ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀ

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Capítulo 6: La herencia

*Rinnnn* *Rinnnn* *Rinnnn*

Sonaba su despertador. Como pudo lo apagó, fue al baño para darse una ducha.

Tras salir se puso el uniforme que no sabía cómo, pero estaba doblado sobre la cama.

–¿De acuerdo...? – Le llegó altamente y se cambió. Bajo las escaleras y fue a la sala común, solo había un par de chicos. Aún era temprano. Se sentó en el borde alejada de todos y empezó a comer.

–Hola– dijo una voz tras de ella.

–¿Está ocupado? – dijo una segunda. No dudo en voltear encontrándose con un par de cabelleras naranjas.

–No lo está– les sonrió. Ambos se sentaron.

–Sabes– dijo uno.

–Te tenemos un regalo–

–Pero tienes que adivinar–

–Cuál de los dos es Fred– concluyo el de su derecha. Por un momento se quedó callada hasta que dijo.

–Tu eres Fred– señalo al de su derecha.

– ¿Como lo supiste? –

–Ni nuestra madre–

–Pues...– no sabía si decirles.

– ¿Pues qué? –dijeron al unisonó los cabeza de calabaza.

–Ambos huelen como a vainilla hogareña, cenizas y sudor con hormonas, claro lo que los diferencia es que George huele más a sudor y Fred a hormonas– finalizó. Ambos hermanos levantaron un brazo y olieron sus axilas, seguido pusieron una mueca de que no olían tan mal.

–Pero que olfato– dijo Fred.

–Aquí tienes pequeña sabueso– le dijo George entregando le un objeto envuelto en papel periódico. Al abrir lo no pudo evitar abrazar a ambos hermanos.

–Gracias gracias gracias gracias gracias, y mil gracias, chicos– se soltó – no puedo creer que me lo hayan comprado–.

–Bueno, te vimos–

–No sabíamos quien eras–

–Pero deseabas este libro–

–Y yo junto con mi hermano te lo compramos–

–Y descuida–

–No te tememos ni queremos hacerte daño–

–Nos pareces interesante–

– ¿Te gustaría ser nuestra amiga? – finalizaron al unisonó.

–Claro que si–

–Por cierto–dijo Fred.

– ¿Tienes planes para hoy en la noche? – le siguió George.

–No–

–Si– contradijo una voz tras del trío. Al voltear, vieron a Snape, este agarro a la chica del brazo arrastrando la hacia fuera.

–Oiga que le pasa ¡suéltame! – forcejeaba. El mayor simplemente le ignoraba e imaginaba que era Sirius. Aunque igual y no había diferencia.

Al encontrarse lo suficientemente lejos, arto, la estampo contra la pared.

–Escucha me bien pequeña Sirius, te callas o te juro y te agarro a Krucios– la menor trago duro– ¿me entendiste? – asintió con miedo. Podía no ser tan duro con Harry solo por Lily, pero con Aries no, él le aria la vida imposible así sea lo último que haga– nos espera el director en su despacho– aclaro y la jalo.