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Capítulo 40: Ejercito de Dumbledore

Acababan de poner una nueva ordenanza en la pared del salón de DCAO.

"Prohibido el uso de objetos muggle por los pasillos"

Menuda estupidez, pensó Black mientras salida por el lugar en dirección a Hogsmeade con Regulus en hombros.

Seria ya la numero 98.

Tomo el carruaje junto a sus amigos mientras sacaba al fin sus audífonos y reproductor de casets y ponía una cinta mezclada.

– Esto es una mala idea Hermione– decia Harry.

– No lo es, es necesaria– increpo ella. Aries apoyo la cabeza en el hombro de Neville.

– ¿Todo bien Ari? –

– Eso creo... todavía arde– este tomo su mano, justo en la mano que traía su anillo de margarita portaba aquella frase cicatrizada. Últimamente se habia metido en problemas por jugarse bromas con los gemelos en el pasillo y a los muchachos de Slytherin.

La frase se habia cambiado a "Debo respetar las reglas" y eso le preocupaba al muchacho.

Nuevamente habia acudido a Snape quien con resignación la habia curado soltando una que otra frase sarcástica.

– Podríamos usar la casa de los gritos– propuso Draco.

– No, es muy pequeña– dijo Harry– ¿A cuántas personas invitaste Hermione? –

– Unas cuantas–

– Esto no es ilegal ¿Cierto? – pregunto Luna.

– No, sería algo así como un club. No pueden negarse a un club, lo dice en las reglas de la escuela, capitulo 10, párrafo 8 con especializaciones en actividades extracurriculares–

– ¿Te leíste todo el manual? – cuestiono Ron incrédulo.

– Ya está, ella será come libros– propuso burlona Aries.

– ¿Cuál es tu obsesión con los apodos? –

– No lo sé ¿Qué tal si un día necesitamos nombres clave Ronald? –

– ¿Usaremos woki tokis? – pregunto emocionado mientras recordaba una película en la caja mágica donde los usaban–

– ¿Qué es un woki toki? – cuestiono el rubio.

– Son un medio de comunicación muggle– respondió Hermione.

– Enserio ¿Qué les cuesta usar una simple lechuza? – se exaspero mientras algunos se reían.

El viaje fue ameno, el frío se comenzaba a sentir en ese final de octubre, bajaron y se encaminaron a la taberna cabeza de puerco. Era un lugar desolado en el que casi nadie se dignaba a entrar por las pésimas condiciones.

Al ingresar se encontraron un gran grupo de chicos– ¿no que unas cuantas personas? – alzo una ceja Potter a lo que la castaña se avergonzó.

– Hay no puede ser...– maldijo en sus adentros Black encontrándose a la odiosa de Chang entre la multitud– yo me largo– escupió con fastidio mientras se dirigía a la puerta.

– Aries no– la tomo del brazo Granger– por favor, te necesito en esto–

– No– se solto con brusquedad.

– Aries– la llamo Neville, ella frunció el ceño y salió del lugar– iré por ella–

– Has que recapacite– este asintió y salió.

ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora