Rachel y Roscoe sentían lo mismo el uno por el otro; desagrado.
La razón es sencilla, tenían muchas cosas en común.
Sus mejores amigos; son hermanos.
Son hijos únicos.
Aman a sus padres.
Ambos necesitan ganar dinero para reparar algo, ellos necesit...
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En el amor siempre hay algo de locura, más en la locura siempre hay algo de razón.
Roscoe Morgen
-Esto es una basura, se solicitan secretarias, cocineras, recepcionistas y más secretarias- grité después de leer los estúpidos anuncios en el periódico. Conseguir un empleo es una reverenda mierda, mi padre acaso vio que no había ofertas reales en el periódico o espera que me ponga una falda y cambie mi nombre a Rosalie.
Bajé a buscar a mi madre, ella podría ayudarme con este problema. Fue fácil encontrarla, me acerqué rápidamente a ella y le tendí el periódico. Mamá me miró desconcertada, no tarde en explicarle la situación. Miró el periódico un largo momento hasta que alcancé a ver una sonrisa de su rostro.
-Lo encontré. Ofrecen una buena paga y estoy segura de que cumples los requisitos pero, Roscoe....-dijo suavemente esto último. No iba a gustarme y lo sabe.
-¿Qué es?-presioné para obtener una respuesta. –Mamá dime qué es para poder decirte que no, intentando hacerlo de la manera más amable-le guiñé el ojo y le mostré una sonrisa.
-Roscoe...-terminé con la sonrisa y le mostré mis manos en señal rendición.
-Está bien, mamá, sólo dime de que se trata-.
-Es de...niñero-dijo finalmente. ¿Eh?
-¿Es broma?- Sí, eso debía ser, no podría mi madre hablar en serio.
-La verdad es que no, solicitan un niñero. Creí que querías reparar ese vehículo mortal, veo que no. Estás dejando pasar un verdadero y muy fácil empleo. Los angelitos de los Harrison no te darán problemas. Recuerda que mientras no tengas trabajo y ganes dinero, no podrás usar tu motocicleta-sentenció mi madre. Entonces hablaba en serio con esto de cuidar mocosos pero, tenía razón, necesito la plata. Mi motocicleta merece el esfuerzo.
-Bien- mi respuesta sorprendió a mamá. Aplaudió de la emoción, me dió un beso tronado y susurró un -te quiero, cielito-. No es para tanto.
-Eso es genial, Roscoe, llama en este momento para pedir informes. No querrás que alguien te gane el empleo-me pasó el teléfono. Lo acepté y marqué el numero ante la atenta mirada de mi madre.
Me respondió la señora Harrison, habló de una entrevista de trabajo para verificar asuntos relacionados, me citó a su casa el día siguiente a las 2:00. Acepté un tanto resignado sin mostrarlo claro y, por último, mencioné mi nombre por petición suya.
Mamá se encontraba como espectadora, sus ojos reflejaban pequeños signos de interrogación, me tragué el nudo de la garganta y le dije:
-Tengo una entrevista de trabajo, con la Señora Harrison. Mañana a las 2:00-expliqué en su dirección.
-¡Roscoe! Eso es fantástico, estoy muy entusiasmada, hijo. Dejaré tu ropa arreglada, tienes que dar una buena impresión-declaró mi madre, después se levantó murmurando entre sí sobre los posibles cambios de ropa que elegiría para mí, la vi desaparecer de la sala, marchándose por el pasillo posiblemente para subir a mi habitación.
Esto cada vez se vuelve mejor, al menos mi madre se entusiasma por mí. Lo que es muy importante, mis padres han dado todo para mi futuro, aunque no tuve la oportunidad de tener hermanos, ellos buscaron diversas formas de compensarlo. Mi padre es un hombre de pocos sentimientos, pero nunca dudé del inmenso amor que existe entre mis padres pero, sé que la idea de tener más de un hijo no estaba en los planes de mi padre. Al menos por este motivo tuve el consentimiento de mis padres de montar una motocicleta a los dieciséis, me compraron una el año pasado y pues heme aquí, con mis padres ayudándome a encontrar trabajo para conseguir la plata y reparar mi moto. Con esos pensamientos me dirigí a mi habitación
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-¡Mamá! ¡Ethan, vendrá a la casa!- alcancé a escuchar un -¡Bien!-como respuesta de mi madre.
Ethan es mi amigo desde secundaria, nos conocimos en el aula de castigo, ambos con una detención por jugarle una broma a el profesor de matemáticas. Nos aliamos desde entonces, haciendo las mejores bromas de secundaria, y compartiendo los castigos. Intentaron expulsarnos de la escuela en más de una ocasión, siendo salvados por falta de pruebas. Ethan y yo tenemos el peor historial escolar, creo que por eso somos tan amigos.
Ethan llegó quince minutos después, lo reprendí por su tardanza, pues su casa sólo queda a tres cuadras de la mía, y él siempre se mueve en su auto. Se excusó diciendo que tuvo que quedarse a grabar a su hermana y su amiga haciendo una tontería. Sabía que Ethan tenía una hermana, la veía cuando visitaba a mi amigo en su casa, incluso en la escuela, cuando ella buscaba a su hermano mayor para pedirle dinero. Ella era como una hermana pequeña para mí, creo que jamás quise tener un hermano hasta que vi la estrecha relación que ambos tenían.
Ethan quería mostrarme el video pero lo rechacé, podría mirar las tonterías de Emily en otro momento.
-Entonces...me estás diciendo qué tu motocicleta está averiada y tus padres congelaron tus tarjetas, obligándote a buscar trabajo para poder repararla, y por último, tienes una entrevista de trabajo para niñero de los gemelos Harrison- preguntó Ethan después de explicarle la razón del llamado que le hice una hora atrás.
-See, eso resume todo, Ethan-.
-¡Esto está de locos, hermano! Escuché por Emily que esos niños juegan con la Ouija todas las noches, además, coleccionan dedos humanos. Terminarán matándote, oh no...¿Qué pasara si mueres? Nadie sospechará de esos engendros y yo tendré que vivir con el maldito remordimiento por no poder salvarte, es una gran mierda Roscoe. Esto no me gusta- esto último lo dijo meneando su cabeza negativamente-No puedes trabajar ahí, apoyo tu idea de empleo pero, me niego a ser cómplice de tu muerte. No. No. No. Debes renunciar, diles que tienes cáncer terminal o mejor aún diles que tienes diarrea, es infalible, me funciona con las chicas-me guiño el ojo. ¿Qué?
-Con todo respeto Ethan, eres un asco-. Fui completamente directo
-Al menos fue con respeto, y las chicas siempre me lo dicen- Ethan movió sus hombros despreocupadamente.
-Volviendo a tu gran estúpido comentario, puedo contestarte que creo imposible que la Señora Harrison decida comprarles a sus pequeños niños una Ouija. Sobre mi muerte no tengo comentarios, también he escuchado cosas de esos gemelos, sería un pecado no tenerles miedo. ¿Remordimientos dijiste? Podrías golpearte la cabeza para perder la memoria y olvidar que fuimos amigos, entonces ya no tendrás que lamentarte- guiñe mi ojo en su dirección –No puedo renunciar, mi madre estaba muy feliz con esto del empleo, no quiero decepcionarla.
Mi amigo se quedó callado un momento, quiero creer que pensado algo.
-Pero tú no quieres trabajar de niñero, ¿cierto?- menee mi cabeza con duda, realmente no quiero ser niñero.
-Muy bien mi hermano –siguió Ethan- Sólo irás a una "entrevista" lo que significa que otros tontos se presentarán. Fracasa en tu entrevista y ellos no te llamaran. Tu mamá no podrá reprocharte nada y todos contentos.
-Ethan con todo respeto, ¡ES UNA MALDITA BUENA IDEA!- Lo era, mi amigo se mostró orgulloso de sí mismo.
Ideamos un plan para causar una mala impresión hasta que mamá nos llamó para cenar. Papá llegó justo a tiempo y comimos todos juntos. Ethan tuvo que irse a casa, y cuando quedamos sólo los tres, papá me felicito por mi entrevista murmurando -Donde hay una empresa de éxito alguien tomó alguna vez una decisión valiente-. Al menos estaban felices. Me retiré a mi habitación con su permiso, una vez arriba me puse la pijama, jugué con mi Play Station unas horas, hasta que me acosté para dormir, pero no descanse mucho.
