Capítulo 12| Dylan [2]

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Estaba algo agotado por correr tan rápido detrás de Daria, para verse mal —tal y cómo dijo Sierra—, tenía buena condición física para correr, incluso más que yo cuando hacía cardio antes de entrenar box.

Aunque tenía que admitir que la distancia tampoco era corta. Correr desde las gradas y atravesar la cancha, y luego correr por los pasillos hasta el baño de damas dónde ella se había perdido hace unos minutos, no era comparación a hacer cardio y tomarse uno su propio tiempo.

Cinco minutos, diez, quince y nada. No era como si fuera la primera vez que me infiltrase en dónde no debía —y vaya que me había metido en muchos sitios donde de verdad no debía—, así que el baño de damas no era un impedimento para mí.

Empujo la puerta a prisa y me arrepiento en el momento.

Vaya que lo hago.

Daria está tirada en el piso y tanto la nariz como la boca las tiene manchadas de sangre.

Inmediatamente la tomo en brazos y salgo lo más rápido que puedo hacia la enfermería, es un alivio que todos estén ya en sus clases, porque de lo contrario no podría lidiar con ello.

Al llegar no dudo ni un segundo en entrar y pedir ayuda para ella.

—¿Podrías ir por sus pertenencias? — pregunta la enfermera. —La doctora la está revisando ya, dijo que hay que llevarla al hospital, llamaré a sus padres por lo que necesito sus pertenencias para entregársela a ellos.

Salgo cuando me lo pide para volver al baño de chicas y recoger su mochila.

Fue una suerte encontrar su mochila debajo del lavabo y no en otro sitio.

Levanto todo lo que estaba tirado en el piso, entre sus pertenencias también recojo su bolsa de maquillaje de la cual cae una bolsa diminuta.

Cocaína.

No podía dejar que ella fuera llevada al hospital y menos que sus padres— o en éste caso su madre y padrastro—, supieran la razón por la que ella estaba siendo llevada al mismo.

Así que tomo todo a prisa y lo meto como sea en su mochila para colgarla en mi hombro, luego corro como si mi vida dependiera de ello, entro apurado a enfermería y tomo a Daria de nuevo en brazos para sacarla de ahí lo más pronto posible y llevarla yo mismo al hospital.

—Hey Dylan —me llama la chica a la que siempre le coqueteo. —¿A dónde vas? No puedes llevártela sin antes haber hablado a sus padres.

—Por favor, no les llames, ya lo hice y van camino al hospital, yo me aseguro de tener a mi novia a salvo, ¿ok?—miento.

No espero su respuesta, salgo de la universidad para subirme a mi coche con Daria en el asiento copiloto reclinado lo más que se puede.

—¿A d-dónde me llevas? —escucho su voz a mi lado.

—Al hospital, tenías sangre en la boca y nariz por consumir esa mierda.

—N-no —musita a duras penas. —No me lleves ahí, por favor —ruega. —Te suplico que no lo hagas, llévame a tu departamento y déjame ducharme y dormir...

—¡¿Estás loca?! —grito. —Te encontré tirada en el baño por estar drogada, necesitas que te revisen.

—Por favor, Dylan —pide con la voz apagada. —Te lo suplico... Llevarme al hospital sólo va a causarme problemas.

Y vaya que los tendría.

En el hospital no podrían hacer nada en realidad, no en las condiciones en las que ella estaba, así que dependía de mí.

Perdiendote » Dylan O'brienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora