Maratón 1/4...
MÍA
—Muñeca, despierta— La voz de Vincent susurro en mi oído— Tienes que ir al hospital— Agrega y abro los ojos.
—¿Yo?— Me giró a verlo, está sentado a mi lado y ya está vestido— Pero…— Me interrumpe.
—Tu doctora llamo, tienes una cita— Dice poniendo una mano sobre mi vientre, me estremecí, yo no tenía citas agendadas, recién ayer había ido al hospital.
Negué con la cabeza, no tenía que ser muy lista para saber que Cristián estaba detrás de todo esto— Oh, claro, lo siento, aún me siento dormida— Me reí y me senté en la cama— Gracias amor, ya me levanto— Le sonrió y este deja un corto beso en mis labios para luego ponerse de pie.
—Bueno, por mientras le ordenare a la empleada que te prepare una exquisita y nutritiva comida, mi bebé tiene que estar bien— Dice animado y sale de la habitación.
Pobre imbécil ingenuo, en otras circunstancias hubiera sentido lastima por el pero en esta ocasión no me importa en lo absoluto. Sonrió y me levanto de la cama, hoy otra vez veré a mi lobo feroz, ¿Qué tendrá planeado? Entro al baño, hago mis necesidades, me doy una ducha y busco la ropa que me pondría, hoy el clima está templado, así que sería algo ligero, me visto, cepillo mi cabello, lo dejo suelto y termino, tomo mi bolso y antes de abandonar la habitación doy un largo suspiro, desde que estoy viviendo bajo el mismo techo que Vincent tengo que prepararme mentalmente para todo lo que se viene en el día, después de esto salgo del cuarto cerrando a mis espaldas, espero que todo lo que estamos haciendo de buenos frutos.
El desayuno como siempre fue algo tormentoso, aún así disfrute la comida, últimamente mi apetito a incrementado, un momento después salí de su mansión, tome un taxi y me dirigí al hospital, media hora después llegué y en los estacionamiento del frente estaba el mismo auto de ayer, ese coche del que se bajó Cristián, sin dudarlo corrí hasta el y la puerta de atrás se abrió dejándome ver a mi lobo feroz, subí al auto y cerré a mis espaldas para luego abrazarlo, al ser recibida entre sus brazos y sentir su calor volví a sentirme como en casa.
—Es una agonía estar lejos de ti pequeña rubia— Dice y nos separamos pero toma mi rostro entre sus manos y me besa— ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?— Pregunta al soltarme.
—Bien, gracias por preguntar— Digo y este le da una indicación al chófer para que comience a conducir— ¿Cómo convenciste a la doctora para que le mintiera a Vincent?
—El dinero mueve a las personas Mía— Dice sin más y es todo, en eso tiene cierta razón— Cambiando de tema, te quería contar que ayer hablé con Nana Sofía, justamente te llevo a dónde me estoy quedando para que la veas, también está James y los niños.
—Oh, genial pero supongo que tiene que haber otra razón para que quieras que los vea y arriesgarte otra vez de esta manera ¿No?— Alzó una ceja y se ríe.
—Mi chica lista— Se burla y me río golpeándolo en el brazo— La verdad si, le comenté lo que estaba pasando, ellos lo saben todo y Nana Sofía nos puede ayudar a averiguar antes sobre quien es el padre del bebé, claro, si estás estar de acuerdo, porque si no, podemos hacer otra cosa— Se veía algo nervioso, creo que es la primera vez que me consulta algo así, es tierno.
—Gracias por considerar mi opinión y por supuesto que acepto, yo también quiero saber quién de ustedes dos es el padre de mi hijo, me da un poco de vergüenza porque suena raro pero…— Me interrumpe.

ESTÁS LEYENDO
ALPHA REY
Hombres LoboCada quinientos años en el pequeño pueblo Gregor Bremen, ubicado al sur este de Alemania pasa algo indescriptible y mágico en cierta forma... La luna se posa en su punto mas alto y cambia de color a uno plata, ese resplandor se expande por todo el p...