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El ambiente estaba un poco tenso aquella mañana, la guardia anterior había sido mía y gracias a mi suerte tres walkers habían ingresado a la zona, por poco atacan a Zayn. No podía dormir, la idea de mi mejor amigo convertido en uno de ellos me helaba la sangre.

— ¡Isabella! —Gritaron mi nombre, problemas pensé me levante a tropezones mi cerebro no funcionaba al cien tome un suéter y lo pase por mis brazos deje mi short del pijama puesto y sin olvidarme de mi fiel cuchillo  salí.

—¿Que ocurre? —me asuste al ver un caminante en el piso.

—¿Vez algo raro? — Dijo Juan señalando el piso.

—No — bufe molesta, cometí un error lo sé, ¿pero tenía que restregármelo todos los días de esta maldita eternidad? "sí" respondió mi querido subconsciente "Zayn casi muere" —Lo sé —murmure.

—¿Qué? —Negué — bien, pues es un maldito ¡WALKER! Por si no lo notaste es el cuarto del día.

—¿Quien lleva la cuenta? —dije con un toque de humor me arrodille en el suelo lejos de la sangre color negro que escurría del cuerpo del zombie lo observe le faltaba un ojo y parte de su cráneo —oh Dios —contuve las arcadas al notar que todos sus intestinos estaban fuera.

—No volverá a la vida si lo miras —su voz suave me trajo de nuevo a la realidad.

—Zayn —dije entre susurros partiendo en llanto con sólo verlo.

—Llorona Smith —se burló.

—Dejen el amor para después —"amor" me sonroje —¿Quieres mirar más de cerca a este caminante? — me arrodille muy cerca a su rostro y casi pude ver como un gusano pasaba en su oreja

—Jhon —mis ojos se abrieron como platos, Dios esto es mi culpa —No, ¡no puede ser! ¡Yo! Dios —mis piernas me fallaron y se doblaron mis rodillas, caí por completo en el charco de sangre llenado mis piernas de esa oscura secreción.

—Aléjate de la sangre Bella puedes infectarte —Me levantó Juan pasando sus brazos bajo  mis hombros —no es tu culpa —me tranquilizo, al ver mi mirada de confusión continuo —Jhon salió a tomar un paseo, al entrar unos amigos no humanos lo siguieron eso es todo, él no los vio pero la puerta quedo abierta toda la noche, tenemos que revisar persona por persona e irnos de aquí.

—¿Irnos? —pregunte, Asintió

—Zayn, pabellón alfa —asintió—Bella toma —me acercó el arma que la noche anterior lleno de ira me había quitado — pabellón Beta, yo iré al gamma —Cada uno partió a sus respectivos lugares. Detestaba esta parte de mi rutina,  lo que ahora se llamaba vida, la humanidad estaba perdida y con esto sólo terminaba de hundir a los de mi propia especie.

Camine piso por piso sacando a todos los habitantes de nuestro grupo al finalizar mi tarea 7 de ellos estaban infectados cuatro niños y tres adultos, lo que dejaba limpios a unos doce padres hijos hermanos en fin familiares de los infectados

—Saben que tengo que hacer— dije en un susurro.

—Pero Isabella es una niña —dijo en defensa la madre de Sofía.

—No tengo opción está infectada —señale la mordedura de su brazo.

—Si fuera tu hermana... —la interrumpí.

—Lo haría, no permitiría que ella se convirtiera en un ser no humano que coma carne viva para su subsistencia. Si prefieres tú puedes hacerlo —dije con una mirada fría y seca que sólo usaba en estos casos.

—¡No puedo! Yo le di la vida –bajo la cabeza observando cómo su hija temblaba y empalidecía —Te amo hija — dijo despidiéndose, trato de acercarse y me negué.

—Lo sabes —Partió en llanto —tal vez lo mejor es que no veas esto

— Tengo que hacerlo —respondió. Suspire hondo saque el puñal que guardaba en una funda colgado de mi cintura y en un vuelo de filo atravesé sus oídos de extremo a extremo cortando todas sus funciones cerebrales, su cuerpo cayó en mis brazos me estremecí luego de esto mi parte sentimental afloraba como antes pero no podía demostrarlo —. Lo... lo... yo lo siento —logre decir sin apartar la mirada del cuerpo, un estruendo me hizo recobrar el sentido... mi arma.



La Profecía |Zayn Malik|en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora