Capítulo 30 - Tu verdadero potencial

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Con sus poderes de agua, llegó hasta el barco. Todos los presente la miraron con los ojos bien abiertos el rostro de la pelinegra, viendo el corte que obviamente dejaría cicatriz en su rostro.

- No hubo manera... -Les comunicó apenada mientras bajaba la cabeza con los ojos cerrados. Wu se acercó a ella y puso un mano en su hombro, haciendo que levantar la mirada – ¿Por qué no le desposé? – Preguntó a su maestro entristecida y dudosa – Prácticamente no puede utilizarlo para nada ya –

- No puedo responderte a esa pregunta – Fue su única contestación. La maestra del agua suspiró pesadamente –

- ¿Cómo se encuentra Lloyd? – Hizo de nuevo otra pregunta, mirando alrededor –

- Lo están atendiendo ahora mismo en un camarote – Ahora respondió Jay, el cual ya se había levantado del suelo – Seliel y Misako están con él –

- ¿Se le puedo ver? – Preguntó nuevamente –

- Supongo que sí, mientras no molestes al médico que lo está tratando – Le dijo Lar con los brazos cruzados –

- Karloff puede mostrarte camino – Le dijo el maestro de metal mientras se acercaba a ella. La menor de los Smiths sonrió un poco –

- Gracias... - Al tono de tristeza se le añadió uno de agradecimiento por la amabilidad del otro maestro elemental –.

Karloff comenzó a andar, seguido por Nya. Se pararon en la puerta de uno de los camarotes. El mayor la miró.

- Aquí – Fue lo único que dijo. Le pelinegra asintió leve en forma de agradecimiento. El de barba se fue de nuevo con el resto de maestros elementales –.

La maestra del agua miró la puerta y dudo un poco si abrirla o no. Agarró el pomo, girándolo y empujó. Asomó primero la cabeza, enseguida las miradas de Seliel y Misako estuvieron sobre ella.

Pasó a dentro cerrando la puerta detrás de ella. Ando un poco hacia la cama, examinando bien al rubio tumbado en la cama mirando como el médico la atendía.

Se paró al lado de la peli rosa, con preocupación en su rostro. El cual tan solo escondía la rabia que le dio por ver a uno de sus mejores amigos así y más por culpa de Morro.

Seliel lo estuvo dudando por un momento, pero al final decidió que era lo mejor. Se acercó a la pelinegra, poniendo una mano para susurrarle la situación actual, aprovechando los quejidos por parte de Lloyd y los ánimos que el doctor le daba y los de su madre para que intentase aguantarlos.

Una vez terminó, Nya se dirigió hasta la puerta y salió por ella de nuevo. El rubio y a Misako les captó la atención aquello.

Caminaba por el pasillo, hasta que un meneó similar al que los soldados de piedra hacían cuando aparecían, la obligaron a agarrarse a lo primero que vio.

Corrió hacia la cubierta, viendo como la Preeminente rompió la hélice de madera del barco. Comprobó como todos sus aliados estaban agarrado también a lo que podían. E incluso desde ese ángulo se percató de que Morro estaba encima de su maestra, contemplándolo todo.

La gente empezaba a correr por todo el barco, algunos levantaban las manos, otros gritaban e incluso algunos se quedaban quietos en una parte de la nave, abrazando sus rodillas.

- ¡No lo conseguiremos! – Escuchó decir a Cole, mirándolo –

- Ya está, ¡estamos perdidos! – Pudo escuchar decir a Jay mientras se abrazaba más a la barandilla de la que estaba agarrado algo exagerado –.

La pelinegra volvió a mirar hacia la Preeminente, ladeando un poco la cabeza con una mueca de tristeza, como si estuviese en su propio mundo.

- Hasta que no te liberes de lo que te retiene, nunca alcanzarás tú verdadero potencial –.

The Green Ninja || Lego NinjagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora