Conocer el infierno

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Llego a la playa, y Rob ya está allí, me mira y no dice nada. Nota mis ojos hinchados, las ojeras debajo de estos.
Se acerca a mi y me abraza, yo lo abrazo por la cintura y lloro de nuevo. Él pasa una mano por mi cabello y me da pequeños besos en la cabeza, extrañaba sus brazos.

-Ali ¿qué pasó?
-Que tenías razón -digo soltándolo -Fede no es para mi.
-Ay Ali.

Me da un beso en la frente y nos quedamos abrazados mirando el mar por algunos minutos.

-Gracias por venir Rob.
-Obviamente lo haría, yo te quiero mucho y haría cualquier cosa por ti.

Volteo a verlo, y él me mira a los ojos.

-Eres un muy buen amigo.

Lo tengo demasiado cerca de mi, pasa su mano por mi mejilla, siento su respiración golpeando en mis labios, siento como se acerca demasiado, quiero alejarme pero algo dentro de mi me lo impide, siento el roce de sus labios en los míos, nos besamos, un beso tierno, nuestros labios se conocen, y en lo único que pienso, es que esto no se parece en nada a un beso de Fede, no siento lo mismo, con Fede siento como me vibra el cuerpo completo, con Rob no siento nada.

Lo alejo de mi y agacho la cabeza. Él me da un beso en la frente y me rodea de nuevo con sus brazos.

-Lo siento Ali.
-No te preocupes.

Digo recargando mi cabeza sobre su pecho.




Fede



Llegamos a la playa, y comenzamos a caminar por la arena, esto solo me lastima más, me duelen los recuerdos que tengo de Alina en este lugar.

Volteo la vista al frente y me quedo congelado.
Ali está con ese idiota, y lo peor de todo, se están besando.

Todos se detienen conmigo, mirando lo mismo que yo.

La furia invade mi cuerpo, las ganas de ir allí y romperle la cara a ese idiota.

Volteo a ver a Gilbert quien me mira con lástima.

-Aquí está tu estúpido plan -le grito en la cara, y lo empujo -ya tienes lo que querías, ahora vuelve a Texas que nadie te quiere aquí.

Y me voy corriendo de vuelta.

Nadie me sigue en esta ocasión, y no sé si es lo mejor, o si realmente me duele que nadie lo haga, pero lo que más me duele, es lo que acabo de mirar.

Llego al departamento, entro a mi habitación y comienzo a destruir todo.
Saco mi ropa y la tiro al piso, quito las sábanas de mi cama, golpeo la pared y el piso hasta que me sangran los nudillos de los dedos.

Me tiro al piso de bruces, pongo la cabeza entre mis manos y lloro, sin importar que me escuchen los vecinos, lloro y ahogo gritos en mi garganta.

Trato de hacerme pequeño en el piso, tratando que el dolor haga lo mismo hasta desaparecer.

Me duele, me duele saber que me dejó por él, ahora él va a besarla, mirarla, escucharla, olerla, sentirla. Nunca sentí lo que siento ahora, por más que lloro, el dolor no acaba, por más que golpeo no es suficiente, quiero tenerla conmigo, que huyamos juntos de toda esta mierda, llevarla a un sitio alejado donde podamos ser felices juntos... pero eso se acabó, mi momento con ella pasó.

Me acuesto boca abajo en el piso y sigo llorando, rogando porque la tierra se abra y me lleve consigo.
No imaginé que doliera tanto, la necesito, la amo, es mi vida, ella es todo para mi...

Escucho la puerta del departamento abrirse, escucho a los chicos entrar, escucho a Mathi entrando a mi habitación, lo siento sentarse en el piso, me pone una mano en la cabeza y yo cierro los ojos, porque el simple contacto de mi mejor amigo me reconforta.

Contigo ¡Porque te quiero!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora