Contigo ¡Porque te quiero!

Tú no lo dejarías madurar

El sonido de los coches, los pájaros, las personas y los rayos del sol me hicieron despertar.

Fede no estaba, yo estoy sola en la cama en este balcón.

Me levanto para ir a buscarlo pero él sale al balcón con una bandeja en sus manos y trae desayuno.

-Acuestate, te traje de desayunar.

Me muero de amor, sonrío y lo veo como un ciego miraría al mundo por primera vez.

Me acuesto de nuevo cubriendo me hasta el pecho con las cobijas y él se acerca con la bandeja y la coloca en la cama sobre mis pies.

Le regalo una última sonrisa mientras él me ve con amor y yo comienzo a devorar mis waffles, fruta, y mi jugo de naranja.

Él me estuvo observando todo el tiempo, con la cabeza inclinada hacia un lado y con esa sonrisa hermosa que tanto amo y no me cansaré de repetir.

-¿Te he dicho que eres el mejor novio del mundo?
-Creo que no, y me encantaría escucharlo.

Dice él mientras quita la bandeja y la deja en la mesa de al lado de la cama.

-Pues -me levanto y rodeo su cintura con mis brazos por detrás mientras pego mi cabeza en su espalda -eres el mejor novio del universo.

Da media vuelta, sujeta mi rostro entre sus manos y me besa con ternura.

-Tenemos que ducharnos,  son seis horas de camino a México y tenemos que salir temprano.
-Vamos a ducharnos juntos.

Sonríe y asiente levemente con la cabeza.

Comenzamos a caminar hacia el baño de esta habitación y al entrar, un enorme jacuzzi con espuma me deja sin habla.

-Ya lo tenía preparado.

Dice Fede abrazándome por la cintura y pegando su pecho a mi espalda.

-Me encanta.

Es lo único que puedo decir, antes de deshacernos rápido de nuestras pijamas y meternos al jacuzzi entre besos y jadeos.

(...)

Entro a casa y están mamá y papá sentados en el sofá, ambos me observan entrar.
Por un momento pienso que se dieron cuenta que yo no estaba con Mariela en Puebla y una presión invade mi estómago.

-¿Cómo te fue?

Dice mi padre sonriendo, me relajo por completo al verlos a ambos sonreír.
Me acerco a darles un beso en la mejilla.

-Muy bien, gracias, pero estoy cansada, quiero dormir.

Subo a mi habitación, me pongo mi pijama y me dispongo a dormir, estoy realmente cansada y necesito energías para mañana volver al colegio.
A ese infierno.

(...)

-¿Me acompañas al súper?

Dice Fede a mis espaldas, volteo y está recargado en el marco de la puerta de su habitación mientras yo estoy acostada en su cama.

-Claro.
-Vamos de compras como esposos.

Sonrío ante su comentario y me levanto de la cama para salir del departamento con él.

Nos cogemos de las manos y avanzamos hasta el súper.

Y como este niño que tengo por novio nunca va a madurar, me sube al carrito de compras y comienza a correr por todo el súper.
Casi choco con cosas o personas en varias ocasiones pero al parecer Fede tiene buenos reflejos y alcanza a girar a tiempo.

Deja de correr para comenzar a caminar y actuar serio, sin bajarme del carrito comienzo a coger todo lo que Fede me decía que necesitaba y lo voy metiendo a este.

Me bajo solo hasta que hemos llegado a la caja a pagar, y el chico que cobra nos miró extraño.
Como si nunca hubiera visto a dos novios haciendo compras...

-Ya quiero que nos casemos para venir todos los días de compras, y quiero un bebé.

Dice él posando una mano sobre mi estómago mientras buscamos un taxi para ir al departamento.

-¿Un bebé? ¿A esta edad?
-Cuando sea, un fedesito siempre será bienvenido.
-¿Y si es Alinita?
-También.

Pasa una mano por mis hombros y me besa la mejilla.

-Alguna día tendremos esa familia Fede.
-Y por fin vamos a ser completamente felices, lejos de los problemas y las personas que nos quieran separar.
-Claro, y me pregunto ¿el bebé hablará uruguayo o mexicano?

Fede suelta una risita y me vuelve a besar la mejilla.

-Depende de donde crezca. Imagina llegar con los chicos del team y decirles que van a ser tíos.
-Agus moriría de amor.
-También Mathi, serían ellos los padrinos del bebé.
-Obvio, Sebita tendría algo así como un hermanito, porque es el pequeño de la casa.
-Facu lo va a corromper.
-Gilbert lo hará experto en turn down for what.
-Christian siempre lo tendría a la moda y guapo.
-Y tú no lo dejarías madurar.
-Y vos le llamarías la atención siempre por ser tan bobo.

Sonreímos y nos besamos en los labios.

-Me encanta imaginar un futuro contigo.

Digo entre los labios de Fede.

-A mi también, ya quiero tenerte todos los días para mi, y juro que si vos quisieras, ahora mismo te llevaría lejos de aquí conmigo.
-No puedo irme y lo sabes.

Digo alejándome de su rostro.

-¿Por qué?
-Si puedo pero no ahora, obviamente me iría contigo, pero no en este momento.
-No importa, te voy a esperar mil años, te lo prometo.

Le vuelvo a besar los labios y vemos un taxi vacío rondando cerca de nosotros.
Subimos al taxi y nos dirigimos al departamento, cada segundo volteo a ver a Fede, y siempre nuestras miradas chocan, estamos enamorados. Se nota por la manera en que no podemos dejar de mirarnos, y nos sonreímos, y la forma en que él me guiña el ojo y un sudor frío corre por mi espina dorsal.

Amo a este hombre, lo amo peinado y despeinado, con barba y sin barba, en sus horas serias y sus horas de bobera, sonriente y triste, cariñoso y molesto, lo amo en cada una de sus facetas. Cuando se porta como un niño, y cuando me hace suya, con amor o con desespero, cuando me besa tierno y ferozmente, cuando es romántico y cuando me devora, lo amo tanto, que podría estar aquí y ahora diciendo las un millón de cosas que amo de él.

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¿Se imaginan un bebé de Fede?

Awww muero de amor 😻