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Me detuve, frene en seco apreté la pala y respire hondo, lentamente abrí la puerta procurando no hacer ruido, en mi mano Nana temblaba de miedo, me preocupaba más su seguridad que la mía.

— Estaremos bien —dije mirándola fijo a los ojos —sólo procura no gritar promételo pase lo que pase no gritaras —asintió.

— Lo prometo —dijo muy decidida, bese su mejilla.

La sala de estar estaba hecha un asco, todo era desorden, los cajones estaban vacíos entre en la cocina Nana me apretaba, estaba asustada no la mire, no quería que se preocupara con mi expresión, los cajones de la cocina no mostraban nada en su contenido, ¿Sería buena idea llamar a mamá?, entre al patio error, un ser estaba en el cerré la puerta muy duro, un pequeño estruendo se esparció.

—Bella —susurro Nana, gire mi rostro la observe ella miraba la escalera— es mamá, ¡Mamá! —corrió a sus brazos "algo está mal" intervino mi amiga conciencia, era cierto, mamá caminaba de forma extraña, podía jurar que chocaba con las paredes y que su pecho tenía sangre.

—¡Fernanda, no! —grite y la tire de un brazo, me miro confundida.

—Es mamá —dijo en un berrinche.

—No lo es, detrás de mi —me ignoro, siguió su rumbo —por favor, Nana vuelve —miraba a su "madre" con todo el amor filial que tenía en su ser, "mamá" la miro y corrió bajando las escaleras produciendo un ruido extraño. Giro su cara y pude ver que faltaba una de sus mejillas, podía ver la raíz de sus dientes, de un color negro profundo —¡Fernanda regresa ya! —se paralizo un grito asfixiante se escapo de su boca el ser, "mamá", se aproximo muy rápido a ella —¡perdona mamá! —dije con lagrimas en mis ojos, levante la pala y la golpee arrojándola al otro extremo, me pare frente a ella a horcajadas de su cuerpo. —te amo, no puedo dejar que vivas así, no eres tú, tu alma esta en el cielo —estiro sus manos para atraparme, gire la pala coloque el mango en su cabeza pero no pude, ella me dio la vida ¿no es verdad?, como podría matarla. Mi piernas temblaban no podía sostenerme, tomo mi pierna.

—¡No, no! ¡Zayn! —Grito Nana con mucho miedo, ayudándome a volver a la "realidad" o lo que fuera esto —¡Lo prometiste Zayn!, ¿donde estas?... Bella —lloraba sentada en un esquina mientras que con sus brazos se limpiaba bruscamente la cara —mamá no lastimes a Bella, no —sollozaba muy fuerte, tratando de ayudar lanzaba lo poco que encontraba a su alrededor.

—Oh Dios —dije tomando aire, el mango de la pala seguía apoyado en su cabeza con la suficiente fuerza para que no me  atacara, era el momento era ella o yo, y conmigo Fernanda. —Te amo, nos veremos otro día, mamá, perdóname —hice mucha presión, su cabeza se partió en dos y todos sus sesos se expandieron en el piso, mis piernas y parte de mi abdomen. El olor era repugnante, Nana lloraba su llanto helaba mi sangre al ver a la mujer que me dio la vida con el cráneo roto en dos, me caí en su vientre, el olor era repulsivo, me producía nauseas, pero era mamá, era mi mamá. 

Las lagrimas caían por mis ojos, los sollozos me invadían unos cuantos gritos silenciosos salían de mi boca —ayúdame, hazme fuerte, para que pueda tomar las decisiones que tú tomarías, para que pueda cuidar a Fernanda y cuidarme a mí, no tenias que irte, si tan sólo hubiera llegado antes, mamá, cuídanos —suspire, me levante del suelo y me dirigí a Nana, sus rostro estaba fijo en mamá, ella no tenía que ver eso, Dios ella es una bebé, no tenia que vivir esto. Un niño no tiene porque vivir esta porquería —mamá está en el cielo —asintió.

—Lo sé, ella era  muy buena, debe ser feliz —miro al cielo y suspiro —¿y papá?

—Entra aquí —señale la alacena —no hagas ruido, vendré por ti en un rato, no te asustes —cerré la puerta ella estaba confundida pero aun así obedeció, subí a la planta alta, estaba papá tendió en el suelo un disparo en su cabeza le había evitado el mal momento de convertirse en un zombie, él no merecía morir, ni él ni mamá, lo levante con gran esfuerzo colocándolo boca arriba en la cama —volveré —dije al cadáver de mi padre sonriendo.

Baje las escaleras, a partir de ahora caminaría por habito al igual que viviría por costumbre, parpadee observando el cadáver de la mujer que mas amaba, pase por la cocina.

—¿Estas bien? —pregunte hacia la alacena.

—¿Bella eres tú? —Murmure una afirmación —¿puedo salir?

—Aún no, no tengas prisa, sólo no hagas ruido —dije en un tono sombrío. Volví a la estancia al final de la escalera tome el cuerpo de mi madre lo levante cubriéndome de sangre, la lleve a la segunda planta, recosté su cuerpo en la almohada junto a papá trate de acomodar su cráneo con una liga, funciono, bueno, no tanto por lo menos reconocía su rostro, yo solo quería ver su sonrisa, que nos abrazara que me dijera una vez más "Te amo, pequeña osita". Junte las manos de mis padres, sonreí forzadamente, murieron juntos, eso me consolaba de cierta manera, pero yo pude ayudarlos, esto no debía ser así.

—Vamos, Nana sal —abrí la puerta, ella salió —quiero que veas algo, tengo que hablar contigo.

—¿Estoy en problemas? —preguntó confundida.

—No, no podrías —la abrace —eres como un ángel, pero esto puede ser duro.

—Mama está muerta, lo sé –dijo muy triste y algunas lágrimas tocaron sus ojos, me siguió miro la escena de nuestros padres muertos, y sus fuerzas se desvanecieron. —papito, mamita —dijo sus palabras me rompieron en mil pedazos, su voz era tan dulce y tan pura, me sentía malvada al tener que decirle lo siguiente:

—Nana, toma una maleta y llénala de ropa, si encuentras comida tómala también, baja no hagas ruido.

—Sí —dijo se detuvo unos segundos —no repitas más no hagas ruido, lo memorice —sonrió —¿y el monstruo del patio?

—Si no te escucha no hará nada —asintió y bajó, observe a mis padres por unos minutos más. —adiós —susurre me dirigí a mi habitación tome una mochila y ropa, Fernanda ya había tomado lo poco que quedaba de su ropa, de la misma forma tome yo la mía, entre al baño para mi suerte quedaban muchas cosas tome jabones, el botiquín y algunas cosas de higiene, baje por las escaleras, pero mi equilibrio me juego una mala pasada, tropecé desde la segunda escaleras hasta golpearme con la pared del final.

—¡Bella! —escuche un grito muy agudo proveniente de la cocina, trate de incorporarme pero no fue posible, la oscuridad me llamó y no pude resistirme.

Chicas perdón si no subo seguido pero ahora comencé a trabajar y el tiempo que tengo es contado ... hasta mi día de descanso que no tengo idea de cuando es pero tratare de actualizar en cuanto pueda las quiero disfruten y dejen su opinión

-Liz


La Profecía |Zayn Malik|en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora