JiCheol ♡ What my heart wants to say.

Capítulo 12

JiHoon balanceaba sus pies mientras admiraba el parque donde se encontraba, los niños jugando con sus padres, la risas infantiles y contagiosas. Sostenía la libreta de los vales en sus manos y la revisó por milésima vez. Deseaba haber multiplicado algunos que ya había utilizado.

Le gustaba SeungCheol y el sentimiento cada día crecía más, quería poder abrazarlo en cualquier momento sin necesidad de mostrarle un papel pero era demasiado tímido como para hacerlo.

—Hola JiHoonie —SeungCheol llegó sentándose a su lado con la brillante y dulce sonrisa de siempre.

JiHoon levantó su mano saludando.

—Te tengo una sorpresa —Habló emocionado y mordió su labio inferior antes de continuar —Iremos a mi casa a almorzar, después de hablarles tanto de ti a mis papás, te quieren conocer.

El castaño sacó su lápiz del bolsillo y escribió.

Recién entendía el por qué le pidió que se juntaran en el parque.

—Sí, bueno —Desordenó su cabello soltando una risa nerviosa —Si quieres —Conocía lo tímido que era JiHoon con otras personas pero en realidad quería que fuera a su casa, así sentiría que la relación que tenían avanzaba un poco más.

Tan lento como el paso de una tortuga, pero no había ningún apuro. Le gustaba tanto JiHoon que no quería arruinarlo y él no era un experto en los temas relacionados al amor.

Después de todo, JiHoon era la primera persona por la que se sentía atraído.

JiHoon dudo un poco pero termino aceptando y así llegaron a la casa de SeungCheol, antes de que abriera la puerta principal, JiHoon lo jaló hacia atrás, llevó la mano a su bolsillo del pantalón y sacó el último vale que tenía.

Esperaba que eso calmara sus nervios.

—Un mal chiste —Murmuró SeungCheol mirando el papel mientras pensaba en alguno —¿En qué se parece un loco a un caramelo?

JiHoon negó con su rostro serio.

—En que el loco es demente y el caramelo es de menta —Terminó con una sonrisa divertida que se esfumó cuando vio la expresión seria del pequeño —¿Fue muy malo? buscaré otros.

Cuando agachó su cabeza con las mejillas sonrojadas, JiHoon sonrió. Una de las cosas que más le gustaba de SeungCheol era cuando se colocaba nervioso; la manera en que sus mejillas se teñían rápidamente sin avisarle o darle tiempo para ocultarlas y la manera en que mordía su labio, le parecía adorable y aún más sabiendo que no se comportaba con todos de la misma manera.

—Sinceramente no me gusta contar chistes, hay personas que sirven para ello pero yo no —Tocó el cabello de su nuca algo avergonzado. Miró de reojo las manos de JiHoon con la libreta sin ninguna hoja —Los terminaste.

JiHoon asintió apenado.

—¿Te gustaría tener otro? prometo quitar los chistes y poner otra cosa mucho mejor en su lugar.

La verdad es que lo que JiHoon necesitaba eran más vales de abrazos y quizás, si tenía suerte, si SeungCheol quería y también lo necesitaba tanto como él, un vale por un beso.

O tal vez dos.

—¿Qué más podría escribir? —Dijo en voz baja SeungCheol —De hecho también debo quitar lo de sentarse juntos en la biblioteca, ¿vale por un helado?

JiHoon negó.

Ambos habían terminado el colegio y SeungCheol entraría a la universidad al acabar las vacaciones pero JiHoon seguía pensando en que si él podría hacerlo también.

—Ahí escribí vales por un mal chiste —Comenzó a recordarlos uno por uno —Por un juego de gato, por el pastel de chocolate, por una canción, por ir al parque de diversiones, por una sonrisa, por una cita, por un beso en la mejilla —Sus propias mejillas comenzaron a sonrojarse de nuevo —Por abrazos, por un beso —Su mente se fue hacía el día del baile, cuando sintió los labios de JiHoon por primera y única vez.

Dulces y delgados labios que moría por volver a probar, algunas veces pensaba que era demasiado evidente cuando se quedaba mirándolos pero es que era imposible no hacerlo, JiHoon hacia unos pucheros que deseaba deshacer con un beso, o cuando salieron al parque de diversiones y un poco de algodón de azúcar quedó en la comisura de los labios del pequeño, hubiera querido ser lo suficientemente valiente para quitarlo él mismo y no con las manos.

Pensó en los vales que había utilizado JiHoon y entonces lo recordó, ahí faltaba un vale que él no había visto.

—Y el vale —tragó saliva mirando al pequeño frente a él —Por si quieres ser mi novio —Habló aunque quería que sonara más como una pregunta.

Los ojos de JiHoon se agradaron un poco y apretó la libreta con sus manos, estaba nervioso.

SeungCheol no había pensando en ese vale hasta ese entonces, ¿ese era el tercer vale que tenía en la noche del baile? si lo era ¿por qué no lo enseñó después?

La respuesta que él mismo se dio fue que JiHoon se había arrepentido luego de conocerlo mejor.

—Chicos, ¿qué hacen aquí afuera? —La puerta de la casa se abrió y la madre de SeungCheol salió interrumpiéndolos.