre y no era correcto.

...-Venga, ¿a qué demonios esperas?-exigió el ojiazul mientras se retorcía en la deshecha cama.

-No, no...no puedo hacerlo—se negó el granjero apartándose—…No puedo aprovecharme de ti, tú no estás bien.

El maestro se incorporó sentándose en la cama.

-Te he dicho que estoy bien, en serio quiero hacerlo... jamás he estado tan seguro de algo en mi vida, me gustas mucho, así que no te preocupes, a parte de la diabetes estoy limpio de enfermedades si es lo que te preocupa o ¿Acaso crees que lo hago por convencerte sobre la escuela?.

El ojiverde soltó un profundo resoplido.

-No es eso, Louis... yo también quiero hacerlo, de verás que si pero no estaría bien, no puedo dejarme llevar por la pasión nada más, ya no soy un chiquillo... mejor te dejo descansar—habló empezando a vestirse.

Louis gimoteó y se tumbó nuevamente rompiendo a llorar, por lo que el ojiverde lo miró extrañado, ¿tanto le afectaba que lo respetase?.

Tras terminar, este se acercó de nuevo a la cama pero el ojiazul ya dormía con sus mejillas húmedas por las lágrimas, por lo que Harry asintió en silencio y salió de allí para irse a su despacho, donde poco después Zayn llamó a su puerta.

-¿Harry podemos hablar?.

-Si, claro pasa-dijo en un carraspeo.

El morocho entró y se sentó.

-Harry... emm....tenemos que llamar al veterinario, dos de las vacas están a punto de parir y creo que tendrán un parto complicado.

-Si, está bien...emm, mandalo venir y dile que es urgente.

-Está bien.

El ojiverde dudoso de hacerlo, finalmente le detuvo.

-Zayn, ¿puedo preguntarte algo?....—el morocho asintió—...¿qué opinas del deseo irrefrenable de querer acostarte con una persona sin apenas conocerla?.

-Bueno... eso depende-dijo Zayn sorprendido por la pregunta-... depende de si la otra persona lo desea también... Además puede ser solo sexo y ya, ¿Por qué lo preguntas?.

-No... no por nada...emm... solo divagaba.

-¿Te gusta el maestro no es cierto?-preguntó el morocho sonriendo con picardía.

-No, emm...¿de dónde sacas eso?.

-Estás muy preocupado por él y Liam me dijo que te llamaba en sueños, la verdad es que es muy lindo y supongo que soy observador.

-Anda, deja de decir tonterías, ese maestro no es nadie para mí... Yo a la sigo amando es a Madeline y nunca más volveré a amar a nadie, ni a sentir deseo por nadie...se irá y todo volverá a estar bien-Habló sintiéndose en sus adentros un completo mentiroso.

De repente escucharon cerrarse una puerta de su habitación de golpe, haciendo que se arrepintiéndose de lo que había dicho, ya que era la amargura y los restos del alcohol quiénes hablaban pues al parecer Louis los había escuchado hablar.

Mientras en el interior de la habitación, Louis se regañaba a si mismo por ser tan inconsciente y no aprender de sus arrebatos, los cuales le habían costado más de un disgusto en su vida.

Este lloró hasta que se quedó dormido, sin despertarse hasta que en la noche, Liam vino a traerle algo de cenar y revisar su fiebre, la cual le había subido.

No tenía hambre alguna, ya que tenía un nudo en la garganta pero Liam le obligó a comerse toda la sopa pues dijo que no se iría hasta ver el plato vacío.

El ojimiel lo miró en silencio todo el tiempo como procesando cada uno de sus movimientos y acciones, sin embargo no le resultó incómodo.

—Terminé

—Bien, entonces intenta descansar.

—Mañana me iré, gracias.

—Te irás si te encuentras bien, sino no.

—No quiero molestaros más, sé que no soy bien recibido.

Liam frunció el ceño.

—¿Harry te ha dicho algo?, no le hagas caso, solo es un poco antisocial pero sé que le preocupas.

El maestro chasqueó la lengua incrédulo.

—Si, claro...en fin, hasta mañana y gracias por todo.

—No hay por qué darlas.

Tras salir de la habitación, el ojimiel llegó a la mesa dónde uno a uno los hombres fueron llegando y sentándose a la mesa para cenar.

—¿Cómo sigue el maestro?—preguntó Niall

—Bien, aunque sigue diciendo cosas raras, supongo que es debido a la fiebre.

—¿Qué clase de cosas?—volvió a hablar Niall, mientras Zayn y Harry se mantenían concentrados en sus platos.

—Cree que Harry no lo quiere aquí y algo sobre ocupar el puesto de Madeline.

El morocho y el ojiverde se miraron, acto que no pasó desapercibido para el ojimiel y el rubio ojiazul.

—¿Tú no le habrás dicho nada, verdad?.

El rizado chasqueó la lengua incrédulo.

—No pero será mejor cerrar todo bien antes de irnos a la cama, no quiero pasarme la noche buscándolo por los alrededores.

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9. La granja Styles.-Larry Stylinson. TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora