ESCAPARÉ

24

Narra Lali:

Ya por fin me había instalado en el piso con Peter. Había quedado precioso, estaríamos muy cómodos en casa. Empezábamos una nueva vida. Ambos. Una nueva y buena vida que realmente necesitábamos. Yo lo había pasado muy mal, había crecido en una mentira, había tenido unos padres que tan solo "supuestamente" me habían querido. Pero en realidad no, el dinero era lo único que les había importado. Además, fastidiar a otra familia, la de mi amado.

Peter, bueno, creo que ya os sabéis su historia. Sus viejos lo habían perdido todo por culpa de mis viejos. Era algo de lo que yo siempre estaría arrepentida. Y aunque Peter, obviamente, no me tenía en cuenta en ese caso, yo aún me sentía mal. Por eso mismo, tenía que ser yo la que arreglara el tema de Bautista.

Llegó el momento de ir a hacer compras con Euge. Aunque no me sentía lista como para preguntarla si temía un hermano adoptado llamado Bautista. La preguntaría sobre su familia, y en el caso de que ella estuviera lista para contarme todo, indagaría. Si no, me quedaría callada. No quería ser impertinente ni mucho menos. Además, apenas conocía a Euge... Preguntarla sobre eso me parecía demasiado maleducado por mi parte.

Así que me quedaría callada y la daría su espacio. Y por supuesto, no la iba a contar nada de lo mío. De mi secuestro, de mi romance tan intenso y pasional con Peter. "Es mi novio, no desde hace mucho", sería lo único que la diría.

Pero a pesar de todo, deseaba tomar confianza con Euge. Sentía que le debía algo a Peter por todo lo que había sufrido su familia por culpa de mis viejos. Si encontraba a Bauti, tenía que ser con mi ayuda. Y si era cierto, que Bauti estaba en casa de Eugenia, yo tenía que arreglarlo todo. A saber lo que pensaba la cabecita del pobre nene sobre su familia.

Bauti había crecido rodeado de amor y de una se lo habían quitado. Lo habían mandado a un orfanato y después seguramente lo habían adoptado. Aunque no yo ni Peter estábamos seguros de ello. Pero si nuestros vecinos eran los nuevos miembros de la familia de Bauti, yo era la indicada para arreglarlo todo.

— ¿Ya te vas? — me preguntó Peter cuando salí del cuarto vestida para salir a hacer las compras con Euge.

— Sí, en un ratito vengo. No te quiero dejar mucho tiempo solo... — me acerqué a él y le di un pico —. Cada vez que me separo un poco de vos, te extraño tanto que estoy deseando de volver a tu lado.

Peter sonrió y me dio otro pico:

— No te preocupes. Salí todo lo que quieras, yo voy a estar bien. Sé cuidarme solito, mi amor.

— Pero a mí me gusta cuidarte — dije con una sonrisa.

— Ya sé que te gusta cuidarme. Y a mí me gusta cuidarte a vos. Pero también llevas mucho tiempo encerrada, luego decidimos venir acá, comprar la casa. Y necesitas una amiga e ir de compras porque a las mujeres las encanta. Así que, lo que quiero ahora, es que vayas a disfrutar y pasarlo bien con tu nueva amiga.

— ¿Mi nueva amiga? Euge de momento es una conocida, la vecina simplemente, así que frena. Por cierto, he decidido que de momento, no la voy a preguntar sobre Bauti a no ser que ella me cuente.

— De acuerdo. Despacito... Igual ni siquiera es mi hermanito, pero no sé, sentí una cosa en el pecho como que sí lo era. Pero no lo sé mi amor, no estoy seguro de nada...

— Bueno, aún no lo sabemos, pero de a poco ya lo vamos a descubrir. Si veo que tardo más te llamo, ¿si?

— Sí, disfruta y compra muchas cosas.

— Sí, gracias. Vos pasalo bien en tu tarde en casa.

— Echan una maratón de películas de acción así que la voy a pasar bien.

— Me alegro. Bueno, me voy.

—Chau mi amor.

— Chau mi vida entera — sonreí, agarré mi bolso, mi campera y las llaves, y salí a encontrarme con Euge.