"Perdiéndote".

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Perder.

Según internet—siendo más específicos—, Google. Perder tiene varios significados en cuanto al uso que se le dé, esto refiriéndose a la situación. Así que en mi opinión, el internet es inútil para buscar cierto tipo de información.

Pero cómo esto ya no es un trabajo escolar, si no más bien una carta de despedida, voy a darle mi propio significado.

Querido Ezra:

Recuerdo cuando era pequeña y perdía algún objeto, lloraba. Papá compraba otro.

Recuerdo cuando perdía la paciencia, lloraba. Mamá me enseñaba a contar y respirar para aprender a ser paciente y tolerante.

Recuerdo cuando me perdía una salida o un viaje, lloraba. La tía Rox me llevaba con ella y contigo a tomar un tren con un destino al azar.

Recuerdo cuando perdía algún papel importante, lloraba. Entonces mamá sacaba otros, o si era del instituto, volvía a repetirlo.

Recuerdo cuando se murió mi pez Floyd, lloré. Mamá compró otro, reemplazándolo.

Recuerdo cuando desperdiciaba el tiempo en ver series y ya no hacía nada de lo planeado en mi día, lloraba. Al día siguiente madrugaba para recuperar ese tiempo.

Recuerdo cuando perdía algún debate, lloraba. La abuela me echaba porras para estudiar y prepararme mejor.

Recuerdo las llamadas de atención de mamá, y como no es novedad, lloraba. Papá le llevaba la contraria cuando ella intentaba aconsejarme, yo me perdí de esos consejos.

Recuerdo cuando quisimos hacer un viaje a París, nos perdimos, yo lloré. Tú buscaste el camino de vuelta.

Recuerdo cuando me rompieron el corazón por primera vez, vaya que lloré. Tú me diste tu hombro para desahogarme, luego dijiste: "el amor apesta", los dos reímos fuerte.

Recuerdo cuando fumé o inhalé por primera vez, estaba llorando. Nadie estuvo ahí para solucionar mi problema, ni ese ni los siguientes.

Aquí yo me perdí.

Recuerdo cuando perdí los papeles y actúe de manera irracional, bebí alcohol en grandes cantidades, también estuve llorando. Nadie estuvo tampoco.

Pero, ¿qué pasa cuando pierdes a alguien?

Recuerdo cuando te perdí, tú me gritaste horas antes: "deja de perder tu tiempo y de estar perdiéndote".

Ahí todo había perdido y tomado otro sentido.

Porque cuando se trata de perder a un ser querido, ya no lo pierdes solo a él,  si no también a una parte de ti o a ti mismo.

Ni cuando se fue papá perdí, porque ahí todavía no comprendía el verdadero significado de perder.

Ahora no se trataba de tener dinero para comprarte de vuelta, o de tener paciencia para que vuelvas. Ni de perder un viaje para irme con tu mamá esperando que estés con ella, ni de perder un papel o el tiempo.
Ya no se trata de perder un debate porque ya no hay con quién debatir, ni mucho menos de los consejos de mamá para no cometer errores como aquella noche. Tampoco de reemplazar, porque créeme que nadie podría hacerlo, nadie podría ocupar tu lugar.

Ya no es perderse en el vicio y dejarte llevar sin importar las consecuencias.

Se trata de no perderte a ti.

Y querido primo, no estás perdido. Estás ausente físicamente, pero no perdido. Estás en mi corazón, y así será siempre sin importar qué.

Tenías veinticuatro, aún te faltaba mucho por recorrer, por vivir. Y no me tragué el cuento de que tu vida ya estaba perdida, porque mírame, ¿quién dijo que perderse no sirve para reencontrarse?

Gracias por ayudarme a volver al buen camino. Sé que estuviste conmigo todo éste tiempo y será así hasta el día en que nos volvamos a encontrar, tal y como mis amigos me dijeron un día, y es que creo que fuiste tú quién hablo en ese momento.

Al final siempre estuviste ahí.

Y claro que te echaré de menos, pero haré que no te arrepientas de haber dado tu vida por la mía, tú me salvaste. Con esa acción, doy por sentado que eres un gran ser humano, y es así como voy a recordarte el resto de mi vida.

Te quise, te quiero, te amo y así será  siempre.

Con mucho amor.

Tu prima, Daria Rosenstock.

Perdiendote » Dylan O'brienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora