Se encontraban recostadas en el suave y verde césped del patio trasero de la casa de Sana. El cálido ambiente golpeaba sus rostros mientras que sus manos entrelazadas dibujaban formas abstractas en el cielo azul.
Sana rozaba sus dedos de vez en cuando contra los suyos haciéndole reír levemente. Las hojas de los árboles se movían danzantes junto a la fresca brisa, provocando que más de una hoja del árbol de cerezo caiga sobre la nariz de la japonesa. Riendo extrañamente.
Tzuyu pensaba que parecía una estúpida.
Bueno, tal vez arruinó el momento.
─Esa parece una flor. ─Sana apuntó a una nube que pasaba por el gran cielo azul, la menor frunció su ceño. ─No parece una flor, parece un árbol.
─Claro que no, de hecho- ─Cerró la boca abruptamente observando a la chica a su lado que permanecía con la vista en el cielo. ─Tzuyu...
─¿Qué? ─Inquirió. ─¿Me vas a decir que no es un árbol?
─Tzuyu. Tienes una oruga en el hombro.
─¡¿QUÉ?! ─Exclamó con toda la fuerza que salió de su interior mientras se levantaba como un rayo sacudiéndose como una lombriz. ─¡Quítamela, quítamela!
Los vellos de su piel se erizaron en cuanto el animal pasó por su brazo hasta caer al suelo. Su corazón golpeteaba acelerado y sus manos temblaban a causa del maldito animal del averno. Por otro lado, Sana reía escandalosamente mientras la apuntaba con su dedo acusador.
¡Tzuyu estaba tan enojada! ¡Sabía que no le gustaban los bichos y lo único que hacía era reírse de ella! La menor se adentró a la casa ajena con el ceño fruncido, mientras que la dueña estaba muy ocupada riéndose con los ojos cerrados. La madre de Sana la saludó antes de desaparecer por la puerta de la cocina, y por su parte, subió las escaleras rápidamente para adentrarse en la habitación de la japonesa.
─¿Qué haces aquí? ─Ahogó un grito cuando escuchó a la mayor detrás suya. ─Bueno, no quería escuchar tu estúpida risa allá abajo cuando casi me muero del susto por un ciempiés.
─Pero era una oruga. ─Sus mejillas tomaron un tono rosa, señal de que comenzaría a reír muy pronto. ─¿A quién mierda le importa? Era un bicho y no me gustan los bichos. Deja de reírte. No ayudas en nada y es molesto.
Tzuyu se giró caminando hacia el gran ventanal del cuarto de la mayor, admirando como una mariposa pasaba cerca del cristal. ─Perdóname. ─Sana rodeó sus brazos alrededor de su cintura dejando un besito en su mejilla. ─No era mi intención reírme, bueno, tú sabes que me río con todo. ¡Además te veías tan tierna!
─¿Me veía tierna gritando y casi muriendo? ─Dijo mientras intentaba quitar sus brazos de su espacio personal, pero fallando en el intento.
─Sí, te veías muy tierna y linda. ─Sana la giró ocasionando que sus rostros quedaran frente a frente. Sana tomó su rostro, acariciando sus mejillas levemente.
La taiwanesa chilló quedito al sentir los labios contrarios posarse en diferentes sitios de su rostro provocándole cosquillas mientras sus manos tomaban su cintura.
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CUTE! ── SATZU
Fanfiction❝ Sana no sabe cuando parar. Realmente no lo sabe. ¡Pero es que no podía dejar escapar la necesidad de decirle a su bonita novia lo adorable que era! Podía decírselo todo el día, y no se iba a cansar. Bueno, pararía en el momento en el que a ella s...