Capitulo 31

264 30 3
                                    

Paso toda una semana, realmente mi espalda dolía, mi vientre era tan grande que me movía con dificultad.

Camine por los pasillos del hotel, al salir la vi sentada sobre una casa rodante haciendo la guardia, me sonrió y saludo con su mano, la ignore y seguí mi camino hasta María. Llegue a su casa rodante, la usábamos como enfermería, toque la puerta y ella abrió.

-Sigue hermosa –me miro sonriente –recuéstate en la cama –me ordeno y obedecí. Me coloque de costado y ella se acerco, paso una crema muy fría por mi moretón, me estremecí –listo Bella, estas progresando mucho –dirigió su mano a mí y me ayudo a incorporarme –en unos días más ni se verá.

-Gracias –sonreí –María, ¿extrañas a tu hija? –pregunte de repente

-Claro, la extraño con cada célula de mi cuerpo, con mi alma, con mi corazón –dijo con pesar –me han contado, que no te llevas con la chica nueva – ella cambio el tema, no la iba a contradecir.

-Sí, ella es muy dulce, es amble pero yo no –suspire –simplemente no congenio con ella –María asintió.

-Zayn me lo dijo –suspire.

-Lo sabia –rei.

-Pero también me dijo que ella está para protegerte –susurro.

-¿Lo sabes? –pregunte y asintió -¿todo?

-Todo –miro por la ventana –Zayn realmente es un chico cerrado, pero todos necesitamos desahogarnos algunas veces –me guiño un ojo –la chica solo quiere ser tu amiga.

-Supongo –me levante –gracias, iré a dormir un poco, me siento exhausta.

-Claro, ve –sonreí y Salí de su casa, ella me siguió con la escusa de que iría a su cuarto por algo de ropa.

Me senté en la cama, mire el cielo, la tarde caía el sol se ocultaba, al lado de mi habitación estaba Juan, tan concentrado en limpiar las armas, camine hasta la puerta, lo veía serio, su mirada perdida mientras que sus manos limpiaban una y otra vez la misma parte, bajo sus ojos, ahora se notaba triste.

-¿Estás bien? –dije al notar que no me había visto.

-Muy bien, ¿Qué tal tu? –Pregunto –mejor ustedes.

-Estamos bien, el se mueve mucho, si este mundo fuera distinto, yo diría que sería un gran jugador –el soltó una risita.

-Ojala –levante una ceja –ojala este mundo fuera distinto, tal vez hubiéramos sido una familia normal, ya sabes desayunar panqueques un domingo, salir a pasear, caminar tomados de las manos en un parque, jugar con el pequeño Christopher  -suspiro apesadumbrado.

-¿Qué ocurre Juan?, esto nunca te había molestado, nunca mirabas hacia atrás con tanto pesar –asintió.

-Es todo esto –murmuro –en esta nueva realidad mi querida Bella, o Matas o Mueres –dijo frio, con cierto tono de fastidio.

-¿Qué quieres decir? –pregunte, el miro su arma, mi cuerpo tembló.

-O matas o mueres –repitió con el mismo tono.

-Juan –dije en suplica.

-Ya lo sabrás, ya lo sabrás –se levanto, armo el arma en tiempo record, llego hasta mi. Me tense pero no retrocedí –toma –me dio su arma.

-Es tuya –dije sin aceptarla.

-Ahora es para ti –dijo y la puso en mi mano –la necesitaras –dicho esto se aparto de mi vista. Salió, no logre ver cuál fue su paradero, pero escuche el ruido de un arma cargándose, tal vez saldría a cazar.

-¡Walkers! –grito una voz femenina, Beth– ¡Una horda! –Grito de nuevo –¡Son Muchos! –siguió, corrí con dificultad, pude verla, disparaba con dificultad –escóndete –articulo –gire mi mirada y todas las defensas caían, muchos walkers entraban, mas de los que yo había visto,  mi respiración se volvió agitada, corrí dentro, cerré la puerta muy duro, un estruendo se desprendió de esta, mala idea, corrí al cuarto de baño, para mi suerte este era privado y tenía su propia puerta. Tenía 5 tiros, eso era todo, no temía por mí, había enfrentado walkers anteriormente, pero nunca con una panza gigante. Escuche ruidos fuera, estaban aquí, sus gemidos eran agudos, insoportables, contrálate me repetía mi mente, contrólate, la última vez que los walkers entraron a nuestro hogar más de la mitad murió, esta vez no sería diferente y eso me petrificaba. 

Las horas pasaban, ellos no me encontraban, pero sabía que estaban ahí, sus gemidos, sus pasos sin coordinación me informaban que no se rendirían. 

-Es todo –grito una voz desde fuera, la voz de un Hombre Juan –vámonos –se van no, me levante, no pueden irse, me coloque en el suelo y mire por la rendija, mas de 40 pies se veían lo que redondeaba a 20 walkers, no podría con ellos.

-No, Bella no está –sus voces se oían fuerte, tal vez estarían detrás de esta pared –no me iré sin ella –repetía, era él, Zayn, el no me dejara lo sé.

-Te quedaras tu solo –repetía la voz de Juan –debemos irnos. Zayn no queda nadie, todos están muertos.

- Tú sabes bien porque, o mejor por quien –dijo Zayn con voz seria, casi arrastrando las palabras.

-No lo menciones –escupió Juan – haz lo que quieras –finalizo, la conversación se apago y no pude hacer nada, si gritaba que estaba aquí tal vez no llegarían a tiempo. Las horas pasaron, mi panza rugía por hambre y el pequeño Chris no dejaba de moverse, los gemidos no paraban, no podía moverme si lo hacia ellos sentirían, lograba creer que se aburrirían y se irían, pero ni siquiera dormían, era imposible, si me quedo aquí, moriré, o mi hijo podría enfermarse, maldición. El tiempo no se detenía, no podía saber si era de día o de noche, si era la madrugada, si Zayn estaba buscándome o se abría ido, peor si seguía vivo, mis ojos se cristalizaban a cada segundo que pasaba, el miedo se apoderaba de mi, pero mi instinto maternal me obligaba a proteger a mi bebe. Decidida y con 5 balas y un cuchillo me levante del suelo.  Camine a la puerta, tome un respiro profundo y abrí la puerta.

perdón por la demora, se que es corto, pero es con amor, espero sus votos.

La Profecía |Zayn Malik|en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora