|CAPÍTULO 4|

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Arthur  Bremen en multimedia...






GEMA






Han pasado muchas horas, ya es de noche y aún no se nada de Mía, lo único que quiero es verla y salir de aquí. Desde hace unos momentos e escuchado murmullos desde abajo, como si estuvieran discutiendo, ahora sentí  pasos acercarse, abren la puerta y agacho la cabeza, por los pantalones grises se que es James pero luego veo unos zapatos negros perfectamente lustrados, no me atrevo a mirar a su acompañante, por alguna razón su sola presencia me da escalofríos.




— Gema...— James pronuncia mi nombre con suavidad, algo seductor en un tono de voz tan masculino como el suyo, pero no le preste atención— Levanta la cabeza, traje a mi amigo, el es el Alpha, quiere hacerte algunas preguntas— El no era rudo, no me trataba de mal, era cuidadoso, como si pensara cada palabra antes de decírmela.




Levante la cabeza y los observe, ahí junto a Jamss estaba un hombre alto, de presencia imponente, bastante apuesto, el  era el Alpha Rey, un maldito miserable, por su culpa mi amiga, las demás chicas y yo estamos aquí, el es el causante del dolor y la desgracia de todo mi pueblo.




— Mi nombre es Cristián Donovan y Mía Breemen es mi mate— ¡Dios! ¿Que le habrá hecho a mi amiga?


— ¿Dónde tienes a Mía?— Lo enfrente y en respuesta me dio una sonrisa miserable.


— Tal parece que la altanería es algo contagioso, debes tener cuidado con tu lengua, estas lejos de casa y nadie se tentara el corazón al momento de arrancártela— Advirtió y James lo interrumpió.


— No es necesario que la amenaces, puedes preguntarle lo que sea pero no voy a permitir que le hables de esa manera— Frunció el ceño, Cristián lo miro de reojo y suspiro.


— Entonces enséñale a mantener esa lengua impertinente quieta amigo, sabes que no soy un hombre de paciencia— Me miro— Y tu, me vas a contestar todo lo que te pregunte, no tengo mucho tiempo para desperdiciarlo aquí contigo.


— Esta bien, dígame señor Alpha Rey— Fui sarcástica pero parece que no me salió bien o no entiende el sarcasmo ya que otra vez me sonrió de manera canalla.


— Pero que agradable mujer— Ironizó— Si no fueras la mate de mi mejor amigo, tomaría otras medidas contigo, considérate afortunada— Suspiro— Pero bien, dime: ¿Qué eres de mi Luna?


— Somos amigas desde la infancia— Me cruce de brazos y mire a James quien me observaba como pidiéndome paciencia.


— Entonces puedo suponer que se tienen un gran cariño ¿No?— Asentí— ¿Crees que es capaz de dar la vida por ti?— Lo mire aterrada por su pregunta.




¿Querrá matar a Mía? El no podrá hacer eso, a pesar de todo ella es su Luna, tiene que mantenerla viva. ¿Pero si la lastima? ¡Dios! No quiero ni imaginarme los horrores que este animal le este haciendo pasar a Mía.




— Si, como yo daría la vida por ella— Conteste honestamente.


— Bien...— Dice el energúmeno— Me retiro— Se da media vuelta y pasa  por el lado de James, pero lo detuve justo cuando llego a la puerta.

ALPHA REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora