Y nosotras con ellos.

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Fede se queda dormido, lo observo dormir, es como un niño pequeño, su respiración es más rápida de lo normal, y claro, está enfermo, de vez en cuando suelta un leve ronquido y hasta eso me parece tierno y atractivo de su persona.

Paso mi dedo índice con cuidado por su barbilla, raspa, pues la barba comienza a salirle, después paso mi dedo pulgar por su labio inferior, acerco mi rostro al suyo con cuidado de no despertarlo y dejo que su respiración golpeé suavemente mis labios, me encanta sentirlo, tocarlo, olerlo, besarlo, cuidarlo, mirarlo, mimarlo, me encanta todo de él, lo quiero con mi vida, y no imagino mi vida sin él, sin mi Fede.

Después de algunos minutos pensando en todo lo que siento por el hombre dormido frente a mi, me levanto de la cama, para dejarlo descansar completamente, salgo de su habitación, tratando de hacer el menor ruido posible, para no despertarlo.

En la cocina está Agus preparando un caldo de pollo para Fede.
Entro y comienzo a ayudarle.

-Gracias por preocuparse por Fede.

Le digo mientras corto una zanahoria.

-Es nuestro mejor amigo, lo queremos mucho.
-Mathi se sacó la lotería contigo.
-Fede también contigo.
-Y nosotras con ellos.
-Claro.

Sonreímos como dos tontas enamoradas.

-Tengo que ir a mi casa a dejar esto, y también voy por Mica, vuelvo en un rato -digo tomando mi mochila -cuida a Fede mientras no esté.
-Ya sabes que si, ve tranquila.

Nos damos un beso en la mejilla y salgo del departamento.
Los chicos no están, no tengo idea a donde fueron.

Llego a casa, dejo la mochila y salgo nuevamente diciendo que iba con Mica, lo cual no es completamente una mentira.
Paso por ella a su casa.

-Tengo el nombre de la niña.

Dice Mica mientras salimos de su casa.

-¿Cómo se llama?
-Melania, ya tengo sus redes sociales también.
-Muchas gracias Mica, ¿qué haría yo sin ti?
-Morirías.

Dice sacudiendo su cabello con egocentrismo.
Sonrío y le doy un beso en la mejilla, ella sonríe también.

Llegamos al departamento y lo primero que hago es entrar a la habitación de Fede.

Está completamente cubierto con las mantas y sigue dormido.

-Fede -digo quitando las mantas de su cuerpo -despierta.

Él abre los ojos, está completamente sudado, pero tiembla.

-Tengo frío, ¿podés pasarme las mantas?
-No, no debiste cubrirte, no te vuelvas a cubrir, quédate así, voy por una pastilla.

Salgo y cojo una pastilla y un vaso de agua.
Vuelvo y está acurrucado temblando pero no se a cubierto.
Se toma la pastilla y se vuelve a acostar.
Le pongo la mano en la frente, está muy caliente.

-Fede estás muy mal, tenemos que ir al médico de nuevo.
-No, ya se me pasará.
-Dime que sientes.
-Pues frío, me duele la garganta y la cabeza.
-Esperame.

Salgo y preparo una limonada, escuché que eso funciona, realmente espero que sea así.

Se bebe su limonada y salgo por un poco de caldo para darle.

Está sentado en su cama, recargado en la cabecera, me siento a su lado y comienzo a darle pequeñas cucharadas de caldo.

Es como un bebé, y yo dándole de comer en la boca.
Entra Mica a la habitación.

-Fede ¿Cómo estás?
-Enfermo.
-Que mal te ves, pero no te preocupes, Alina es la mejor enfermera que puedas tener, pronto vas a estar bien.
-Me he dado cuenta de eso.

Mica vuelve a salir y nuevamente nos quedamos solos.

-Gracias por cuidarme y consentirme.

Dice él cuando ya se a terminado el caldo de pollo.

-No tienes que agradecer tonto, cuidaré de ti y te mimaré toda la vida, te cuidaré como me cuido yo.

Le doy un beso en los labios y salgo de su habitación.
Me duele verlo así, porque lo amo, y si algo le llegara a pasar, yo posiblemente moriría, o por lo menos estaría deprimida el resto de mi vida, y a la larga, acabaría muriendo de tristeza y depresión.

Después de un rato, le preparo la ducha, él nuevamente se queja y reniega por no querer ducharse, pero es necesario hacerlo.
Y como un crío de 5 años, no se ducha sólo así que tengo que entrar con él y ducharlo yo.

-Ve lo que me haces hacer Federico.

Está sentado en el piso de la ducha y yo le estoy poniendo shampoo en la cabeza.

-Porque yo no quería ducharme.

Dice con los brazos cruzados en su pecho y el labio inferior salido.

-Tienes que hacerlo cochino.

Termino de ducharlo y nuevamente se acuesta en su cama.

-Me siento mejor después de la ducha.
-Lo sé, por eso quería que te ducharas, yo tengo que irme a mi casa, pero mañana vuelvo después del colegio.
-No quiero que te vayas.
-Tengo que irme, pero antes, tu medicamento.

Le doy las pastillas que le tocan, y le dejo un té en la mesita al lado de su cama.

-Ali.
-¿Mm?.
-Te amo.

Volteo a verlo, a pesar de su apariencia de enfermo se ve hermoso, con esa sonrisa perfecta.

-Te amo Fede.

Le doy un beso en los labios y salgo de su habitación, que daría por poder quedarme a cuidar lo toda la noche pero no puedo.

Están Facu y Mica en la sala.

-Facu, cuida a Fede, me llamas cualquier cosa.
-Claro, ve tranquila, soy el mejor enfermero.
-Bueno, trataré de confiar en ti.
-Dale frita, podés confiar en mi.
-Mira, tienes que darle estos medicamentos en la media noche.

Digo dándole una hoja con el nombre de los medicamentos anotados.

-Claro.
-Le dejé un té a lado de su cama, después puedes calentarlo en el microondas en caso que no se lo tome o hacer uno nuevo.
-Si, entiendo.
-Trata de que beba mucha agua, es necesario cuando nos enfermamos de la gripe, yo mañana vengo a verlo después del colegio, y mañana temprano te envío un texto con los medicamentos que le tocan en la mañana, posiblemente reniegue un poco pero no importa, tú obligalo, y mañana vengo también a ponerle la nueva inyección.
-Pareces su mamá más que su novia, Silvia estaría encantada con vos si te conociera.

Sonrío ante ese comentario, ojalá mi suegra me quiera cuando la conozca, que por cierto, me muero por conocerla.

-Tengo que cuidarlo, es mi novio.
-Ve tranquila, yo lo cuidaré como si fuera mi hijo, puedo ser atento y maduro cuando es necesario.
-Eso espero, porque si haces mal el trabajo, ese cinturonazo va para ti mañana.

Todos reímos, incluso Mica, ya fue Facundo de chismoso, como siempre.

-No será necesario.
-Bueno, nos vemos mañana.

Le doy un beso en la mejilla y Mica también y salimos del departamento.
Realmente espero que Facundo lo haga bien, no sabe lo que le espera si le pasa algo a mi Fede.

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