—No voy a participar en ningún campeonato.
Amber me cogió del codo, me arrastró hasta una de las salas que estaban vacías y cerró la puerta detrás de su espalda. Su molestia era palpable en cada poro de su piel. Mientras la observaba, me preguntaba cómo una mujer con tanto carácter podía ser manipulada por alguien como Dave. Era cierto que aquel hombre era imponente, e intimidante, pero Amber tenía algo mejor. Inteligencia, y carácter. ¿Por qué se dejaba convencer por las personas del gobierno? ¿También estaba siendo engañada, o era su cómplice?
Si no hubiese pasado tanto tiempo junto a Amber, habría pensado de inmediato que era sólo una cómplice más. Es lo que pensaría cualquier persona. Sin embargo, el tiempo me había ayudado a comprender que Amber también era capaz de luchar por las personas que la rodeaban, de sentir afecto, e incluso de mentir por lo que creía correcto. Entonces, ¿por qué? ¿De verdad creía en Dave?
Sus ojos almendrados y definidos me dirigieron una mirada de reproche, dejando entrever lo mucho que le molestaba mi actitud. En cuanto mi nombre fue pronunciado delante del micrófono, las palabras de negación brotaron de mi boca sin control, lo que llamó la atención de todos a mi alrededor, e hizo enfurecer a Amber.
No estaba preparada para oír mi nombre en aquella lista. Estaba segura que, si el gobierno no hubiera intervenido, el director jamás me habría nombrado a mí. Yo no estaba preparada, ni mucho menos era la más fuerte, pero ahí estaba. En la lista.
—Es tu deber —dijo Amber—. Si fuiste nombrada para participar en el campeonato, debes hacerlo. No tienes derecho a negarte.
—Esto es una tontería —repuse—. Mi deber es entrenar y averiguar cómo derrotar a los seres que asesinaron a nuestros compañeros, no participar en un concurso estúpido. Esto es una pérdida de tiempo.
Amber se cruzó de brazos, con la espalda recta. Un rizo rebelde le cubrió uno de los ojos, pero ella lo apartó con un rápido movimiento de cabeza.
—El campeonato también será un entrenamiento. Te enfrentarás a alumnos talentosos, Celeste. Alumnos demasiado desarrollados para su edad, así que no te confíes. El gobierno se ha estado conteniendo en el entrenamiento, pero ellos no se contendrán, porque todos quieren ganar.
—La semana pasada perdí mi dedo meñique, no creo que a eso se le pueda llamar contención.
—Oh, créeme —repuso Amber—. Se estaban conteniendo. Podrías haber perdido mucho más que un dedo, pero no lo hiciste.
No pude evitar fruncir el ceño. Saber que los hombres a los que había derrotado se estaban conteniendo, no me dejó un gusto bueno en la boca. Sabía, sin dudarlo, que yo no era ni de lejos la persona más fuerte en Heavenly, no obstante, creía que era mejor que los métodos que el gobierno imponía para detenerme.
Mordiéndome el interior de la mandíbula, di un paso hacia atrás y me senté sobre el pupitre que había en mi espalda. Subí ambas piernas, cruzándolas junto a mis muslos, y traté de adoptar una expresión serena antes de hablar.
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Celeste [#2]
FantasySegundo libro de la trilogía Celeste. *Maravillosa portada hecha por @Megan_Rhs*