La Profecía |Zayn Malik|en edición

Capitulo 30

 Los gritos retumbaban en mis oídos, el viento chocaba contra mi rostro y me estremecía, sentía que unos brazos me rodeaban, Zayn pensé. Mis ojos se abrieron,  la realidad me rodeo. Sus ojos azules, su barba de  pocos días y su mirada perdida en el horizonte, algo de preocupación se extendía en su cara, me cargaba en uno de sus brazos,  mientras que con el otro disparaba hacia atrás. Corrimos hasta el auto, aun así el seguía disparando, me coloco en el asiento trasero, noto que mis ojos estaban abiertos.

-no te preocupes, todo está bien –planto un beso en mi frente y corrió al asiento delantero, arranco el auto mientras disparaba por la ventana, logre incorporarme con un dolor insoportable, y lo vi, la tomaba de la mano y corría con ella hacia otro auto, mi cabeza giraba, los ojos de Juan me observaban por el retrovisor –trata de no morir –dijo y sonrió –bella, resiste –dijo esta vez con voz de preocupación.

Me deje caer en la silla, cerré mis ojos y deje que la paz volviera a mí.

El viento choca contra mi rostro, de nuevo, Juan corría por el patio del hotel, reconocía  a las personas que me rodeaban.

-Ron –grito Juan –medición, Ron ¿Dónde estás?

-¿Qué pasa Juan? –Oí la voz de ron -¿el bebe? –pregunto, no escuche respuesta de Juan.

-mi hijo –susurre.

-el está bien –afirmo –ahora preocúpate por ti –espeto con frialdad –ya que tu protector, tiene cosas mejores que hacer.

Me coloco en la camilla de la casa rodante, de Ron.

Cosas mejores, pensé en la rubia.

-Ron, mi bebe –dije y sentí lagrimas en mis ojos

-tranquila bella, tengo algo para ti –dijo y note entusiasmo en su voz –hice un viaje rápido al hospital y conseguí esto –abrí mis ojos con lentitud y pude ver una maquina –podre hacerte una ecografía, lo veremos.

-¿lo veremos? –Asintió –hazlo –pedí.

El tomo un liquido y lo puso por mi vientre, luego coloco una parte de aquella maquina sobre este, logre ver algunas figuras en la pantalla.

-míralo –señalo una figura en el monitor, me explico todo cuanto se veía –bella, es un niño –mis ojos se llenaron de lagrimas.

-mi bebe –sonreí –mi bebe es un niño, gracias Ron, te expusiste por mí, eres el mejor –el sonrió en respuesta.

-¿sabes cómo se llamara? –Asentí –dímelo.

-Christopher –dije, realmente amaba ese nombre –mi Chris –mi corazón se lleno de amor y logre sentirme bien por un momento en este día. Gemí, un dolor en mi lado izquierdo de nuevo.

-¿Bella? –Pregunto -¿Qué pasa? ¿Dónde duele? –señale mi costado izquierdo, me giro y trato de tocarme, me retire de su lado el dolor me quebraba –tranquila –susurro –Dios.

-¿Qué es?

-tienes un hematoma, muy grande –toco y gemí –caíste de lado, sobre algo fuerte, vale no es nada. Lo curaremos –oí ruidos al otro lado de la casa. Y unas risas.

-¿Chris? –el negó -¿está bien? –asintió.

-¿Qué paso? –dijo pidiendo que relatara todos los hechos.

-una chica eso paso –fruncí el ceño –una torpe rubia –conté toda la historia sin omitir algo.

-veo que estas celosa –negué –descansa –rio –Chris necesita reposo –asentí, me gire y trate de dormir.

-¿Bella? –la voz de Ron me trajo de mis pensamientos.

-¿Qué tal todo?

-genial, todos están muy contentos con la chica nueva, les está enseñando como cazar –asentí –Bella, Beth es una buena chica, no creo que lo haya hecho con intención alguna –negué –creo que lo que pasa aquí es un ataque de celos.

-es que él es mi amigo –dije con pucheros –no pensé en que me abandonaría por unos ojos lindos.

-lo llamare –dijo –el debe conocer el sexo del bebe.

-no –bufe –Juan, el es el padre.

Y así a los 10 minutos entro Juan. Su sonrisa cubría la mitad de su rostro.

-el pequeño Chris ¿no? – Asentí –gracias, no pensé que me dejaras compartir contigo esto –negué con la cabeza.

-es tu hijo –mire al suelo. El beso mi frente y salió. Escuche que grito algo y luego de eso Zayn entro en la casa.

-¿Cómo estás? –pregunto y no respondí –Bells, yo no quise dejarte, pero…

-pero debías estar con Beth –complete –en fin, solo quiero que sepas que mi hijo es un niño –susurre.

-¿Cómo lo llamaras? –pregunto.

-Christopher –dije seria.

-lindo nombre –asentí.

-¿me perdonaras? –se sentó a mi lado.

-¿tengo algo que perdonar? –enarque una de mis cejas.

-realmente creo que si –susurro –te deje caer, si no hubiera estado tan distraído pude haberte sostenido cuando…

-ya déjalo –solté –mi Chris está bien. Yo solo tengo un moretón y tú tienes un nuevo amor.

-una nueva amiga –dijo corrigiéndome–Bella, Beth es solo una amiga.

-una amiga que hizo que yo estuviera a punto de perder a mi hijo –reproche con cierto tono de ira. Aunque pasa ser honesta solo estaba exagerando

-vamos no seas extremista –me miro fijo.

-¿extremista?, por favor, la chica apareció de la nada, ¿quien aparece así en un apocalipsis?

-sabes que tienes que ser discreto –negué.

-vete Zayn, ahora –el negó.

-Isabella, soy tu protector, además –guardo silencio.

-¿además? –pregunte.

-además, Beth también –dijo con susurros.

-Beth también ¿Qué? –realmente el me estaba confundiendo, sus frases eran tan simples que no tenían sentido.

-Beth también es tu protectora –mis ojos se abrieron como platos y salte hacia la parte trasera de la cama.

-no –murmure –no puede ser –trate de tranquilizarme -¿pero cómo? – ¿que acaso no era él mi único protector?

-ya te lo he dicho, no solo yo soy tu protector, existen muchos y están contigo o lejos pero siempre buscan la forma de protegerte, Beth estaba ahí porque un walker podría aparecer, yo pedí que enviaran a alguien –mi cabeza giraba y realmente me dolía.

-¿se quedara? –pregunte y el asintió –genial –dije con sarcasmo.

-Bella, ella está dispuesta a ayudarnos, podemos ir a buscar a Nana –dijo y un brillo cruzo por sus ojos

-Nana –dije y sonreí – ¿estás seguro? –Asintió.

-descansa. Lo que sigue te agotara –murmuro, se levanto y salió de la casa rodante

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El último de mi reserva, prometo escribir más, perdón por la demora, pero esta semana la tuve tan llena de tareas, he tenido unos días de horror, ni uno bueno en fin, ustedes siempre me alegran…

Espero sus votos.