─¡Tzuyu! ¡Feliz cumpleaños! ─Gritó una animada japonesa al divisar a su mejor amiga entrar por el portón del colegio. A causa de su grito todos los ojos estaban sobre la cumpleañera, la cual tenía las mejillas rojizas. ─¡Oigan todos! ¡Tzuyu está de cumpleaños!
La susodicha maldijo para sus adentros notando como la mayoría de su clase se acercaba poco a poco, pero no podía evitar rechazar las felicitaciones y los abrazos de sus compañeros. Menos uno que otro pequeño regalo.
─Gracias, muchas gracias. ─Repetía como un robot abriéndose paso entre la gente para tomar aire fresco. Aunque, ¿a quién engañaba? Quería estar con su mejor amiga, eso sí sería un buen cumpleaños.
─¡Aléjense todos! ─Exclamó la rubia. ─¡Tzuyu se va conmigo!
La menor rió avergonzada y posteriormente se disculpó por la intromisión de su mejor amiga, a veces solía hacer aquello cuando se encontraba atrapada entre un montón de gente. ¡Eso la avergonzaba! Pero no podía detenerla. Hasta ahora no sabía si aquello era para salvarla de aquel gentío o simplemente porque no la quería junto con las demás personas.
"En este día tan especial, tienes que estar conmigo. Por favor"
Eso pensaba Sana observando a la muchacha hablar con otra persona. Sentía un poco de celos ─un tantito fuertes ─pero no los dejaría salir ni de broma. Llevaba aproximadamente unos tres meses enamorada de su hermosa taiwanesa.
"¿Por qué no puedes darte cuenta de que me gustas?"
Desde la primera vez que la vio en el salón de música, algo en su corazón se encendió. No sabía qué, pero ahí se encontraba. Sana no le tomó importancia alguna a la sensación que abarcaba todo su cuerpo cada vez que veía a la pelinegra.
Los meses pasaron y sus intentos de verla como una simple amiga fueron en vano. Se dio cuenta de que su corazón quería atrapar el de la chica. Sana pasó días confundida acerca de sus gustos, de sus pensamientos. Encerrada entre las paredes de su habitación.
"¿Me gusta Tzuyu?"
─¡Yaah! ¡Suéltame, bruja!
─¡Hey! ¿Por qué me dices bruja? ─Exclamó ligeramente ofendida. ─¡Te salvé de un apuro!
─¡Lo siento, lo siento! ─Sana sonrió y extendió sus brazos para tomar el cuerpo de la chica en un gran abrazo de oso. Tzuyu jadeó, Sana sabía dar buenos abrazos. Aunque estos le fueran cortando el aire cada segundo.
─¡Feliz cumpleaños yodita! ─Gritó soltando el tambaleante y casi sin aire cuerpo de la cumpleañera. ─¡Espero que cumplas muchos más y sigamos siendo am... amigas! ¡Por mucho, mucho tiempo!
La chica sonrió regresando el fuerte abrazo a la japonesa, quien lo recibió gustosa.
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CUTE! ── SATZU
Fanfiction❝ Sana no sabe cuando parar. Realmente no lo sabe. ¡Pero es que no podía dejar escapar la necesidad de decirle a su bonita novia lo adorable que era! Podía decírselo todo el día, y no se iba a cansar. Bueno, pararía en el momento en el que a ella s...