The Green Ninja || Lego Ninjago

Capítulo 17 - Cuando todo falla

Lloyd se mordió el labio inferior mientras miraba al fantasma apuntando al cuello de la persona que tenía poseída. Miró el cristal del reino, intentando pensar en algo para evitar que Kai saliera herido, pero al a vez, no tenerle que darle el diamante con inmenso poder.

- Tic tac, Lloyd – Al decir esto, el rubio miró a Morro, el cual cada vez clavaba más la katana en el cuello del cuerpo mortal del castaño y dedicaba una mirada de frialdad al de verde, a lo que cerró los ojos con fuerza –

- ¿Si te doy el cristal liberarías a Kai? – Al decir esto, abrió los ojos para volver a mirarle. El pelinegro abrió sus pupilas algo sorprendido por esa pregunta -.

Lloyd esperaba su respuesta y quizás por esta, llegaba a tomar una decisión. Pero igualmente, sabía que todos los caminos le llevaban al mismo sitio: A perder el cristal del reino. Aunque le dijese que no, igualmente iría a por el portal entre los reinos por su cuenta y tampoco es como si el ninja verde estuviera en condiciones para luchar contra él. Lo único que le quedaba de esperanza era una ayuda de Kai en el último momento, la cual nunca llegaría.

El rubio siguió mirando Morro con los ojos levemente cerrados, esperando a que hablara. Cuando unos sonidos de interferencias comenzaron a escucharse por los auriculares, junto con la voz entrecortada de Nya.

- ¡LLO–YD! – Se comenzó a escuchar, haciendo que el de verde dirigiese la mano con la quemadura con cuidado hacia el auricular para intentar escuchar mejor la voz de la menor de los Smith - ¡NECE–AYUDA AHORA! – Aunque se escuchase horriblemente mal, podía entender las palabras de la pelinegra –

- ¡Nya! – Comenzó a decir preocupado - ¿Sigue ahí? ¡NYA! – Dijo algo estresado ante la situación. Cuando no escucho ningún sonido del aparato, apretó los dientes -.

Dirigió su mirada de nuevo al pelinegro, el cual le dedicó una media sonrisa mientras los parpados superiores se cerraban un poco.

- Creo que necesitan ayude – Comenzó a decir sin moverse un centímetro – Pero que sabré yo... - Al decir esto, el menor se mordió el labio inferior mientras agachaba la cabeza un poco -.

Pero Lloyd la subió y se le abrieron los ojos al ver como su katana empezaba a ser retirada del cuello de Kai. Morro cerró los ojos, para acto seguido suspirar.

- ¿Sabes qué? – Comenzó a decir en forma de pregunta retórica - ¿Para qué darte opción...? ¡Si puedo quedarme el cuerpo de Kai y el cristal del reino! – Al decir esto, pegó un gran salto con la katana en mano, obligando al rubio a echarse hacia un lado -.

Al no tener previsto este movimiento, Lloyd cayó al suelo, para dirigir la mirada al fantasma. Este le miró con el ceño fruncido. El rubio se levantó lo más rápido con el cristal aun en mano con una expresión de terror en su rostro.

Morro con algo de dificultad sacó el arma del hielo. Al hacerlo, miró en la dirección en la cual el de verde había ido. El cual se escondió en una columna de hielo, sentándose e intentando recuperar el aliento, mientras intentaba no hacer mucho ruido.

Sus ojos se abrieron como platos y un sudor frío comenzó a bajar por su frente cuando comenzó a escuchar los pasos del fantasma, acompañado del sonido del metal de la katana arrastrada por el suelo. E incluso, juraría que estaba temblando y no por el frío.

- Lloyd – Escuchó la voz del maestro del viento en un tonó de malicia – Venga, Lloyd, no podrás esconderte – Al decir esto, miró hacia una columna de hielo y la rompió, esperando que el de verde estuviera detrás, pero no lo estaba - ¡para siempre! – El de ojos rojo llevó su mano a la boca y la otra al auricular –

- N-Nya – Comenzó a susurra lo más bajo que podía, su voz comenzaba a sonar algo ronca, debido que por el miedo, lágrimas comenzaban a amenazar con salir de sus ojos – Por-por favor, necesito ayuda y mu-muy urgente – El rubio soltó un sollozo y cerró fuertemente los ojos cuando escuchó como Morro rompía otra columna -.