Mi mente da tantas vueltas en estos momentos, que siento que me podría desmayar tranquilamente sin importar nada. Mucha información es la que acabo de recibir como para sentirme de otra manera, que no sé como manejarlo. Ni siquiera sé como no me lo vi venir, pero tengo que ser sincera y decir que no, que me esperaba cualquier cosa, menos esta bomba.
Todo fue inesperado; las palabras "Creo que sabes perfectamente que es lo que estoy tratando de decir, Ally" aún resuenan en mi cabeza haciendo eco, un eco que hace que mi espalda se estremezca en un escalofrío.
No, no y no. Simplemente, no, ¿o sí?
Traté de buscar en mi mente las vías de escape las viables que había, pero todo ya estaba dicho, ya no había vuelta atrás ni modo alguno de escapar. Pero se siente tan extraño, tan irreal. Mi cara debe haber sido digna de una fotografía para enmarcar y para poner de leyenda "la chica que no entendía un carajo", y juro que por poco no suelto un rotundo "¿pero qué carajo? No jodas, hermano". Pero claro, no lo hice. Kieran esperó paciente por una respuesta, una mueca, o algún movimiento que representara que aún seguía viva. Hasta creo que por un momento evaluó la idea de poner un espejo o un vidrio — en el caso de que tuviera alguno a mano — bajo mi nariz para ver si éste se empañaba y demostraba que aún respiraba.
¿Cómo no le di cuenta? ¡Todo estuvo frente a mi todo éste tiempo!
Y se me ocurrió, pero simplemente decidí no creer en eso y rápidamente descartarlo como si no hubiera una mínima posibilidad de que fuera cierto. No, la tonta de mí solamente lo ignoró, y ahora me encuentro cayendo de bruces en el duro y frío pavimento. Si mamá estuviera aquí me diría "jodete, por no prestar atención", y yo me enonaría, pero al final del día le daría la razón por que al fin y al cabo, es verdad.
¡TONTA DE MÍ!
Una vez más, doy por sentado que este no ha sido mi mejor año. Nunca me ha pasado esto de no tener control sobre lo que quiero, o como lo quiero. El no saber que pasa ni siquiera conmigo misma, y se supone que es mi vida. El resumen puede ser que claramente este tiempo ha sido para llenarme de sorpresas, y cuando por fin creía hacer estado recuperando el curso normal de las cosas, ¡PUM!, caigo de nuevo como el nene de un año que está aprendiendo a caminar y se suelta de la mano de su madre para querer comenzar a correr.
Me sorprendo al darme cuenta de que a pesar de que todo me tomó muy de sorpresa, una parte de mí, muy minúscula, saltó de alegría al oír todo eso. Y pienso en todos los pensamientos referidos a este tema que he tenido últimamente, logrando que un zoológico completo se revoluciene en mi estómago. Todo pasa por algo, ¿no? No sé que hacer, decir o pensar, y eso logra desesperarme aún más, más de lo que alguna vez me haya sentido, exagerando un poco mucho, debo admitir.
Camino a paso apresurado por los pasillos de la escula, como si alguien me estuviera persiguiendo, pero en realidad quiero escapar de mis pensamientos, y lamentablemente, estos van pegados a mi persona sin importar cuán rápido camine. Las paredes me oprimen, como si una multitud estuviera aquí, pero la realidad es que todo está vacío. Sólo no espero no encontrarme a ningún profesor, o a Willy, el guardia que se encarga de cuidar la escuela por las noches y los fines de semana, para así no tene que sumar otro ítem a la lista de cosas que me provocan un dolor de cabeza ésta noche.
Quiero hablar con alguien, necesito hablar con alguien, pero ninguno de los que tengo mucha confianza se encuentra a mi alrededor. En el estacionamiento no hay muchos autos, solo tres que no tengo idea de quién son, pero puedo ver como en uno hay un par de chicos riendo que me miran extraño cuando paso por su lado aún sin bajar el ritmo de mis pasos. Mi auto entra en mi campo de visión a unos metros de distancia, y con las manos torpes y sudorosas saco del bolsillo de mis jeans las llaves para sacar la alarma. Abro la puerta de este, y me meto dentro sin dudar.
Y es ahí, sólo ahí, que por fin me permito comenzar a querer respirar con tranquilidad, y bajar un poco mi ritmo cardíaco.
Inhala, exala. Inhala, exala. Inhala, exala. Comienzo a sentir como poco a poco mi cuerpo empiza a relajarse, pero entonces algo obstruye mi proceso de relajación.
Flashback
—¿Puedes decirme algo? — pregunta cuando ya ha terminado de hablar —. Lo que sea, no importa si es para insultarme, sólo necesito escucharte decir algo.
El problema es que yo no tengo idea que decir. Todo me tomó por sorpresa, y si abro la boca ahora, temo a que los únicos sonidos que pueda llegar a emitir sea un llamativo balbuceo sin sentido.
Su cara refleja nerviosismo, y yo nunca lo había visto así, esto era nuevo. Su ceño está levemente fruncido, y una de sus cejas se enarca como cuando no entiende nada. El aire está envuelto en tensión, y huele a nerviosismo. Para este momento, ya no sé distinguir cuál de los dos lo emana.
— Yo... — es todo lo que logro pronunciar, y sé queda ahí, nada más logra salir.
— Escucha, Ally, sé que estás confundida, pero quiero que sepas que no estoy jugando. Todo lo que dije lo pienso y lo siento de verdad, no miento, y es crucial para mí saber que es lo que está pasando por tu cabecita en estos momentos — una de sus manos viaja a mi mejilla, y la acaricia con dulzura al momento en el que dice eso —. Incluso si solo puedes decirme que no sientes nada por mí, te juro que puedo soportarlo.
¿Qué siento por él? Ése es el problema, que si lo sé, estoy prefiriendo no decirlo. No por como pueda llegar a reaccionar él, si no más bien por cómo pueda llegar a hacer lo yo.
— Yo... — vuelvo a repetir como una tonta, y quiero darme una cachetada por estar pareciendo tan idiota. Él me mira con un brillo especial en los ojos, y eso logra terminar de descolocarme por completo. Espera a que yo diga eso que tanto espera escuchar, pero yo no estoy preparada para decirlo, no ahora —. Creo que debo asimilar esto.
Y con un "yo te llamo luego", prosigo a dar media vuelta, y volver por donde entré. Patitas, para algo me las dio el creador y son tan bonitas.
Y sí, hui. Hui como toda una cobarde. Pero no podía seguir allí.
Fin Flashback.
Enciendo el auto, y con rapidez salgo a la carretera para tomar el camino más rápido a casa. Por que no pienso ir a la pizzeria con los chicos. ¿Qué hago si Kieran aparece por ahí? No acabo de caminar como desquiciada tratando de evitarlo, como para ir allí y encontrarmelo para pasar un momento incómodo. No estoy segura de que sea capaz de ir, pero más vale prevenir que lamentar, dicen.
Mi teléfono se conecta al Bluetooth de forma inmediata, y lo primero que hago es marcar en el marcado rápido para hacer una llamada. Suena y suena, hasta que por fín ña bocina se descuelga desde el otro lado.
— Kieran es el anónimo- digo apresuradamente en cuanto Sana atiende el teléfono al cuarto tono, sin dejarla decir siquiera un "hola".
Fin.
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¡Hola hola!
Me apena mucho decir esto, pero sí, leyeron bien, ¡ESTE ES EL FINAL DE THE F*CKBOY!
Me costó mucho escribir esto: 1, por que no quería que terminara, pero 2, a su vez tenía muchas ganas de llegar a esta instancia.
¿Qué les pareció el fina? ¿Se lo habían imaginado? ¿Llenó sus expectativas?
¡COMENTEN! Hagánmelo saber, que los voy a estar leyendo.
⚠️Otra cosa muy importante: ¿les gustaría que haga un capítulo extra? No les voy a decir sobre qué se trataría, pero lo que sí diré es que es un momento crucial de la historia.
En fin, no se olviden de comentar y de votar 🌟⭐ si les gustó.
❤❤❤
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THE F*CKBOY [BOY 1] (En edición)
Teen FictionKieran Johnson es todo lo que Allissa probó y juró dejar atrás: egocéntrico, casanova y por sobre todo; un chico que sabe como conseguir lo que quiere. Pero todo cambia cuando unos años más tarde se encuentra con que ese mismo chico al cual juró con...