|CAPÍTULO 51|

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CRISTIÁN





— ¡Señor, ya llegaron!— Grita uno de mis soldados y salgo del auto para ver el que transporta a Victoria con mi hijo, se supone que detrás tendría que venir la camioneta en la que vendría Jayden y Mía pero no está, ni los vehículos dónde estarían los demás soldados.


Victoria baja del auto con un pequeño bebé envuelto en una manta blanca en sus brazos, sonríe al verme y cuando llega frente a mi me da a Adler, su aroma, rayos su olor es maravilloso, se parece un poco al de Mía, es hipnotizante, al verlo mi corazón comienza a palpitar con fuerza, el está aquí, mi pequeño bebé, mi hijo.


— Eres mío pequeño Adler, tu y tu madre lo son— Lo pego con cuidado a mi pecho y beso su frente, está dormido, luego miro a Victoria— ¿Y Mía?

— Debería venir en camino— Dice Victoria desconcertada y la camioneta en la que se fue Jayden venía hacia acá.


La camioneta derrapa y los soldados que acompañaban a Jayden se bajan, solo eran dos, ¡Mierda! Esto no es bueno, Victoria lo sabía y su expresión se descompuso.


— ¿¡Qué mierda paso!?— Grité y ambos estaban heridos y agitados.

— El maldito de Vincent jamás se fue— Dice uno de ellos—  Se escondió y aprovecho el momento para alcanzar a la señorita Mía y al señor Jayden, el los tiene dentro de aquella casa aislada en el bosque señor— Informa y mi corazón se detiene por unos segundos.

— ¡No, por Dios, no!— Dice Victoria estallando en llanto, ella está embarazada, tiene apenas unos tres meses y medio, será una niña y decidió llamarla Gema, en honor a la mejor amiga de los chicos y porque Jayden se lo pidió.

— Tranquila, tranquila, yo iré a buscarlos— Digo volviendo a mirar a Adler, acaricio su mejilla, es mi hijo, mi bebé, parte de mi— Te amo Adler y siempre lo haré— Beso su frente y huelo su aroma— Mis ojos se llenan de lágrimas pero las evitó luego se lo doy a Victoria— Tía, quiero que sepas que te he perdonado, no lo pude decir antes pero ya lo hice y te amo, por favor, cuida de Adler, protégelo con tu vida, yo volveré pronto— Le prometo y está asiente con la cabeza, me abraza y luego sube con mi hijo al auto en el que estaba yo antes.


Doy las órdenes para que la lleven hacia el otro lado de la frontera, dónde se van a estar a salvó y subo a la camioneta con los dos hombres que llegaron, más los demás soldados que se quedaron en los otros autos y damos marcha atrás de regreso aquella casa, solo un poco más, solo ahí que esperar un poco más, solo falta una cosa por hacer y voy a poder estar con mi familia en paz, trago en seco, aún tenía un mal presentimiento pero lo mandé a lo más hondo de mi pecho, tengo que volver a ver a Mía, tengo que estar con mi pequeña rubia, al llegar al lugar, me encuentro con la sorpresa de ver a Nana Sofía, James y otros soldados más en diferentes vehículos aquí, ¿Por qué lo hicieron? Ellos deberían estar en España…





MÍA





— ¿A dónde creían que irían, eh?— Pregunta Vincent con sus ojos ardiendo en llamas, literalmente estaban rojos.

— ¡Vete a la mierda Vincent!— Le grita mi amigo— Me la voy a llevar de aquí— Le apunta y dispara, aunque todas las balas las esquiva, ambos estábamos de pie frente a la bestia.

— Sal de aquí Jayden— Le digo a sus espaldas, este me había puesto detrás suyo para protegerme— Tienes que ir con Victoria, debes estar con ella y acompañarla en su embarazo— Agrego y se tensa, sus ojos están fijos en cada movimiento que da Vincent esquivando las balas.

ALPHA REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora