❝ Sana no sabe cuando parar. Realmente no lo sabe. ¡Pero es que no podía dejar escapar la necesidad de decirle a su bonita novia lo adorable que era! Podía decírselo todo el día, y no se iba a cansar.
Bueno, pararía en el momento en el que a ella s...
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꒰ Pasado ꒱
─¡No seas lenta, Tzuyu! ¡Apúrate! ─Una chica rubia agitaba su mano efusivamente. ─¡El clima está genial! ─Dijo con emoción, pero aquello era muy diferente para Tzuyu. Sí, el clima estaba perfecto, tan perfecto para darle una neumonia.
Sería la primera vez que vería la primera nevada en Corea con Sana, días atrás ambas saltaban de la emoción y la alegría al escuchar el anunciamiento de tal show. Se suponía que solamente sería una leve nevada y haría un poco de frío, lo había escuchado en el canal de clima.
Se equivocó.
Para su suerte olvidó que odiaba cuando el viento helado se metía por debajo de su falda escolar, odiaba ver como sus zapatos se hundían en la nieve y, por supuesto, era más propensa a atrapar un gran resfriado; y próximamente estaba uno a la vuelta de la esquina.
Por haberle hecho caso a la rubia, sus mejillas y su nariz se encontraban ridículamente rojizas a causa del frío, además del pequeño cosquilleo que se presentaba en ellas. Sus piernas desnudas se encontraban titiritando del frío pero eso podía soportarlo.
Oh, y solamente llevaba un abrigo. Junto a su uniforme escolar, claro.
Sana rebosaba de felicidad y no la dejó ir a su hogar a cambiarse, arrastrándola por todos lados impidiéndole escapar unos veinte minutos. Así que su plan de colocarse sus medias negras que aportaban un poco de calor fue obstruido. Desde que se levantó supo que sería un mal día.
Esperaba que su madre estuviera preparando una buena sopa bien caliente.
