─Tzuyu, dame un poquito... ─La susodicha la ignoró, se dio la vuelta y siguió degustando su chupetín. ─¡No me ignores! Quiero un poco.
Como cosa de todos los días, la muchacha rodó los ojos. ─Está bien, ¿quieres? ─Extendió el dulce hacia su boca y cuando estaba a punto de probarlo lo alejó. ─En la tienda de la esquina los venden, ve y comprate el tuyo.
─¿Por qué me tratas así? ─Sana realizó una expresión dramática mientras se tiraba al césped y colocaba una de sus manos en el pecho. ─¿Qué hice yo para merecer esto? Hice mis tareas todos los días, ¡además lavé los platos esta mañana!
─Eso no tiene nada que ver, además, tu mamá te obligó a hacerlo. ¿Por qué tienes que hacer escándalo por una simple paleta? ─La mayor alzó una de sus cejas y empezó a excusarse. ─Es que es de mis favoritas, es de manzana verde... ─Sus manos se aferraron al brazo contrario. ─Fui a la tienda y ya no habían, te llevaste la última.
─Pero no es mi culpa que me llevase la última.
─Lo es.
─No, no lo es. Deja de crear drama.
"Está bien" "Yo solamente quería un poco" Susurró mientras se levantaba del suelo y se daba la vuelta, cruzándose de brazos y dándole la espalda como una niña pequeña. Tzuyu suspiró y jugueteó con el dulce dentro de su boca el cual comenzaba a desaparecer para dejar el chicle.
Rebuscó en los bolsillos de su suéter sacando otra paleta que había comprado, se suponía que las dos eran suyas, pero... ─Toma. ─Con molestia arrojó el dulce a un lado de su pie. ─Me sobraba una, tómala antes de que te la quite.
─¡Yah! ─Chilló mientras que la abrazaba efusiva. ─¡Eres la mejor amiga del mundo mundial!
Tzuyu sonrió avergonzada forzando su vista a permanecer en los ojos de la chica. Sana le sonrió tímidamente para luego desenvolver la envoltura del dulce.
Mejor amiga. El tiempo pasaba tan rápido.
꒰ Tiempo actual. ꒱
─¡Zhou Tzuyu! ¡Devuélveme mi paleta!
─Ven por ella entonces. ─Rió mientras que aceleraba su paso, terminando por correr.
─¡N-No corras! ¡Soy muy floja para eso!
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CUTE! ── SATZU
Fanfiction❝ Sana no sabe cuando parar. Realmente no lo sabe. ¡Pero es que no podía dejar escapar la necesidad de decirle a su bonita novia lo adorable que era! Podía decírselo todo el día, y no se iba a cansar. Bueno, pararía en el momento en el que a ella s...