Capítulo 14

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Mi mente en estos momento solo podía pensar en la palabra  que probablemente todos a ésta hora estaban pensando

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Mi mente en estos momento solo podía pensar en la palabra  que probablemente todos a ésta hora estaban pensando. Nada más y nada menos que en: comida.

Sí, faltaba un poco para que sonara la campana para el receso del almuerzo, y yo juro  que podía escuchar el sonido del tic tac que hacía el reloj de la clase arriba de la pizarra del salón. Literalmente estaba contando los segundos de los minutos para que llegue la hora y poder comer un delicioso taco. Sí, hoy era martes de tacos y debías ser rápido si querías comer uno antes  de que la multitud enloquecida deborara todo. La cafetería estaba asociada con un carrito de Food Truck mejicano, y desde ese momento creo  que nadie faltaba a clases un día martes sólo para poder saborear la deliciosa comida. José y María se habían vuelto muy famosos en la escuela, y hasta creo que se podrían comprar una casa sólo con el dinero que ganaban vendiendo comida  a la escuela.

Mi hambre no venía sólo por que era martes y había tacos estupendamente deliciosos, si no que a mi mala suerte, mamá y papá tenían una reunión del trabajo muy temprano en la mañana, por lo que salieron antes de que yo pudiera despertar. Yo sólo tenía una tarea que me habían pedido encarecidamente como favor: despertar temprano, dales el desayuno a Johana y Mike, y llevarlos a la escuela.

Bueno... no hice muy bien mi única tarea.

Desperté con veinte minutos de retraso por que Johana me despertó. Sí, ella me despertó a mí en vez de yo a ella. Así que tuve que correr para hacerles el desayuno --- por  que gracias a mi genial hermana lastimosamente un poco más responsable que yo ellos ya estaban vestidos ---, y tomar la ducha más rápida de mi vida. Fue una carrera sumamente larga y agotadora por que, o yo desayunaba, o los llevaba a tiempo  a ellos a la escuela a la vez que John y yo llegabamos igual. Bueno... digamos que nadie se ausentó ni tuvo problemas en la primera clase.

Pero el que sí tenía un problema ahora era mi estómago, que reclamaba su comida como reproche de haber dormido unos veinte minutos de más.

Lo lamentaba por la señora con apellido alemán que no podía ni pronunciar ni escribir, y mucbo más por la química avamzada, pero mi concentración no estaba al 100 X 100 ésta mañana. De verdad necesitaba con urgencia algo para comer o sufriría un colapso de algo que tenga que ver con tener el estómago vacío.

Sentía vergüenza de los sonidos que producía mi estómago en estos momento, por que cualquiera pensaría y diría "vaya, tiene algún problema gástrico ". Pero solo es mi estómago recordandome diciendo "no, solo soy yo pidiendo a gritos algo para disolver en ácido estomacal". Hasta ahora Sana era la única que había escuchado dichos ruidos -- era la única que me había dado cuenta que escuchó  ---, pero a ella le parecía gracioso el tema y solo se dedicaba a torturarme diciéndome cuán genial deben de estar los tacos ahora, y que  de seguro al salir al pasillo se debe sentir el olor a ellos.

Maldita desgraciada a la que no podía golpear por que tenía a un profesor en frente. No me preocupaba, ya me las iba a pagar.

Por fin suena la tan esperada campana y juro haber escuchado el sonido del mismísimo paraíso. Pero había un problema: toda el agua que había bebido tratando de llenar mi estómago hasta poder comer algo habían hecho su efecto, y ahora mi vejiga reclamaba su derecho por ir a orinar. Maldigo en mi interior. No aguantaba las ganas, y definitivamente no era una opción ir a comprar los tacos y luego ir al baño por que los tacos se enfriarian aunque sea un poco, y eso sería un crimen en estos momentoz.

THE F*CKBOY  [BOY 1] (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora