Capítulo 8

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Estamos a principio de noviembre, lo que quiere decir que las fiestas y los recesos están  cerca. Yo suelo de todo eso, no me gustaba para nada las festividades de la época, y lo que más odiaba cada vez que llegaba, eran las odiosas películas de navidad. Que no se malinterprete. Yo solo paso de todo eso por que me pone de mal humor cada vez que prendo el televisor y estan dando uno de los interminables filmes.

Aunque me gustaba quejarme todo el tiempo sobre eso, aún faltaba tiempo.

Era viernes por la noche, y Colton me había invitado a otra cita. Habíamos salido de nuevo desde que me llevó a esa cafetería donde casi me obligan a compartir mi malteada con él, y me había gustado. Incluso me llevó a una reunión que hacían siempre con sus más íntimos amigos, cosa que me gustó, no me pregunten por qué, pero me hizo sentir que no jugaba conmigo. No sabíamos a dónde ir ni que hacer, y como con los chicos planeabamos salir todos juntos como hace tiempo no hacíamos, lo invité a que se sumara a nosotros. Él me había presentado a sus amigos, entonces yo le presentaría a los míos ahora. Me pareció un buen ambiente, y los chicos estuvieron de acuerdo con la idea de que lleve a <<mi nueva conquista>>, sin perder el tiempo de hacerme sonrojar cuál nena enamorada. Pero yo no lo estaba.

Iríamos todos al Muelle de Santa Monica a disfrutar un poco del grandioso parque de diversiones que había. Nuestra misión era clara: divertirnos, comer toda la comida chatarra que podamos, y luego subirnos a todos los juegos posibles que garanticen que vomitaremos toda esa comida. Así de simple.

No queríamos estar hasta muy tarde, pero tampoco queríamos quedarnos poco tiempo puesto a que queríamos disfrutar de la salida, así que decidimos ir temprano, como a eso de las siete. Yo no tenía ganas de conducir, y en casa había recibido un rotundo no, cuando pregunte si podían hacer de chofer para mi y para alguno de los que tampoco quisiera conducir.

No me costó nada llamar a Sana para preguntarle si ella quería conducir, pero de la misma forma que con mis padres, recibí una respuesta negativa de su parte alegando a que su madre no quería que se llevara el auto por que el de ella estaba descompuesto. Dos segundos después de colgar llamé a su madre. ¿Su respuesta? Que sí, no habría problema si su hija sacaba el auto para salir conmigo. Cinco minutos después, una furiosa Sana llamaba a mi celular gritando cualquier clase de insultos hacia mi persona por hacerla conducir cuando no quería, y por haber llamado a su madre. Luego de un rato escuchando sus gritos, y que ella escuchara mi risa, le aseguré que yo conduciría de vuelta para compensarla para que ella pueda ir tirada en el asiento del copiloto quejándose de haber comido tanto. También me prometió que le compraría dos malteadas al llegar.

Mis botas de caña corta marrones con algo se plataforma no me abandonaban nunca, amaba los zapatos así , y los combiné con unos jeans azules, y una campera de jean azul oscuro también. Me miraba al espejo repasando si me veía bien, o me cambiaba en el último segundo, pero un mensaje de Sana me interrumpió diciendo que estaba abajo, y si la hacía esperar, me dejaría.

THE F*CKBOY  [BOY 1] (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora