La Profecía |Zayn Malik|en edición

Capitulo 27

Esas fueron las últimas palabras que cruce con Zayn, para él yo solo era una sombra. Varios meses pasaron y para mi sorpresa algo más que la distancia entre él y yo creció, mi vientre era realmente grande para tener 5 meses, contados desde la vez en la que Juan me hizo suya a la fuerza.

-ya estoy cansada de esto –dije entrando en el cuarto de María –maldición, extraño a mi hermana, extraño mi vida.

-te entiendo bella, siéntate querida –dijo y me acomode en su cama –yo también extraño a mi pequeña, pero no ganamos nada molestándonos menos tu, no en tu estado.

-mi estado –miro mi vientre, por más de que no quisiera ya tenía un vinculo con él, pero no lo demostraba –esto solo me impide hacer algo –dije mientras frotaba mis sienes.

-¿te sientes bien? –pregunto refiriéndose a mi actual estado.

-si solo son mareos –ella asintió –como sea, hablare con Juan y si él no nos apoya nos vamos solas –gire mis ojos –oh me voy sola, pero mi hermana no se va a quedar allí, sin protección alguna.

-estoy contigo –murmuro –te apoyo con lo que sea.

-gracias –bese su mejilla y me dirigí a la puerta, antes de llegar esta se abrió, retrocedí unos pasos justo a tiempo, antes de que chocara con mi barriga.

-lo siento –murmuro con tono frio.

-no es nada –dije  conteniendo las lagrimas.

-hola María –dijo sonriendo, por completo su tono de voz cambio, me quede estática, el piso bajo mis pies me atrapo. Reaccione antes de parecer una idiota.

-adiós María –dije y resalte esa última palabra.

-Cuídate bella –me sonrió, entendiendo la pena que pasaba por mi corazón. A pesar de no saber nada lo intuía –pasa Zayn, siéntate.

Fue lo último que escuche, camine directo a mi nueva habitación, cama matrimonial, algunos escritorios y armas muchas armas, cuchillos, espadas, barras etc.

-cariño –su voz empalagosa me hizo retorcer.

-Juan, tengo que irme –dije sin balbucear, solo quería ser directa.

-¿Qué? Y ¿a dónde se supone que vas? –pregunto con tono burlón.

-iré por Fernanda –se tenso  -¿alguna objeción?

-ninguna, no espera, tengo una, no iras –su expresión se volvió oscura.

-pues lo siento, ya paso mucho  tiempo debo verla, puedo cuidarla –coloque mi mano en mi vientre.

-por Dios, no puede cuidarte a ti misma –frunció su seño –mírate, tienes un vientre de 5 meses no puedes correr. Ten algo de madre. Instinto maternal –una sonrisa fría cruzo su rostro.

-sé cómo cuidarme, este bebe no va a interferir en mis planes.

-es mi hijo –dijo levantándose de su silla.

-mío también –enarque una ceja.

-no vas  -dijo y pude notar que quería gritarme.

-voy a ir, es mi última palabra.

-no sabes cómo llegar – tenía razón, pero eso no me detendría.

-preguntare –dije y levante mis hombros.

-¿a quién? –Pregunto – ¿a un walker? –no espero por mi respuesta.

-basta –dije y las lagrimas salieron, detestaba ser tan sensible –iré y la encontrare –su mandíbula se tenso, camino hasta mi logrando que retrocediera. Tomo mi brazo y me obligo a llegar a él –me lastimas –susurre.

-cállate –dijo serio –escúchame bien, no iras –lo mire con odio y con fuerza saque mi brazo de su agarre.

-contigo o sin ti –Salí de su ‘nuestra’ habitación –escúchenme –levante la voz una vez estaban reunidos comiendo.

-¡bella! – Grito Juan – ¿qué demonios haces? –Todas las miradas se centraron en mi, coloco sus manos en la cara –ven –me miro amenazante -¡ahora! –grito, gire mi rostro y vi a Zayn expectante desde una camioneta -¡Maldición Isabella! ¡Ahora! –me sentí tan intimidada, tan avergonzada que no encontré más remedio que correr a su lado. Caminamos hasta llegar a su habitación.

-no tienes el derecho de hablarme así –dije resignada.

-claro que lo tengo, soy el padre de ese bebe –señalo mi vientre –además de alguna forma eres mía.

-nunca he sido tuya –lo mire con asco –es mas estoy aquí porque me has obligado.

-como digas –suspiro –el punto es que de aquí no nos moveremos, estamos bien, tenemos un lugar seguro –señalo a los demás miembros del grupo desde la ventana – ¿vas a quitarles esto? –valla que sabia como manipularme.

-no –suspire –pero puedo ir sola –roge –te lo suplico.

-ya te dije que no –se recostó en el escritorio –y no es no, Bella –tomo mis manos –no quiero verme como el malo –rio –debo salir, espero que no hagas ninguna locura mientras regreso, sabes quién paga los platos rotos, querida –dijo la última palabra como si fuera una broma de mal gusto –te extrañare –murmuro y beso mi mejilla.

Me recosté en el suelo, ¿en qué clase de mujer me convertí? ¿Desde cuándo le temo a un hombre? Mi cabeza me mataba, un hueco en mi pecho creció. Suspire con pesar.

-si no estuvieras aquí –mire mi vientre –pero estas, eso no lo puedo cambiar –lo acaricie sin ganas –no te culpo ¿sabes? –deje mi mano puesta en el –eres mío, él no tiene ningún derecho sobre ti, no es tu padre, solo puso su estúpido gen en ti, pero eres mío –algo dentro de mí se movió, una ligera patada, supe de inmediato que él o ella estaba de acuerdo conmigo.

-¿bella? –oí una voz que provenía de la puerta.

-adelante –respondí.

-¿estás bien? –dijo María entrando.

-sí, ¿escuchaste? –pregunte y un tono carmesí cubrió mis mejillas.

-todos lo escucharon –torció su boca –vi que Juan salió y…

-¿y?  -la incite a que continuara, haciéndole señas con mis manos.

-y –suspiro –Zayn salió tras de él.

-¿Qué? ¿Por qué? –pregunte y de un brinco estaba de pie.

-lo vi muy molesto, cuando Juan te grito, Zayn estuvo a punto de lanzarse sobre el –negó con la cabeza –si no lo hubiera tomado no se que hubiera hecho.

-¿crees que…?

-tal vez bella, el te aprecia aun mas en tu estado, y pudo ir tras de Juan para cobrar venganza.

-venganza –reí –vale no creo que sea así.

-quizá –suspire junto con ella.

-espero que estén bien –murmure con preocupación. 

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hola c; chicas quiero poner un horario con ustedes, pero para eso debo terminar de escribir la novela, me tardare un tiempo en subir, solo tengo escrito hasta el 29 las quiero pero es el segundo dia y yo ya tengo un ensayo pendiente :'c