La música se escucha a dos cuadras de la casa de Matt Dowson, y es que si por algo se caracterizan los chicos del equipo de fútbol americano de la preparatoria Pracklyn, es por las fiestas estilo proyecto X que suelen dar. La regla en el equipo es: "si la casa sola está, fiesta a lo grande darás" - sí, ellos pensaron esa frase, como se darán cuenta -, y eso pasaba muy seguido cuando tus padres son empresarios y viven más en un avión que en su propia casa. Muchas escuelas tienen la tradición de hacer fiestas en casa de los jugadores luego de un partido para celebrar, pero la nuestra lo hacía sin razón alguna, y sin un porqué válido. Ellos podían llamarte diez minutos antes, y la casa igual se llenaría. Es como decir, creo que ire por helado, pero en realidad era, creo que haré una fiesta.
Está más que claro que las fiestas predominan casi todos los fines de semana entre mis compañeros, y yo no faltaba a casi ninguna.
Mi noche de viernes iba a consistir en una película con Sana, y luego nos iríamos a dormir. Pero John nos llamó hace una hora y media, y nos dijo que los padres de Matt habían salido de la ciudad y pensaba tirar la casa por la ventana. La frase que usó fue: "salgan de esos horribles pijamas, y pónganse en marcha para la fiesta". No había tenido que repetirle ni dos veces a Sana para que ella saltara en un clavado a mi vestidor, y en media hora saliera pareciendo modelo lista para una sesión fotográfica de Teen Vogue. Ella sólo vestía unos pantalones ajustados de jean, y una remera suelta con brillos en dorado y negro. La odiaba por vestir tan simple y a la vez parecer tan esplendorosa.
Sana y sus buenos genes.
¿Por qué tengo amigos con tan buenos genes? Tal vez me puedan pegar un poco de eso.
Persuadir a mis padres para ir a la fiesta no había sido difícil, sólo tenía que decir las palabras mágicas: John estará allí. A Sana y a mí siempre nos funcionaba de maravilla, y es que nuestras familias le tenían toda la confianza del mundo, y todo se debe a que no tienen la menor idea de que por ahí somos Sana y yo las que lo cuidamos más a él, que él a nosotras. Sí, John puede beber mucho cuando se lo proponía.
Pero bueno, ante nuestros padres él es como el hermano mayor protector que nunca tuvimos. Y para qué arruinar sus sueños, ¿verdad?
Matt vive en Malibú, por lo que papá me había dado una charla exhaustivamente larga sobre el no beber ,y si chocaba su coche o algo le pasaba al auto o a mi, un castigo sería el menor de mis problemas. No suelo beber en las fiestas, solo lo hago cuando alguien me lleva, y no quiero decir que nunca bebo porque estaría mintiendo, pero tampoco me verían borracha cada vez que salgo. Solo una que otra vez, como todo adolescente.
¿Mi auto? Recién lavado como para sacarlo a la carretera y llevarlo a dar un paseo por la arena.
La casa de Matt es enorme, y muy bella al estilo casa de playa. Habíamos estado aquí un par de veces cuando las circunstancias eran las mismas - sus padres no estaban -, el lugar era perfecto para dar una fiesta. Todo el espacio que quieras y más.
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THE F*CKBOY [BOY 1] (En edición)
Teen FictionKieran Johnson es todo lo que Allissa probó y juró dejar atrás: egocéntrico, casanova y por sobre todo; un chico que sabe como conseguir lo que quiere. Pero todo cambia cuando unos años más tarde se encuentra con que ese mismo chico al cual juró con...