The Green Ninja || Lego Ninjago

Capítulo 24 - Preeminente

- Lloyd... - Fue lo único que salió de los labios de la pelinegra. Iba a comenzar a correr, pero Wu se lo impidió agarrándola del brazo. Nya le dedicó una mala mirada – ¡Evacuad al resto vosotros, pero yo voy a ir! – Nada más dijo esto, se soltó del agarre del anciano. El de barba blanca suspiró –

- Igual de cabezota que su hermano... - Dijo pesadamente el maestro –.

Derribando o esquivando a todo fantasma que se ponía en su camino, logró llegar a un cruce de la ciudad. Siguió corriendo, hasta que un espectro con una guadaña apareció en su camino, evitándola el paso y riéndose.

- Ghoultar no dejar pasar – Le dijo en un tono burlón. Nya apretó los dientes mientras generaba agua en una de sus manos –.

[...]

Ambos respiraban agitadamente debido al cansancio, sin quitarse la mirada uno del otro. Con las espaldas dobladas y sus armas pegadas a la madera, como si les pesase el metal de que estaban hechas.

Lloyd pasó una manga por su mejilla para limpiar un rastro de sangre que había por la zona por un corte que el contrario llegó hacerle cuando lo pillo desprevenido. Aunque bueno, Kai y Morro no estaban tampoco tan bien.

No tan solo se le había quedado el corte que le hizo Jay con el aeroblade en el reino de la nube(el cual ya había cicatrizado), también algunos nuevos que había logrado hacerle el rubio en esa misma pelea.

Pero a pesar de que el pelinegro tenía más heridas en todo el cuerpo, parecía que era más tolerante al dolor que el rubio. Y aunque tuviese guantes, sus manos escocían por los raspones de sujetar la empuñadura de las katanas y más su brazo derecho por la quemadura que no había sido tratada.

Al escuchar un alarido del contrario mientras levantaba la espada del santuario y corría hacia él, hizo que rápidamente se incorporara y pusiera sus dos armas en forma de X para evitar que la contraria le hiciese algo.

Con algo de esfuerzo, Morro comenzó a hacer más fuerza, haciendo que Lloyd perdiera terreno y lo arrastrará. Mientras intentaba evitar que traspasara sus katanas, miró hacia atrás, para comprobar que estaban cerca del extremo del tejado. Logró tener más fuerza que él fantasma y se detuvieron. Un viento algo alborotado comenzó a hacerse presente.

Al ver que no tenía éxito al intentar tirar al ninja fuera del tejado, en un movimiento, logró hacer que una de las katanas de Lloyd se le escapara de las manos, dejándolo tan solo con una. Esta quedo clavada en la madera del muelle.

El rubio miró por unos momentos su mano, ya que haberle arrebatado de esa manera la katana le provocó un dolor en su muñeca. El pelinegro sonrió por ello.

- Espero que no seas zurdo... - Hizo un sarcasmo mientras apuntaba con la espada al más joven. La voz de Morro era la única que se escuchó –.

Intentó agarrar la katana de la mano derecha con la izquierda, debido a que en esa mano tenía más dolor por la quemadura. Al ver esto, el poseído volvió a correr hacia él en un intento de clavar el arma.

Lloyd dio un salto haciendo una voltereta en el aire, para acabar detrás del poseído. Aprovechó la oportunidad y le dio una fuerte patada entre las escapulas. Al estar tan cerca del extremo, casi se cae si no fuera porque tuvo tiempo de agarrarse con ambas manos, soltando la espada del santuario, la cual cayó también al muelle.

Intentaba subir de nuevo al tejado, pero sus pies no encontraban ningún apoyo para ello. Con esta ventaja, el rubio comenzó a trepar usando el airejitzu hasta la torre para meterse en el edificio y destruir el cristal del reino.

Se detuvo cuando sintió que al aire le faltaba, puso ambas manos en su garganta. Giró la cabeza, para ver a Morro desde el extremo, agarrado tan solo con una mano, mientras que la otra la tenía levantada y su rostro mostraba una expresión de enfado. En sé momento se acordó del momento en el que a Kai le hizo lo mismo.