Rachel y Roscoe sentían lo mismo el uno por el otro; desagrado.
La razón es sencilla, tenían muchas cosas en común.
Sus mejores amigos; son hermanos.
Son hijos únicos.
Aman a sus padres.
Ambos necesitan ganar dinero para reparar algo, ellos necesit...
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Crees que sabes todas tus posibilidades. Entonces, otras personas llegan a tu vida y de repente hay muchas más.
El Reino de la Posibilidad - David Levithan.
Rachel Johnson
El tipo a mi lado usa mucha loción, una que huele demasiado bien.
¿Por qué rayos puedo oler su loción?
Ash...este tipo delincuente está ¡muy cerca!
¿Y por qué tiene que oler tan bien?
En lo personal siempre he creído que los hombres que huelan demasiado bien, automáticamente se vuelven más atractivos. No es que me la pase olfateando a todos pero, me gusta la esencia que dejan a su paso o cuando entran a una habitación y sabes quién simplemente por su colonia. Me gustan esos perfumes que se hacen notar, algunos dejan su fragancia cuando caminan, otros en lo que tocan, en su cabello, en su ropa... Me encanta percibir esto, y soy buena identificando esencias. Es esto lo que me hace seguir oliendo discretamente a el delincuente a mi lado.
La entrevista de Roscoe había terminado hace dos minutos, al parecer la Sra. Harrison no preguntaría nada más pero, ahora estaba hablando sobre sus hijos, sobre los Chucky's.
-Mis hijos son mellizos, la verdad es que cuando me enteré de que tendría dos bebés, quería asesinar a mi esposo-nos miró. Es broma. La verdad es que mi esposo, James, es un hombre bastante amoroso, quiere mucho a los mellizos, no podría haber escogido un mejor padre para mis hijos, aunque a veces lo mande a dormir con el perro-.
¿Un perro? Los Harrison tiene un perro, un perro que me matará. Increíble.
Esto cada vez es mejor.
Giré mi rostro para ver a Roscoe, éste parecía sumido en sus pensamientos, su vista fija en el suelo. Debió sentir el peso de mi mirada porque giró su rostro hasta detenerse en mis ojos, lo vi enarcar la ceja derecha de modo interrogativo. Rodé los ojos en blanco con fastidio. No somos amigos, de hecho, él era mi competencia de una extraña forma, porque ambos competimos para no quedar contratados, pero yo tengo una razón más, deseo que lo contraten a él, para que el delincuente sea el conejillo de indias de los mellizos, es brillante. Eres brillante, Rachel.
-Los mellizos tienen seis años. Están en su último año de preescolar, son muy inteligentes, un poco hiperactivos pero, demasiado educados y amorosos. Les encanta hacer bromas, divertirse más que nada-aclaró la Sra. Harrison, esto último mientras levantaba la palma de la mano derecha de forma que decía -No se preocupen, son inofensivos-.
-¿Dónde están ahora?-me atreví a preguntar. Roscoe puso atención.
-Deben conocer el "Preschool Golden Seed"- Ambos asentimos. Ésta es una escuela de preescolar, es de las mejores de la ciudad. Es como la élite de los preescolares. Yo estudié allí y me alegra no recordarlo mucho.
