Capítulo 20 - Entrega especial

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Iba anocheciendo y el pueblo de Stiix seguía viviendo una pesadilla, aun así estar de celebración en esas fechas. Todo tipo de fantasmas se paseaban libremente por las calles. Todo humano que se negará a darles lo que querían, eran capturados.

Morro observaba como los espectros causaban caos desde lo alto de guarida, justo en el centro de la ciudad. En el mismo edificio de encontraba el portal para liberar a la Preeminente, para que empezará con su misión principal de maldecir los diecisiete reinos, empezando por Ninjago.

Obviamente ya había predicho la llegada de Lloyd, para intentar destruir el cristal del reino y tenía que claro que el mismo se encargaría de que se quedará en intentar. Soul Archer atravesó el suelo del puesto de vigilancia, para acercarse a su superior.

- En poco tiempo, la Preeminente estará lista – Le comunicó en un tono serio el arquero –

- Gracias por informar – Le contestó cortantemente el pelinegro, mirando aun las calles. El del arco se quedo en silencio unos momentos, hasta que decidió pensando en lo que Bansha dijo, de hablar –

- Una pregunta, Morro – Al decir su nombre, este le miró sin moverse – Ya hemos conseguido el cristal, ¿para qué sigues aun con el ninja po- - Iba a continuar, pero la voz del otro le interrumpió –

- Eso no es de tu incumbencia, tan solo mía y de nuestra maestra – Le contestó mientras volvía dirigir su vista hacia la ciudad – Si ya has terminado, puedes largarte –

- Pero – Iba a insistir, pero de nuevo la voz de su superior le cortó –

- ¡He dicho que te largues! – Dijo mientras se daba la vuelta y lo miraba lleno de rabia. El fantasma tan solo asintió despacio y atravesó el suelo de la torre –.

Morro suspiró mientras cerraba los ojos. Se dio de nuevo la vuelta para mirar las calles y a los otros espectros como antes. Entrecerró los ojos para intentar divisar algo sospechoso, pero nada.

Sabía igualmente que el ninja verde vendría a fastidiar su plan. Agarró el mineral de color blanco transparente que llevaba, para mirarlo detalladamente. En este se veía su reflejo. Sonrió, ya que aunque Lloyd viniese a molestar, estaría preparado para terminar con él.(Eso no se lo cree ni la escritora(?)

[...]

Después de la charla con su nuevo equipo, Lloyd salió de la tienda y se sentó en uno de los bancos hechos de piedra del jardín delantero del edificio. Contempló como el sol descendía detrás de unas montañas, pensativo.

El sonido de la puerta corredera de la tienda le sacó de sus pensamientos. Era Nya, la cual le miró, para sentarse junto a él.

- Se que estás preocupado – Rompió el silencio, mirando también el atardecer –

- Lo más probable es que Morro este cerca de liberar a su maestra del reino maldito y... - Hizo una pausa mientras miraba hacia otro lado – Estar parados sin poder hacer nada no ayuda – Esta frase la dijo algo resentido. Nya suspiró –

- Estás pensando en Kai también, ¿cierto? – Dijo mientras miraba la quemadura de su brazo derecho, la cual no había sido cuidada aun. Debe ser que ya no le dolía tanto – Deberías... ya sabes – Apuntó a su brazo. Al hacerlo, Lloyd lo miró –

- No hay tiempo para médicos, Nya – Le contestó de mala gana el de verde. La pelinegra le miró mal mientras ponía las manos en la cintura –

- Ya, claro – Dijo sarcástica de mal humor. Al notar ese cambio en su voz, el de ojos rojos la miró – Pero, ¿no has pensado que si te pasa algo nadie salvará Ninjago? – Le preguntó, el chico tan solo miró hacia otro lado. La maestra del agua suspiró – Mira, no quiero que te sientas mal, pero, tu salud también es importante, tienes que preocuparte también por ti, no solo por los demás – Al decir estás palabras, Lloyd volvió a dirigir su mirada hacia ella, acompañada de una sonrisa pequeña –

The Green Ninja || Lego NinjagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora