Camino a paso apresurado entre la gente que se encuentra en el estacionamiento de la escuela. Todos parecen estar tan tranquilos en la vida; mientras yo solo pienso en empujarlos a todos para que dejen de entorpecer mi paso y poder llegar a mi casillero a buscar mis libros antes de que la campana suene y tenga mi clase.
Desperté bien, a tiempo hasta para navegar en las redes antes de subir a mi auto y conducir a la escuela. Pero hubo un pequeño problema. Sí, uno pequeño causado gracias a mis dos preciosos hermanos quienes encontraron gracioso el esconder mis llaves en nada más y nada menos que el refrigerador. Me habría resignado y le hubiese pedido a John que me busque si éste no me hubiera dicho el día anterior que planeaba ir a desayunar antes con Carol. Así que tuve que buscar por media hora mis llaves con mamá hasta que se nos ocurrió luego de que le repitiera veinte veces que yo las había dejado en el mismo lugar de siempre, que posiblemente mis hermanos sepan donde están.
No llego completamente tarde a las clases, pero sin duda odio el tener que correr o estar apurada.
Al parecer todos el día de hoy estaban dispiestos a retrasar mi paso, pero me sorprendo al notar algo extraño. Todos los que me rodean — o al menos casi todos — están atentos a mi paso, observando me sin molestarase en disimularlo mientras trato de salir del estacionamiento. No lo entiendo. No soy la clase de chica a la que se le puede considerar "popular", así que no entiendo el por que todos parecen tener puestos sus ojos en mí. Sí, tengo amigos y son todos variados al rededor de las clases y años, pero no para que magicamente todos se hayan acordado de mí.
Me sorprendo al notar que hasta puedo escuchar algunos susurros a mis espaldas, y si no fuera por que me conozco y que sé que perfectamente me involucraria en una pelea al darme cuenta que la gente habla a mis espaldas, solo me limito a seguir mi camino y salir del estacionamiento. Por suerte luego de pasar por ahí, nadie parece haberse dado cuenta de lo que recién sucedió, y tampoco me miran de la manera en que la gente lo hizo hace un rato, por que sin duda alguna no lo podría soportar por mucho más tiempo. Suspiro aliviada al no sentir más ojos en mí, y sigo caminando.
En la entrada puedo ver a Sana, quién está parada aún con su bolso y mirando su celular un tanto exasperada. Me pregunto que hace parada allí, por que luce como si esperara a alguien. Camino hacia ella sin perder tiempo y así poder entrar juntas.
— Hey tú — le hablo para que se dé cuenta de mi presencia.
Ella levanta su mirada en el momento que oye mi voz, y por un momento me mira como si me hubiera estado esperando desde hace tiempo y fuera alguna clase de salvación.
— ¡Ahí estás! — exclama desesperada —. ¿Por qué llegas a esta hora?
La miro extrañada. No creo haber olvidado algo, haber quedado con ella, o tener que pasarla a buscar. No entiendo el por que de su desesperación, por que tampoco es como si alguna vez me haya esperado para entrar, o que necesariamente tenga que estar yo para que ella pueda ingresar al establecimiento.
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THE F*CKBOY [BOY 1] (En edición)
Teen FictionKieran Johnson es todo lo que Allissa probó y juró dejar atrás: egocéntrico, casanova y por sobre todo; un chico que sabe como conseguir lo que quiere. Pero todo cambia cuando unos años más tarde se encuentra con que ese mismo chico al cual juró con...