─¡Taxi! ─Sana exclama moviendo su mano de arriba hacia abajo a la par que el vehículo se detiene frente a ellas. Amablemente la mayor abre la puerta invitándola a entrar primero, haciéndola feliz.
La rubia entra después indicándole la dirección al hombre mayor que las acompañaría en el pequeño trayecto. Eran aproximadamente las seis de la tarde, el sol comenzaba a ocultarse lentamente dejando una vista agradable del cielo tintando en un suave color rojizo combinado con naranja.
─Hey unnie, ¿recuerdas cuando bailaste Mr. Taxi en la secundaria? ─En medio del silencio, la chica alta preguntó aguantando las ganas de reír observando todo menos a la sorprendida Sana. ─Fue demasiado gracioso, ¡incluso lo tengo guardado en mi teléfono!
─¡¿Qué?! ─Chilló la rubia encarando a la taiwanesa provocando que el taxista volteara un tanto preocupado, provocando un mar de risas en Tzuyu. ─¿Cómo demonios lo tienes? ¡Bórralo!
─Obligame. ─Retó achicando sus ojos para volver a reír. Su mirada se enfocó en los edificios que empezaban a volverse más altos conforme avanzaban en el auto. ─¿Quieres que te obligue?
Tzuyu asintió sin mirar su rostro. A sus oídos llegó la suave risa de su novia provocando un sentimiento extraño que le decía que algo malo pasaría en cualquier instante. En una curva, la rubia comenzó a dejar pequeños besos en la piel de su cuello mientras dirigía sus manos a su cintura, acariciando lentamente. ¡No podían estar haciendo eso! Inmediatamente se giró para regañarla y de paso cerciorarse que el conductor estaba con los ojos puestos en el camino.
─¡No, no! ─Exclamó por lo bajo cuando las cosquillas comenzaron a invadir su cintura y abdomen. ─¡Para ya! ─Sana hizo caso a sus palabras mientras reía con ternura. ─¿Volverás a mencionar lo del vídeo? ─Se lo pensó por unos segundos. ─Dilo, preciosa.
La menor rió por el tono que empleó para referirse a ella, tal como lo haría un playboy de esas películas cliché. ─Uhm, no. No lo volveré a mencionar. ─Tal vez, eso fue suficiente para Sana puesto que sonrió y dejó un pequeño besito en su mejilla, haciéndola sonrojar.
─Mr. Taxi taxi taxi... ─Comenzó a cantar elevando su voz mientras hacía el extraño movimiento de volante que realizó Sana hace un par de años.
─¡Hey! ¡Ya déjalo morir en paz! ─Se quejó la rubia chasqueando su lengua. Tzuyu se carcajeó y acercó su rostro plantando un dulce beso en sus labios a la par que se alejaba de ella. ¡Sus mejillas parecían que iban a explotar! No era de empezar los besos.
─Solamente por ese beso, te perdono.
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CUTE! ── SATZU
Fanfiction❝ Sana no sabe cuando parar. Realmente no lo sabe. ¡Pero es que no podía dejar escapar la necesidad de decirle a su bonita novia lo adorable que era! Podía decírselo todo el día, y no se iba a cansar. Bueno, pararía en el momento en el que a ella s...