Capítulo 29 - Un peón más

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Los maestros elementales y Ronin, Seliel y Dareth estaban en el extremo del barco, viendo como la Preeminente se acercaba más a la popa. Pero enseguida sus miradas se centraron en un punto de color azul que se acercaba a ellos.

Era Jay. Logró llegar al vehículo y una vez lo hizo, cayó de rodillas con Lloyd aun en brazo. Lo intentó dejar con delicadeza, para luego caer el también, evitando hacerlo encima de él. Todos los rodearon.

- ¡LLOYD! – Gritó preocupada su madre, mientras rápidamente se acercaba –.

Wu se acercó también. La bibliotecaria se agacho para socorrer a su hijo, con lágrimas en sus ojos. Jason comenzó a intentar levantarse del suelo.

- Yo también estoy bien, gracias – Dijo esto sarcásticamente, para de nuevo caerse rendido en el suelo por la falta de energía –

- ¿Hay alguien que sepa de medicina presente? – Preguntó Seliel mirando alrededor a toda la gente. Un voluntario salió de entre toda la multitud –

- Necesitaré varias cosas para atenderle – Les comunicó al resto. Estos asintieron –

- Yo le ayudaré – Se ofreció Misako, mirándole entristecida por ver el estado de su hijo –

- Yo también – La de pelo rosa se ofreció igual seria mientras se acercaba –

- Ayudar a cargar a Lloyd – Dijo Karloff, acercándose hasta el rubio. Activo sus poderes y con sus puños lo llevó con cuidado –.

El maestro elemental comenzó a andar, seguido por Seliel, Misako y el doctor. Se metieron dentro de un camarote del barco. Con delicadeza, lo dejó encima de una cama de la habitación.

El médico se acercó hasta Lloyd. Quitó la prenda de Jay alrededor de la cintura, para acto seguido quitarle la parte superior del traje ninja, incluida la camiseta que llevaba por abajo. Se quedo asombrado al ver todas las que tenía.

- En el almacén del barco hay dos botiquines, tráigalos – Le indicó a Seliel. Está asintió mientras se iba –.

Misako agarro de la mano a Lloyd, en un intento de tranquilizarlo. Al rato la peli rosa volvió con ambos botiquines en mano y se los entregó al doctor.

Este abrió el de color rojo. Sacó dos guantes y se los puso para mantener la limpieza. Agarró un algodón y echó suero fisiológico. Nada más hizo contacto, el rubio soltó un alarido por el escozor.

Empezó a presionar un poco la lesión del estómago, ya que era de las más recientes y la más grave. Apretaba más, ignorando los quejidos del paciente. Debía cortar la hemorragia.

Después de llevar un buen rato haciendo la misma acción, dejó el algodón a un lado, para agarrar un paño y mojarlo nuevamente con suero. Con la tela, limpiaba la sangre de alrededor de la herida.

Lo dejo también a un lado y cogió una gasa, para colocarla sobre la lesión. Una vez puesta, dejo su mano apretando un poco. Miró a Misako.

- Seguramente haya que ponerle algunos puntos, ha sido bastante profundo – Le comunicó serio – (Hasta dentro, como a él le gusta(? X'D Vale, ya está, ya lo he hecho, ya he quitado seriedad al asunto)

- ¿Se recuperara, verdad? – Le preguntó preocupada la ninja espectro, de brazos cruzados. El doctor tan solo apartó la mirada –

- Cuánto antes lleguemos a un hospital mejor... - Esto tan solo aumento la preocupación de ambas –.

Era evidente que con todos esos cortes y heridas había perdido bastante sangre. Pero dentro de lo que cabe, en realidad había tenido bastante suerte de no haberse hecho una brecha en la cabeza con esas dos caídos y de tampoco haberse roto un hueso(a excepción quizás de la muñeca) o que algún nervio importante le fallase.

The Green Ninja || Lego NinjagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora