Maratón 4/6

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Sé que soy un desastre.


Me entran varias llamadas de Fede y los chicos, incluso de Sebas, pero no respondo ninguna.
No tengo ganas de hablar con nadie.
Sólo quiero estar acostada escuchando música y llorar.

No me di cuenta cuando me quedé dormida, pero ahora ya son las 7:35 de la noche, y me despertó mi mamá que me está sacudiendo del hombro.

-Te hablan abajo.

Dice ella con una expresión seria, se da cuenta que estuve llorando, pero no pregunta nada.

Me levanto, bajo las escaleras y veo a Sebas en la sala.

-Sebas.

Se da la vuelta al escuchar mi voz.

-Ali, tengo que hablar contigo.
-¿Qué pasó?

Digo sentándome y haciendo una seña para que él se siente también a mi lado.

-No te enojes por favor.
-¿Qué pasó?
-Es que yo... bueno yo, pues tuve que hacerlo, le conté a Fede porque estábamos saliendo juntos.

Me quedo seria mirándolo, la verdad es que ya no me importa que sepa todo, que piense lo que quiera de Rob.

-Bueno, ya no importa en realidad, igual Fede y yo ya no somos novios.
-¿Terminaron?
-No aún pero terminaré con él.
-No ¿cómo crees? Si ustedes se aman.
-Una persona que te ama, no te lastima.
-Estaba enojado ponte en su lugar.
-Si ya lo pensé bastante, pero piensa de que más puede ser capáz cuando esté enojado.
-Él está muy arrepentido, y me pidió que venga por ti ahora, porque quiere verte.
-No no quiero verlo Sebas.
-Por favor Alina, vamos conmigo, él no ha parado de llorar en toda la tarde.
-No quiero verlo, mejor otro día.
-Igual vas a tener que verlo, ya sea para terminar o volver, ¿por qué no ahora?

Me quedo pensando una excusa para decirle, pero la verdad es que no tengo una, así que sólo suspiro y me levanto del sofá.

-Bien, vamos entonces.

Me pongo mi sudadera y salimos de la casa, no vamos al departamento, nos dirigimos a la playa.

Mientras avanzamos por la arena, puedo visualizar a Fede sentado a la orilla, y el corazón me da un vuelco. ¿Soy capáz de terminar con él? ¿Soy capáz de renunciar a su sonrisa, su mirada, sus besos y sus caricias?.

A medida que nos acercamos, me crece el nudo en la garganta.

-Fede -dice Sebas llegando a su lado, él voltea, me mira y se levanta rápido de la arena -aquí está Ali.

Dice Sebas, después se aleja y nos deja solos.

-Alina.

Dice Fede con un hilo de voz, da un paso hacia mi y yo retrocedo.

-¿Qué quieres?

Digo tratando con todas mis fuerzas de no llorar.

-Perdón, lo siento de verdad, yo estaba molesto, y yo...
-No es justificación ¿sabes? Tratarme así por estar molesto, y lo peor, din dejarme darte una explicación.
-Estaba celoso, no quiero perderte, no sé como actuar a veces, pero te prometo que...
-No prometas nada Federico, te la pasas prometiendo cosas que no cumples, ahora no sólo me lastimaste el corazón, hoy también me lastimaste físicamente.
-No me contuve, yo no sé como tener una relación estable, vos sos mi primer novia formal, sos la primer persona que yo he amado verdaderamente, sos la primer persona que me ha hecho amar, llorar, reír, sufrir y tener miedo, nunca había amado tanto a alguien como te amo a vos -no me di cuenta cuando comencé a llorar, y Fede también lo hace -estoy aprendiendo con vos, soy nuevo en esto del amor, vos me estás enseñando y me he equivocado como todos alguna vez, ¿no me merezco otra oportunidad?

Guardo silencio por algunos segundos, no porque no tenga una respuesta clara a esa pregunta, sino porque no puedo hablar, la voz no me sale.
Trago saliva varias veces hasta que recupero el habla.

-Te juro que me estoy esforzando mucho por no rendirme.
-Alina, yo, te juro que te amo, te juro que no quiero perderte, no quiero alejarme de vos, sé que soy todo un desastre pero por favor no me dejes.

Y eso me rompe el corazón nuevamente, no puedo hacerlo, no puedo dejarlo, no sé si estamos hechos para estar juntos, pero si sé que si hemos llegado hasta acá es porque nos seguimos eligiendo, a pesar de todo, y después de tanto que nos costó coincidir, creo que no es un buen momento para darme por vencida.

-Es tan -digo tomando una fuerte bocanada de aire -difícil imaginar que alguien como Fede Vigevani se iba a enamorar y llorar por alguien como yo. Es decir, tantas niñas detrás de ti, y tú te fijaste en mi.

Él sonríe de una forma triste, ladea la cabeza y me mira con ternura.

-Para mi es difícil aceptar que me sigas soportando a pesar de todo.

Sonrío y me acerco a él, nos fundimos en un abrazo y lloramos, ya no por miedo, sino por alegría, alegría de seguir juntos a pesar de todo, de continuar luchando, porque todas las promesas que nos hicimos las tenemos que cumplir.







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Una pequeña curiosidad: Las fotos que pongo en multimedia son screenshoots porque me da pereza recortarlas :/

Contigo ¡Porque te quiero!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora