Yesterday » 전 정국 (Pausada)

[Estúpido todo] 33♥

Narra ________

Los nervios me recorrieron por toda la espalda. Las piernas me empezaron a temblar. Me encontraba cabizbaja cuando la puerta fue abierta. La luz hizo que levantara mi cabeza despacio encontrándome con él.

En su rostro se podía apreciar sorpresa, tenía su boca abierta sin poder pronunciar una palabra.

—Hola... —dije tímidamente.

Al segundo de terminar de hablar él me jaló de la mano hacia él para rodearme con sus fuertes brazos. Yo por mi parte rodeé su cintura con mis pequeños bracitos.

—Te extrañé tanto —dijo para luego repartir sonoros besos por mi coronilla.

Yo solo reí.

Él me separó y se quedó observándome de pies a cabeza—. Hoy te veo más linda. ¿Será que ya lo eras y no te recordaba? Eso es pecar —dijo para luego dedicarme una hermosa sonrisa.

Sentí que mi cara iba a explotar. Sonreí como estúpida y miré al suelo, pero su mano sostuvo mi mentón y me obligó a mirar hacia él.

No obtuve respuesta de él, solo otra sonrisa. Y sin más me volvió a abrazar—. Ah, mi linda ________, tan tierna como siempre, y sus cachetes todos sonrojados y regordetes, ah... —me separó de él— Si no te cuidas podría comerte de lo dulce que eres.

Me temblaron las piernas, juré que mi cara se incendió. Miré hacia el suelo para disimular mi increíble sonrojo. Sonreí como estúpida otra vez, no pensé que reaccionaría así.

—Ven, entra a mi habitación, tengo que hablar de muchas cosas contigo —dijo para luego jalarme de la mano obligándome a entrar a su temible cueva, muy bien ordenada, por cierto.

Recuerdo esos días en los que al entrar a esta habitación estaba todo mugriento, con cajas de pizzas arriba del armario, zapatillas en la lámpara, las cortinas rotas y las sábanas desacomodadas, en resumen era un desastre que yo debía tomarme el tiempo de arreglar.

Fui directo hacia su cama para sentarme en la esquina y contemplar algo que llamó demasiado mi atención. En aquella pared estaba colgado un dibujo que pensé que nunca jamás volvería a ver. Era aquel dibujo que Jae Seok había destrozado hace mil años. Estaba allí, frente a mis ojos. Después de todo, Jungkook lo tenía, ¿pero cómo? Fruncí levemente mi ceño.

—Oh —dijo él. Empezó a reír nervioso—. ¿Recuerdas aquel dibujo?, y-yo lo tenía —volvió a reír nervioso.

—¿Cómo? —le pregunté mirándolo confundida.

—L-lo encontré en el piso. Es que vi que te habías ido corriendo y no lo recogiste, así que te hice un favor —otra vez esa risita nerviosa.

Sonreí levemente para luego musitar un "ah, qué bien".

No volvimos a hablar más. El silencio reinaba en la habitación. Lo único que él hacía era mirarme mientras yo me hacía la tonta, puesto que cuando yo lo miraba él desviaba su mirada.

—¿P-por qué te.... Fuiste? —preguntó de la nada.

—Fueron solo... problemas —dije mirándolo—. Ya sabes... necesitaba aclarar mi mente, así que me fui.

—¿Pe...pero por qué te fuiste tan lejos? —preguntó.

Realmente me tocaba este tema, solamente no quería hablar de eso, pero debí suponer que tantas preguntas se harían presentes después de mi regreso. Solo debí imaginármelo.