Capitulo 39

199 24 0
                                    

Las noches pasaron, junto con los días, Mi pequeño hijo cada día crecía más, idéntico a su padre, desde sus rasgos hasta su personalidad. Zayn y yo, no hemos cambiado en nuestra relación de amigos y enamorados, él no quiere dar el siguiente paso y no quiero ser yo la que lo de.

-Han pasado cinco meses –dijo María sentándose a mi lado –Me siento como en casa.

-Esta nunca será nuestra casa –dije sincera –pero no te negare, que me siento segura.

-¿Qué pasara cuando cumpla los dos años?

-Esa duda me persigue, pero si el niño debe ser dado en sacrificio, yo…

-No lo digas Bella, yo te entiendo, Chris, es como mi sobrino, no dejare que nada malo le pase. Si es así, prefiero vivir en este infierno, antes de entregarlo.

-¿Y si eso es visto como egoísta? –pregunte asustada.

-No Isabella, no puedes llamar egoísta a una madre, que solo ama a su hijo –murmuro, se levanto y camino a la puerta –Tal vez, Zayn, puede ayudarte, el sabe más de esto –asentí –Debo ir a preparar el almuerzo, nos vemos en unos momentos.

-Si

Tome a mi pequeño, mientras lo colocaba en mi pecho, era hora del almuerzo y el no se quedaría atrás, lo cubrí con una manta y camine hacia donde creía estaba Zayn.

En el camino, tuve que pasar por las trampas, para aquellos caminantes, que decidían echar un vistazo, tal vez para conseguir una botana fácil, pero eran recibidos por unas celdas, parecidas a las trampas para ratones, incluso irónicamente, me recordaban un campo de minigolf, puesto que no solo habían celdas, encontrabas cuerdas que automáticamente disparaban rifles, controlados o no por miembros de la comunidad, algunas estacas de madera, espadas, vidrios y todo lo que pudiera deshacerse de estos, ¿Cómo llamarlos, después de tanto?, ¿enfermos? me detuve, observando a una de esas criaturas, un Walker, una mujer de tal vez 30 años de edad, que ahora luchaba contra las rejas que la aprisionaban, para alcanzarme, intento inútil, el pequeño Chris se movía inquieto, trate de tapar su rostro, pero eso no era lo que él quería, él quiera verla.

Camine un poco más cerca del Walker, a su corta edad mi pequeño con dificultad, levantaba la cabeza, así que lo hizo y con mi ayuda el pudo observar al ser, que al hacer contacto con los orbes color miel de mi hijo, se calmo, su rostro se ablando e incluso puedo decir, que vi un brillo en sus ojos.

-¿Qué haces? –pregunto una voz masculina.

-Yo, solo paseaba.

-Aleja a mi hijo de allí –sin renegar asentí, Christopher, pareció molesto, puesto que profirió un llanto desgarrador.

-Calma –dije al ver que los walkers se molestaban y se agitaban. A paso rápido me aleje del lugar, escuchando como los hombres disparaban a los caminantes, que afuera residían.

-Bella –dijo cerca a mí – ¿Qué ocurrió allí?

-No lo sé –dije honesta –el solo quería verlos, y ella, pareció tan tranquila con su contacto. Incluso la vi feliz.

-Los sentimientos, son propios del alma humana –susurro con pesar.

-¿Dices que no son humanos?

-Ya no lo sé.

-Zayn, por favor, se honesto, ¿Qué harán con mi hijo?

-Nada malo –dijo frio –no permitiría que mi hijo sufriera, Bella, el nos salvara, incluso estoy haciendo una pequeña viña, podremos estar los cuatro, aun cerca de la comunidad, pero con mas privacidad –asentí –rodeados de césped, nuestro hijo podrá correr, ser libre, disfrutar como un niño –sonreí.

La Profecía |Zayn Malik|en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora