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Capítulo 92: El pequeño Teddy

Aries desperto gracias a unos mimos sobre su hombro, como dedos recorriendo su desnuda piel desde las sabanas hasta el límite donde descendía a sus cabellos.

Se encontraban en su luna de miel, una que habría sido regalo de bodas por parte de su primo Draco.

Alojándose en un fino hotel frente a playas Colombianas disfrutaban ya su tercer de cinco días en ese lugar.

Con un tierno beso le correspondió el afecto.

— ¿Qué hora es? —

—Lo suficiente temprano como para levantarse de la cama— le respondio él.

Ella rio.

— ¿Cuánto tiempo llevas despierto? — se giró en su dirección.

—Un par de minutos no mucho...— dijo bajo— ¿Qué quieres hacer hoy? —

— ¿Nos subiremos al velero? —pregunto emocionada.

— ¿Quieres subirte a uno? — le devolvió la pregunta con cierta gracia.

—Quiero subirme a uno—

—De acuerdo— se sentó en la cama— Iré a darme una ducha—

— ¿Te acompaño? —

—Creí que después de lo de ayer... no lo sé ¿Estarías cansada? —

Ella le tiro una almohada.

—No me refería a eso— chisto fingiendo molestarse— Shu. Fuera, anda. Ya no quiero nada— seguido le dio la espalda cruzándose de brazos.

El castaño rio con suavidad, como intentando ahogar la gracia que le causaban sus intentos de berrinche. Así que simple y tranquilamente se le aproximo para plantarle un beso en la coronilla y marcharse hasta el baño el cual cerro.

Fue entonces cuando la licántropa se sonrió, dibujándose una boba línea llamada boca para seguido cerrar sus ojos por unos minutos.

(...)

Se encontraban de regreso.

Apareciendo primero en la playa con el faro junto con el traslador en forma de zapato. Seguido reaparecieron en su casa, la casa de ambos.

La propiedad se encontraba en ese mismo barrio cerrado en Manchester, uno exclusivo para magos, brujas, squips y muggles conscientes de la magia.

Era un lugar en el que podían ser libres de utilizar su magia sin miedo a que los muggles los descubran.

Con forma de U la habitaban 6 casas, la de los Longbottom se encontraba a la izquierda de la de los Potter, al fondo. Lo que evitaba la invasión de los muggles era un ficticio rio que rodeaba aquella U, un espejismo caudaloso y muy grande que producía pavor a cualquiera que pasara por ahí. Y más atrás campo, y más atrás de eso un tren elevado.

De mas estaba decir que el barrio se encontraba en las afueras de la ciudad.

Las casas eran altas, blancas y separadas la una de la otra.

La de ellos era de tres pisos, con enredaderas ligándose por toda la pared hacia la calle.

La de Harry y Ginny poseía un piso más y poseía más habitaciones.

La pareja ingreso a su hogar un poco cansados, arrojándose al sofá para relajarse un poco mas antes de pensar en sus labores el día de mañana.

Su casa era un alto rectángulo, con la puerta a un costado que al abrirla te guiaba por un corto pasillo que te dividía dos caminos, uno escaleras arriba y el otro hacia la sala. Eso equivaldría medio rectángulo del primer piso, el otro pedazo era la cocina y comedor, tambien la puerta trasera. En el espacio bajo la escalera, en la cocina, se encontraba una alacena y bajo esa alacena un sótano secreto para cada vez que salga la luna llena.

ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora