Kurt Hummel-Anderson

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Narra Blaine Anderson:

Horas después de la fiesta:

Estoy nervioso, unos pocos segundos más y mi vida cambiará para siempre; para mi bien.

-¿Cuanto falta amor?, no veo la hora de llegar.-Dice Kurt, algo impaciente...nada nuevo.

-Estamos a tres minutos de llegar, siempre tú tan impaciente.-Reímos ambos y sigo mi camino manejando.

Cinco minutos más tarde...

-Llegamos, pero antes...salgo del auto y le abro la puerta a mi reciente esposo.-Después de usted, señor Hummel.

-...te equivocas, ahora me puedes decir Señor Hummel-Anderson, tu esposo.

-Estoy tan feliz, todo lo atravesamos juntos, puedo recordar cada momento de nuestro día a día, cuando te molestaban, cuando chocamos...-Kurt me interrumpe.

-Cuando Sebastian se metió en nuestra relación...

-No arruines el momento, amor.-Río por su comentario y lo agarro de las manos.-Te amo, gracias por hacerme el hombre más feliz, gracias por demostrarme cada día lo que es ser un verdadero hombre luchador como lo fuiste y lo eres tú, y espero darte las gracias en un futuro por haberme demostrado que siempre seguirás siendo ese hombre luchador de mis sueños.-Miro sus labios, con ganas de besarlos apasionadamente.

-Me haces llorar.-Dice mientras le caen lágrimas.

-Pude notar que lo hago...-Le sequé una mejilla con mi pulgar y me fui acercando más a él.-Te ves hermoso con tu traje de novio.

-Gracias cariño, pero a ti por dios, gracias a tus padres por ser tan bellos y seguir la tradición de fabricar bebés Anderson hermosos.

-Estás un poco drogado me parece.-Le digo en broma mientras juego con su cabello suave y castaño.

-Quiero decirte que tú me hiciste el hombre más afortunad...-Lo interrumpo.

-Cállate y besame, Kurt Hummel-Anderson.

-¿Disculpa? Lo siento, no escuché bien...

-Kurt Hummel-Anderson.

-Eso suena tan bien...

-Ajá si, besame.-Río y lo beso apasionadamente, sin importarme estar en la calle, de noche y con frío.

-Entremos a la casa.-Dice Kurt susurrando.

-Corrección...nuestra casa, y discúlpame, pero tengo que hacer esto.-Abro la puerta y agarro a Kurt, alzándolo en mis brazos.

-¡¿QUÉ HACES?!-Dice riendo a carcajadas.

-Lo que siempre quise hacer.-Entramos y cierro la puerta, empujando esta con mi pié.-Bienvenido a nuestro hogar.-Digo aún sin soltarlo y lo beso.

Sueño cumplido, ser feliz.

Mirada (KLAINE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora