O21. Eres empalagosa.

5.4K 601 103
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


─¡Mi amor! ¡Baja a cenar! ─Escuchó a Sana exclamar por encima de la música. Pensó en levantarse de su cómoda cama pero negó la idea, estaba demasiado cómoda en ella. ─¡En unos minutos bajo! ─Gritó de la misma manera mientras bajaba el volumen de su teléfono. ─Sí claro, en unos minutos...

Habló para sí misma, era mucho pesar el tener que levantarse de la cama. Solamente pensar en bajar las escaleras ya era demasiado. A veces la rubia le reclamaba que era un koala de primera, pero, ¿qué le podía decir? Portaba una enfermedad llamada flojera y era incurable.

O simplemente fue un koala en su vida pasada.


Tzuyu estiró sus brazos hacia los lados ocupando casi toda la cama para ella sola. Cerró sus ojos lentamente y se concentró en las suaves melodías del piano junto a la voz de Sana por medio de sus airpods. ¡Esperaba que nunca se diera cuenta que tenía algo como eso en su teléfono! Aún recordaba el día que grabó su voz a escondidas ─por el simple hecho de que sonaba genial, nunca pensó que a estas alturas la tendría todavía─, en ese entonces ambas cursaban la secundaria.

Era demasiado tímida como para hablarle por su propia cuenta o crear una conversación en menos de diez segundos, por lo que solamente se conformaba con verla de vez en cuando por los pasillos junto a Hirai Momo; una chica graciosa con la que todavía seguía teniendo contacto a pesar del tiempo. La primera vez que habló con Sana fue algo muy tonto que le provocaría vergüenza a cualquiera. Las dos se hallaban en la parada del autobús y ella solamente llegó a hablar de manera animada.


Pasó una de las peores vergüenzas de su vida ese día, estuvo confundiendo palabras todo el tiempo por su presencia.


─¡Zhou Tzuyu! ¡Subiré si no vienes ahora! ─Sana gritó nuevamente. ─¡Entonces ven! ¡No tengo intenciones de bajar! ─Devolvió el llamado mientras reía. Escuchó las pisadas rápidas de Sana por el pasillo hasta que su sombra se divisó por debajo de la puerta, y con todo el derecho se presentó en la habitación con un lindo mohín en los labios.

─Te dije que vengas a comer, amorcito. ─Sana se cruzó de brazos caminando hacia ella, sentándose a la orilla de la cama. ─Baja de una vez, mi vida.

Tzuyu frunció su ceño y realizó una expresión como si fuera a vomitar. ─Ah... no te pongas empalagosa ahora. ─Formó una mueca de asco, pero en realidad le gustaba. Un poquito. ─¿Qué? Pero si a ti te gusta que me ponga así, linda. ─La rubia llevó sus dedos hacia arriba y acarició su mejilla con una cautivadora sonrisa. Sus mejillas no tardaron en enrojecerse e intentó ocultarlas con su cobija, pero ya habían captado la atención de su novia. ─No es cierto, odio cuando te pones así.


─¿Ah, sí? ¿Y por qué te estás sonrojando? ¿Uhm? ─Inquirió acercándose peligrosa hasta quedar a su lado. ─No me estoy sonrojan-

Sana depositó un suave besito que no duró más de ocho segundos. Sus labios se alejaron tan rápido como llegaron y le hizo quejarse en voz alta provocando que la rubia ría. Con ternura, acunó el rostro de la menor y lo meneó de un lado a otro.


─Ven a cenar, ¿sí?

─No quiero. Quédate aquí conmigo.

Sonrió. Rodeó sus brazos alrededor de su cintura y la invitó a acostarse a un lado. Tzuyu suspiró y recostó su cabeza en el hombro de la rubia.

 Tzuyu suspiró y recostó su cabeza en el hombro de la rubia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





CUTE! ── SATZUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora