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Narra Peter:

(FLASHBACK AÑO 2006):

Aquella noche, mi padre iba a ganar más plata que en toda su vida. En casa, todos estábamos nerviosos y excitados ante tal importante acontecimiento. He de decir, que en casa nunca había faltado nada. Yo y mis 3 hermanos (los dos más grandes: Juan Pablo y Juan Martín, y el pequeño: Juan Bautista, al que todos cariñosamente le decíamos Bauti), asistíamos a un colegio privado en La Plata. En casa, se celebraban fiestas, asistía gente con mucho dinero, amigos de mis padres. Era una casa de bien.

Mi padre era el socio de Carlos Espósito, uno de los hombres más ricos de Buenos Aires. Decía que a última hora, la bolsa iba a subir más que nunca e iban a ser más ricos que nunca.

Mamá estaba sentada enfrente de mí con Bautista en sus rodillas, mis dos hermanos estaban a su derecha, ellos ya eran grandes... Y yo, estaba sentado en el otro sillón, jugando con los jueguitos de la consola. Hasta que escuchamos la puerta. Era papá.

Los cuatro salimos corriendo para ver a papá, pero, nos le encontramos llorando como loco. Mi mamá, quién había salido detrás de nosotros, al verlo así, lo abrazó de inmediato. ¿Qué estaba pasando? Tenía 15 años, casi 16 años... Bautista era pequeño para entender, pero yo era un hombre... Un hombrecito como decía mamá. Tenía que enterarme de las cosas que pasaban en casa.

— ¿Qué ha pasado Juan?

— Me ha engañado. Coco me ha traicionado.

Mamá nos miró, justo a Bautista y a mí. Los pequeños, siempre los pequeños.

— Suban arriba — nos ordenó Claudia, ese era el nombre de mi vieja.

Bautista obedeció al instante. Se dio la vuelta y caminó hacia la escaleras para subirlas. Pero yo me quedé quieto. Si era grande, era grande para todo. Y quería saber lo que había pasado. Claro que quería... Y no me iba a mover de allí hasta que me dijeran algo.

— Juan Pedro, arriba.

— No mamá,yo soy un hombre y quiero saber — dije de forma muy seria.

— ¿Vos hombre? — preguntó mi hermano Juan Pablo señalándome con el dedo —. ¡Qué gracioso! Si hace unos pocos años todavía te hacías encima.

— Eso es mentira tarado — le respondí dándole un empujón fuerte.

— ¡Basta! Ahora me enojé, suban todos arriba — nos ordenó mamá mirándonos enojada. Papá estaba abrazado a ella, y completamente callado.

Suspiré y subí. Atrás de mi subieron mis dos hermanos mayores. A la mañana siguiente, tras una noche en la que apenas había dormido, pensando en lo que le había podido pasar a mi papá, me levanté temprano. Era 14 de enero, y hasta el día 20 no nos marcharíamos de vacaciones a la costa, como siempre lo hacíamos.

Serían las 7 de la mañana cuando estaba bajando por las escaleras, y después fui a la cocina para desayunar. Y... Allí estaba mi viejo, acostado en la mesa y con una copa vacía entre las manos. Creo que había bebido, aunque no demasiado.

— Buenos días papá.

— Anda a dormir un poco más hijo — levantó un poco la cabeza y trató de sonreírme —, aún es temprano.

— No pude dormir hoy apenas.

— ¿Por?

— Sé que anoche pasó algo muy malo. Mamá dice que ya soy un hombre, así que quiero saber si no te importa papá...

Mi papá soltó la copa y me señaló la silla vacía que estaba a su lado:

— Sentate. Pero me tenés que prometer que vas a entender y vas a ser fuerte.

— Claro que voy a ser fuerte papá, soy un Lanzani, y todos los Lanzani somos fuertes — sonreí y me senté. Pero, desgraciadamente papá estaba tan preocupado, o triste, o angustiado, que fue incapaz de devolverme la sonrisa.

— Anoche... Anoche fue todo terrible hijo... Pero te prometo que voy a trabajar todo lo más que pueda para salir de esta. Te lo juro de verdad hijo mío...

Me mordí el labio... Sí, la cosa también comenzaba a preocuparme.

— ¿Qué pasó con Coco anoche?

— Bueno, como ya sabés, él me dijo hace unos días, que la bolsa subiría anoche, y nos haríamos ricos, muy ricos. Tanto que tal vez nunca más volvería a trabajar. Pero la cosa no salió tan bien como esperaba Peter...

— ¿Por?

— Era todo mentira. Coco me traicionó. Lo hemos perdido todo, la plata, la casa, los dos autos, el departamento de la costa... Todo hijo — papá derramó una lágrima por su mejilla, pero se la sacó rápidamente para que yo no lo viera. Pero, fue demasiado tarde, sabía que papá estaba llorando.

Estábamos arruinados. Todo lo que papá y mamá habían trabajado para conseguir todo lo que habíamos conseguido, se había ido a la mierda en una sola noche. Por culpa de la familia Espósito. Todo, todo, por su culpa.

Desde entonces, todo el odio que tenía pasé a tenerlo por esa familia. Y con los días, las semanas, los meses, los años... Ese odio fue haciéndose cada vez más grande y fuerte.

(FIN FLASHBACK AÑO 2006)

-...-

(FLASHBACK AÑO 2011):

Era el día de mi 21º cumpleaños. Mi vida desde los 15 años, había sido una auténtica pesadilla. Un desahucio. 2 años en un orfanato. Me separaron de mis padres, de mis hermanos mayores, también de mi hermano pequeño... Todo por culpa de Carlos "El Traidor" Espósito.

A poco, mi viejo consiguió la plata para comprar otra nueva casa, mucho más pequeña que la de antes. Mis papás recuperaron mi custodia cuando estaba a punto de cumplir los 18 años. Lo peor, fue lo de Bautista. Él fue adoptado por otra familia cuando nos echaron de la casa y nunca más lo volvimos a ver.

Desde aquel día, recordábamos su sonrisa y su alegría todos mis cumpleaños. Él era mi hermano favorito, el más querido, el más tierno... Lo extrañaba mucho. Ya tendría unos 16 años. Uau... ¡Cómo había pasado el tiempo! Tan rápido...

Junto con mis hermanos, teníamos un plan. Desde que nos habíamos reencontrado. Vengarnos de la familia Espósito. Y justo, esa noche, cuando mis padres se fueran a dormir, se haría la elección. La familia Espósito, tenía 3 hijos: Ana Laura, de 27 años, Patricio, de 22 años, y Mariana, de 19, casi 20. Uno de ellos sería secuestrado, torturado, maltratado por uno de nosotros. Y no pararíamos hasta recibir toda la plata que nuestro padre había perdido por culpa de su padre: 99 millones de pesos.

También, uno de nosotros, sería el elegido para la labor: uno de mis hermanos o yo.

Y a las 12 de aquella noche, la elección comenzó. Pusimos el nombre de los tres hermano, cada uno en un pequeño papel blanco, los doblamos a la mitad y los metimos en un bol.

— Peter, sos el menor. Saca un papel — dijo mi hermano Juan Martín.

Sin mirar agarré uno de los papeles y vi que el nombre que estaba adentro era el de Mariana:

— Salió Mariana.

— Bien, ahora haremos la prueba de las cuerdas. El que saque la cuerda más larga será el que se encargué del secuestro en nuestra vieja casa — dijo mi hermano Juan Pablo poniendo las cuerdas escondidas en su puño. Nuestra vieja casa, estaba destrozada, pero, aún así, nadie había entrado a vivir en ella, y sería un perfecto lugar para llevar a cabo el secuestro.

Yo fui el primero en sacar la cuerda. La saqué y me la quedé mirando:

— Te va a tocar hermanito — dijo riendo Juan Pablo.

— Mierda... — me enojé y tiré la cuerda al piso. Dios, le tenía mucho rencor a la familia de Mariana, pero no el suficiente como para... Hacerla a ella todo eso...

(FIN FLASHBACK AÑO 2011)

ESCAPARÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora