Capítulo 29

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La tarde está algo fresca; agradable gracias a la suave brisa que hay en el ambiente propio de la época. Camino sola por el estacionamiento de la escuela luego de bajar de mi auto, no hay muchos, solo algunos. El sol  está cayendo, y el tenue color rosado del atardecer resalta en el cielo como todos los días.

Se me hace raro el venir a la escuela un sábado, mucho más viendo la hora y que está oscureciendo. No hay muchas personas cuando entro y comienzo a caminar por los pasillos, solo uno que otro que conversan entre ellos contra los casilleros, u otros que recién llegan como yo y se dirigen al mismo lugar.

El director nos llamó a la reunión anual que se hace con todos los alumnos de último año que están por graduarse; con un motivo muy especial. Todos los años; desde hace ya un buen tiempo, la escuela ha tomado como tradición que los alumnos a punto de abandonar la institución, elijan algún objeto preciado con un significado, y lo entreguen para ser puestos en una caja y luego enterrados en una zona destinada para eso. El objetivo de esta proyecto es para que cuando la institución cumpla un nuevo aniversario de su creación, puedan hacer un acto y que la generación de ese momento, pueda ver y recordar a los graduados; y a su vez vean lo que ellos consideraban en su momento como "objeto preciado", o de gran importancia como para ser puesto en una caja del tiempo, como la llama el director.

La cuestión en estos momentos; sería el qué considero yo como objeto preciado o de gran importancia. No sé lo que los otros graduados de otros años hayan puesto, y no quisiera poner algo que ya está, pero tampoco estoy segura de que pueda llegar a representarme o sea significativo. He estado buscando entre mis cosas; libros, y un montón de cosas,  pero no me decidía. Al final del día y luego de dar muchas vueltas, elegí un cuaderno lleno de poemas que recolecté con el pasar de los años. Cada vez que leía un poema que me gustaba de un libro, calle, internet, o cualquier otro medio, me tomaba el trabajo de copiarlo en este cuaderno. Algunos eran conocidos de grandes escritores, otros no tanto, y hasta he llegado a escribir uno que otro con la esperanza de mejorar en la escritura algún día. El cuaderno significa mucho para mí; así que obviamente no voy a dar el original, compré otro parecido e hice una copia de este.

Anteriormente había quedado de encontrarme en la puerta del gimnasio con las chicas; y ya hace un buen rato que recibí sus mensajes diciendo que ya salían de sus casas para venir a la escuela, así que calculo que ya estarán allí. Lo confirmo cuando camino unos cuantos metros más de pasillo y las veo a las tres paradas conversando animadamente entre ellas. Ninguna se da cuenta de mi que voy llegando hasta que pomo de la cadera a Mandy, que está de espaldas a mí. Como no me ha visto, no puedo evitar reir con entusiasmo al ver el pequeño salto de susto que pega ante mi broma.

— ¡Oh por Dios! Casi me matas del susto 
— exagera mientras pone una mano en su corazón del susto.

— Lo lamento, solo quería sorprenderte — respondo a la vez que carcajeo un poco al ver su cara.

THE F*CKBOY  [BOY 1] (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora